Ángel Vadillo, alcalde de Alburquerque, está en huelga de hambre desde hace más de dos meses y medio por las energías renovables.

Ángel Vadillo: “Si Soria aprueba la reforma energética seguiré con la huelga de hambre”
El alcalde de Alburquerque (Badajoz), Ángel Vadillo, del PSOE, lleva más de 75 días en huelga de hambre frente al Ministerio de Industria. Se plantó en Madrid decidido a protestar por lo que va a suponer arruinar la vida de cientos de vecinos que dependían del sol “para tener una vida digna, con un empleo digno, que aprovecha lo que en esta tierra es abundante, el sol, para generar economía sostenible”.
El regidor de Alburquerque, un municipio de 5.000 habitantes con una población desempleada de más del 40%, se muestra contundente cuando se expresa a propósito de la congelación de las primas a las renovables y el intento de imponer un gravamen sobre éstas: “¿Se supone que debería haberme callado tras el atentado que significa para mi pueblo alterar las reglas del juego sobre nuestra economía? Nuestro cultivo es el sol y él nos ha dado una oportunidad para generar empleo, cultura sostenible y autonomía energética”.
Vadillo habla de su pueblo como un lugar en el que han intentado poner en marcha alternativas económicas que hicieran posibles muchos de los servicios que su ciudadanía necesita. “Creamos cinco plantas de generación termosolar con una capacidad de 250 megavatios que generarían 850 puestos de trabajo directos. Y todo eso nos ha costado ponerlo en marcha ocho años de trabajo. Tiempo, recursos y energía que ahora mismo se están echando a perder debido a la negligencia belicosa de las políticas antirrenovables que estamos padeciendo”.
Tras la retirada de las primas y la alteración del mercado de las renovables, el alcalde de Alburquerque inició una marcha a pie desde su pueblo hasta el Ministerio de Industria “con el fin de hacerle saber al ministro [Juan Manuel] Soria lo que le supone a mi pueblo el vapuleo a las renovables. Quería que supiera de nuestros proyectos y del nombre y apellidos de los afectados por sus políticas de agresión a las renovables”. La marcha duró 22 días en los que asegura haber recibido “el apoyo de muchas personas y entidades ciudadanas que se hicieron eco de la causa de las renovables y me animaron a seguir adelante”.
A su llegada a Madrid, Vadillo quiso, sin éxito, entrevistarse con el ministro de Industria. Fue recibido, en cambio, por el director general del ministerio, que en palabras del alcalde pacense dijo que “no había posibilidades realistas de apostar por las renovables en estos momentos”. Después le llegó el turno al secretario de Estado, “pero el mensaje no varió y siguieron con una comunicación unidireccional, en la que ellos lo decían todo y a mí apenas me dejaban expresarme”.
Finalmente, tras la negativa del ministerio a abrir una mesa de negociación “para acordar el futuro de las renovables con todos los agentes implicados”, Ángel Vadillo decidió iniciar una huelga de hambre que mantiene hasta hoy, más de 70 días después. “Es cierto que Soria, finalmente, consintió en reunirse conmigo. Pero en esa reunión no hubo ningún tipo de diálogo. Le llegué a decir que aquello parecía un monólogo mío a favor de las renovables. A lo que él adujo con gran frialdad que, efectivamente, tenía razón, aquello era un monólogo”.
“Los días van pasando lentamente, y con ellos el distanciamiento con el Gobierno ha ido creciendo y haciéndose más patente”, subraya Vadillo, que recuerda que “en ningún momento me han fallado los ánimos. Mi pueblo está conmigo y no paro de recibir muestras de afecto y adhesiones. Es lo que tiene representar a un pueblo que, como Alburquerque, opta por la esperanza frente al desierto económico que nos plantea el Gobierno”.
De hecho, al alcalde le parece “tremendamente miope y prepotente la actitud de un Gobierno que con más de cinco millones y medio de desempleados pueda permitirse el lujo de dejar de apoyar una industria que es limpia, genera riqueza y una gran cantidad de puestos de trabajo directos. Me resultaría completamente incomprensible, si no fuera porque a estas alturas tengo la certeza de que en el fondo lo que subyace es una clara connivencia entre el Gobierno y el oligopolio energético español”, denuncia.
“La sociedad debe saber que estamos ante un Gobierno que representa los intereses de las grandes corporaciones privadas de la energía”. Vadillo acentúa la importancia de recapacitar sobre un modelo energético “que le roba a la ciudadanía la capacidad de decidir”.
Un oligopolio de la energía “El oligopolio de Unesa [asociación española de la industria Eléctrica, formada por Endesa, Iberdrola, Gas Natural-Fenosa, E.on y HC Energía] ha demostrado tener un gran negocio que le genera pingües beneficios; beneficios que no piensan compartir. Por ello están en contra de las renovables. Precisamente porque las renovables supondrían un acercamiento a una mayor autonomía energética, transformando al ciudadano consumidor también en generador”, explica Vadillo.
Preguntado por las suspicacias que pudiera levantar una acción como la suya entre aquellas personas y movimientos que llevan abogando por un cambio de modelo energético desde hace años, Ángel Vadillo sostiene que “ante la agresividad gubernamental no me podía quedar quieto. Creo en la causa de las renovables. Es una causa colectiva donde hay mucha gente haciendo muchas cosas de diferentes maneras. De hecho, lo cierto es que entre muchos estamos creando la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, que aboga por una apuesta clara y decidida a favor del desarrollo de las renovables. Se trata de un espacio abierto que da continuidad a la lucha que estoy llevando a cabo en consonancia con la labor de otras muchas personas y organizaciones”.
En solidaridad con Ángel Vadillo
Decenas de personas y entidades ecologistas, sociales y del sector de las renovables se han unido a la causa del alcalde de Alburquerque. Varios activistas están organizando un acto de solidaridad con Ángel Vadillo y en defensa de otra energía.
Esta será una campaña que trata de romper el monopolio de las compañías multinacionales españolas y en defensa de las renovables. El acto de adhesión está previsto para el día 8 de septiembre en el espacio La Tabacalera de Madrid.
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