ANÁLISIS // ECOLOGISTAS EN ACCIÓN CRITICA LA DECIDIDA APUESTA POR EL COCHE ELÉCTRICO
Enrocados en el crecimiento

La escasa implicación en
la lucha contra el cambio
climático y la apuesta
por “falsas soluciones
tecnológicas” marcan el
proyecto del Gobierno
para fomentar una
economía sostenible.

02/01/10 · 20:42
Edición impresa
JPG - 45.7 KB

La futura Ley de Economía
Sostenible (LES) tiene como
objetivo fundamental
el crecimiento de la economía
como si viviésemos en un
planeta de recursos y sumideros
infinitos, en el que el crecimiento
continuado fuese posible. Así, el
grueso de las medidas que incluye
el anteproyecto tiene como finalidad
el crecimiento.

En materia energética se reafirman
los compromisos de la UE: reducir
las emisiones de gases de
efecto invernadero un 20%, y que
las renovables aporten el 20% del
mix energético (10% en el transporte)
en 2020. Son compromisos
tremendamente insuficientes en la
lucha contra el cambio climático.
Por ejemplo, la rebaja de emisiones
del 20% a nivel de la UE significa
que el Estado las incrementará
un 30% respecto a 1990 según el
reparto interno en la Unión. El 20%
de renovables es un objetivo tremendamente
conservador, con el
desarrollo actual de las renovables.
Y el 10% de renovables en el transporte
sólo podrá llevarse a cabo
mediante la importación masiva de
agrocarburantes que, además de
no resolver el problema del cambio
climático, agravarán otros como
la pérdida de biodiversidad o
las afecciones a la población local.

Uno de los elementos claves de
la futura ley será el tema del transporte.
Se habla de movilidad sostenible,
de cheques-transporte para
incentivar el uso del transporte público
o de un mayor peso del transporte
ferroviario de mercancías.
Sin embargo esto es coherente, a
juicio del Gobierno, con el Plan
Estratégico de Infraestructuras de
Transporte (PEIT), que incluye
6.000 nuevos kilómetros de autovías
y 9.000 de AVE. Un plan que
crea menos y peores puestos de trabajo
que la apuesta por el transporte
público, que está detrás de la
mala calidad del aire de nuestras
ciudades, y que es corresponsable
de que el Estado español no vaya a
cumplir el Protocolo de Kioto.

Falsas soluciones

En el apartado de movilidad, la
promoción del coche eléctrico es
una de las medidas estrella. Es
cierto que los vehículos eléctricos
podrían generar menor contaminación
acústica, de gases y de partículas
en las ciudades. Pero los
coches originan otra serie de problemas:
expansión urbana, construcción
de grandes infraestructuras,
gran ocupación de espacio
público, limitaciones a la movilidad
de otros medios más sostenibles,
siniestralidad... y eso sin
garantizar una menor emisión de
gases de efecto invernadero.
Las medidas contempladas para
internacionalizar más la economía
significan un mayor trasiego de
mercancías, lo que implica más
consumo energético y cambio climático.
También suponen un apoyo
al expolio que están realizando
las transnacionales españolas en el
extranjero. Así, la ley apunta realmente
a que la lucha contra el cambio
climático (y por la sostenibilidad
en general) se centre en falsas soluciones
tecnológicas y en el mercado
(como el de carbono). Es decir, usar
los mismos mecanismos que nos
han llevado a la crisis actual.

Esto no debe impedir valorar positivamente
algunos de los aspectos.
Entre ellos cabe destacar la limitación
a 40 años de la vida de las
centrales nucleares. Eso sí, teniendo
en cuenta que lo que debería
aparecer es un calendario de rápido
cierre escalonado.

Otros elementos a destacar son el anuncio del final de la deducción
por la compra de vivienda a
las rentas mayores, la equiparación
de las desgravaciones con el
alquiler y las ayudas para la rehabilitación
de viviendas para incrementar
su eficiencia energética.
Estas no son medidas suficientes
para salir del agujero inmobiliario
pero apuntan en esa dirección.

En todo caso, estas acciones se
ven acompañadas de una prórroga
en la aplicación de la Ley del Suelo
que beneficia a los especuladores,
que han visto como el valor del mismo
ha caído a causa de la crisis.

También merece la pena señalar
las deducciones por inversiones e
investigaciones medioambientales.
La apuesta por la innovación
será un avance hacia la sostenibilidad,
suponiendo que este desarrollo
técnico se centre en mejorar la
eficiencia. Sin embargo, ésta no es
una condición suficiente: el parque
automovilístico español ha ido reduciendo
su consumo progresivamente,
sin embargo hoy sus emisiones
totales de gases de efecto
invernadero son mayores que hace
diez años, ya que el número de
vehículos y los kilómetros recorridos
se han incrementado.

Lo verdaderamente fundamental
para la sostenibilidad española es
un decrecimiento drástico en el
consumo energético y de materiales.
Todo ello acompañado por una
reconversión hacia las fuentes
energéticas renovables. Esto no
aparece en la LES. En resumen, lo
que presenta el Gobierno tiene poco
que ver con la sostenibilidad y
mucho más con conseguir un crecimiento
sostenido.

Tags relacionados: Número 116
+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

0

separador

Tienda El Salto