El empresario valenciano

Texto de Guillem Llúria, sociólogo

12/04/07 · 21:02

La figura de Juan Roig, presidente
de Mercadona, revela
dramáticamente lo que significa
ese gentilicio usado
con el libre albedrío al que está muy
acostumbrada la derecha de esta parte
del río Túria, el empresario emprendedor
valenciano. Hoy Mercadona es
la empresa que más factura en todo el
territorio del País Valenciano, por encima
de la que hasta ahora conservaba
ese puesto, la multinacional norteamericana
Ford.

Nombrado recientemente presidente
de la Asociación de la Empresa
Familiar Valenciana, y galardonado
varias veces en más de una cena
del mundo empresarial valenciano,
Juan Roig gusta de ser presentado
por periodistas, académicos y políticos
como un hombre independiente
y con un punto de vista propio.

Nada más lejos de la realidad.
Mercadona es una empresa de distribución
del sector de la alimentación.
El actual contexto en donde se mueve
la economía valenciana en la última
década nos muestra un territorio
donde la construcción es el principal
sector económico del conjunto de actividades.
Un movimiento paralelo al
del crecimiento y densidad de la población
que se ha producido de forma
especialmente significativa en
todo el arco mediterráneo peninsular.
Situación ésta de la que se ha
beneficiado el sector de la distribución
e importación y en el que Juan
Roig ha sabido moverse más rápido
y con mayores apoyos políticos. Del
Gobierno valenciano, pero también
de Convergencia con Jordi Pujol como
presidente de la Generalitat de
Catalunya, ya que para el emporio
de Mercadona resulta vital y estratégica
su central de compras situada
en Sant Sadurní d’Anoia, cerca
de Barcelona, y desde donde tiene
un acceso privilegiado al mercado
francés de proveedores de muchas
de sus marcas de la línea de productos
para el hogar.

El empresario valenciano ha dejado
de ser el representante de los sectores
industriales tradicionales que
dieron esa fama de zona de emprendedores
con las exportaciones de
textil, calzado, juguetes, cerámica o
muebles. Y lo ha dejado de ser de
manos de los nuevos empresarios de
la construcción (ínfima parte del negocio
que no vemos y donde anidan
los grandes fondos de inversión del
capital especulativo financiero internacional),
y de gente como Juan
Roig y su modelo norteamericano
basado en Wall-Mart. Y no es el único,
el grupo de Tiendas Vidal (especializada
en importaciones chinas),
además de las cadenas francesas como
Carrefour, que han incrementado
su apuesta por las marcas blancas
como ha hecho Mercadona.
Lejos queda ya aquella iniciativa de
Supermercados con un “espíritu de
cercanía al consumidor”. Hoy Mercadona
es un gigante de la distribución
que paga su libre concurrencia
en los mercados con su silencio vuelto
complicidad política.

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