ECONOMÍA // FIN DE FIESTA INMOBILIARIO
El espejismo financiero del emirato de Dubai

El rescate de Emiratos ha postergado el desplome del
emirato de Dubai, un ejemplo de los despropósitos de
la burbuja financiera internacional.

31/12/09 · 18:00
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Durante la fase más cruda
de la burbuja inmobiliaria
española, alguien
siempre acababa diciendo
que lo de Dubai era peor.
Efectivamente, en esta ciudad se
habían sobrepasado todos los límites
imaginables. Islas artificiales,
hoteles submarinos, pistas de esquí
en medio del desierto, la visible ostentación
de los desarrollos inmobiliarios
de los jeques de los Emiratos
Árabes Unidos sólo es comparable
a sus regímenes fiscales para
la inversión extranjera. Por ejemplo,
en las llamadas Zonas Francas,
el Gobierno de los Emiratos Árabes
Unidos, a los que pertenece Dubai,
establece un régimen de 30 años de
exención del Impuesto de Sociedades,
un 100% de los beneficios son
repatriables y se pueden mantener
sociedades con todo su capital extranjero.
Ambiente pro-bussiness le
llaman y sus portavoces suelen defender
las “virtudes” de este paraíso
del libre movimiento de capitales
como signos de un islam moderno.
La falta total de derechos sociales
de los trabajadores inmigrantes
que componen el 80% de su fuerza
de trabajo es otro de sus signos de
modernidad.

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FIN DE FIESTA. Obreros de la construcción paseando por el paraíso de cemento. Paul Keller

Además Dubai ha querido convertirse,
siguiendo la vulgata de lo
que deben de hacer las ciudades
que quieren subir por la escala del
éxito global, en un centro de consumo
para los muy ricos. Su propuesta
es simple, se puede resumir
como: hacer que todo sea tan
innecesario, estrafalario y caro como
sus enriquecidos compradores.
El resultado es un Marina D’or
del tamaño de un país pequeño.
No contentos con tener una de
las burbujas inmobiliarias más hinchadas
de todo el mundo –la construcción
representaba un 25% de
su PIB–, los fondos de inversión de
Dubai han sido unos inversores extraordinariamente
activos en los
mercados globales durante el ciclo
anterior, siendo uno de los principales
compradores de activos financieros
denominados en dólares
y de bonos de deuda de los gobiernos
americanos y europeos.
La primera fase de la crisis, hasta
el segundo semestre de 2008,
estuvo marcada por unos fuertes
movimientos especulativos con el
dólar, el petróleo y las materias
primas. Ésta fue la estrategia que
utilizó Estados Unidos para trasladar
los costes de la crisis a los
países con alta dependencia energética
y, muy en concreto, a la UE.
Durante este período, y por los
mismos motivos, las rentas petroleras
mantuvieron el volumen de
inversiones de Dubai a un nivel
muy alto, en un momento de depresión
de la actividad económica.
Mientras, como consecuencia
de la caída de la demanda global,
los precios de la vivienda comenzaban
a caer, erosionando la base
de la expansión de Dubai.
La caída de los precios del petróleo
ha terminado por dejar en evidencia
el enorme exceso de construcción
inmobiliaria del emirato, la
rentabilidad de algunos de sus proyectos
estrella se ha desplomado y
los precios de la vivienda han perdido
un 50% en tan sólo un año. Los
créditos necesarios para sus fortísimas
inversiones en la fase de alza del
petróleo se han convertido en una
soga financiera en el cuello de Dubai.
En los últimos meses, los países del
golfo estaban realizando movimientos
para aplazar lo inevitable como la
puesta en marcha de una moneda
propia para dejar de depender de los
movimientos del dólar que, como se
sabe, están íntimamente relacionados
con los precios del petróleo.
Tres semanas después de que el
responsable de economía de Dubai
mandase callar a todos los que ponían
en duda la solvencia del emirato,
el principal holding inmobiliario
de Dubai pedía ampliar el plazo de
pago de su deuda, amagando el impago
de una deuda de 50.000 millones
de dólares. El pánico volvió a
las bolsas y se generó una fuerte
presión sobre los bonos de deuda
pública de Grecia y de España que
ha puesto en evidencia los fragilísimos
cimientos de la tan cacareada
recuperación. Después de que
Dubai World haya anunciado que
se deshará de activos tales como El
Circo del Sol o el Queen Mary II, el
Gobierno de los Emiratos Árabes
Unidos, que en principio había negado
que fuera a rescatar al holding,
ha puesto 10.000 millones de
dólares sobre la mesa. Una vez más,
las bolsas lo celebran con subidas
estratosféricas. Hasta la siguiente.

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