A un día de los comicios la oposición insiste en sólo reconocer los resultados si le son favorables.

El 4 de octubre, en un histórico acto de masas, el presidente de venezuela, Hugo Chávez, cerraba su cuarta campaña presidencial reafirmando su amplísimo respaldo popular. El domingo anterior, Henrique Capriles Radonski, el candidato opositor, había exibido su músculo con otro acto de masas, también multitudinario, aunque menor.
Cerraba así una campaña electoral especialmente tensa, más de lo ’habitual’ en una Venezuela que en estos 14 años de chavismo ha vivido al ritmo de unos comicios casi por año. El 7 de octubre, 19 millones de electores han de ratificar, según la mayoría de las encuestas, su apoyo al proceso bolivariano. Sin embargo, la oposición se declara o bien vencedora o bien víctima de un fraude.
Las últimas semanas han estado llenas de controversias y de cruces de amenazas. Luego de que se develase, a mediados de agosto, que el plan económico del candidato opositor es un compendio de medidas de corte neoliberal; miembros de la oposición -como el diputado socialdemócrata William Ojeda o el exgobernador David de Lima- manifestaron su preocupación ante la posibilidad de que, en caso de victoria, Capriles aplicara políticas de ajustes estructural.
Este programa ha sido interpretado como un retroceso en los logros y políticas sociales obtenidos durante el Gobierno bolivariano, algo que el candidato opositor llevaba meses prometiendo que nunca haría. Si bien estos políticos mantienen su oposición a Chávez, conservan una postura crítica ante la posibilidad de un proyecto neoliberal y han denunciado que este no fue debatido ni consultado con la base de los partidos que conforman la Mesa de Unidad Democrática opositora. Finalmente, William Ojeda ha pedido el voto por Chávez. Semanas antes, y por la misma razón, 5 organizaciones políticas retiraron su apoyo a la candidatura de Capriles Radonski.
También fue muy polémico el video dónde un intimo amigo de dicho candidato y vocero de su partido, el destacado diputado de la oposición Juan Carlos Caldera, presuntamente recibía dinero de un empresario para financiar la campaña de Capriles Radonski. Para intentar marcar distancias ante un claro caso de financiación ilegal, Caldera fue inmediatamente expulsado del partido y separado de sus responsabilidades en el comando de campaña opositor. Una de las cuales era la de fungir de vocero ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), el organo rector de los comicios. Con ello, desapareció el único factor de la oposición que se había comprometido a reconocer los resultados de las presidenciales, fueran los que fueran.
Paralelamente, la oposición ha insistido en sus denuncias de fraude si no resultaba vencedora, estimulando así a sus bases a votar, y alimentando de paso el fantasma de una posible guerra civil. Desde el comando de campaña chavista, se ha desvelado un documento de la Coordinación Nacional de Campaña de Capriles Radonski, denominado Plan de Reacción Rápida, en el que se explica detalladamente, y por etapas, las acciones a seguir para crear un clima de desestabilización a través de una protesta con la excusa de defender el voto y declarar fraude electoral en el caso de que Chávez resultara ganador.
La respuesta opositora ha sido el denunciar, gracias a su control de buena parte de los medios de comunicación, unos supuestos planes gubernamentales para desplegar unas Redes de Acción Inmediata o “bandas callejeras armadas”. También preocupan las declaraciones de miembros de la oposición que dejan entrever un posible escenario violento para el 07 de octubre. Ricardo Koesling, abogado de uno de los partidos de la oposición, declaró que habría “plomo parejo con los chavistas”, ”a los chavistas los sacaremos a patadas y plomo”. Por su parte, el periodista Eduardo Semtei afirmó en una entrevista: “lo que viene es plomo cerrado, serán 90 días de odio. Los venezolanos viviremos tres meses de venganza entre el 07 de octubre y el 07 de enero”. En términos tan alarmistas se han manifestado otros dirigentes opositores como Yon Goicoechea.
Expectativas
Sin embargo, todas las encuestadoras, excepto una, dan como ganador a Hugo Chávez Frías. Lo que varía entre ellas son las estimaciones en torno a la amplitud de la brecha que le separaría del candidato de la derecha Capriles Radonski: entre los 15 y los 3 puntos. Esto último supondría un empate virtual, algo que la oposición no hubiera soñado en otros comicios anteriores. En lo que sí coinciden las encuestas es que la jornada del 07 de octubre será muy concurrida, dado que según las estimaciones se piensa en una participación del 80 % aproximadamente.
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