PUNTOS EN COMÚN. A diferencia de anteriores citas, la cumbre oficial tuvo algunos nexos con su correspondiente contracumbre.
Los gobiernos latinoamericanos autodefinidos como ‘antiimperialistas’ defendieron posturas semejantes a la del encuentro alternativo.

Centenares de organizaciones y
movimientos sociales de Europa y
América Latina (incluyendo el Caribe)
se dieron cita la segunda semana
de mayo en Viena, Austria,
en el marco del encuentro Enlazando
Alternativas II, punto de la
agenda de las movilizaciones sociales
consensuado durante el VI
Foro Social Mundial (FSM) descentralizado
de Caracas a fines de
enero del año en curso.

La cita austriaca se realizó en paralelo
a la Cumbre de jefes de Estado
y de Gobierno de esos dos continentes,
que entre el 10 y el 13 de
mayo permitió desfilar por la capital
europea a 60 mandatarios de
ambos lados del Atlántico.
Con la cumbre paralela, Viena se
convirtió así por algunos días en la
capital del ‘altermundialismo’, tomando
el relevo de Atenas, que
una semana antes había convocado
el IV Foro Social Europeo.

Evo, Chávez y Lage,
“puentes activos”

El acto de clausura de la cumbre alternativa
de América Latina y Europa
que congregó unos 1.600 delegados
de movimientos sociales,
ONG, sindicatos etc., contó con la
presencia de Evo Morales, presidente
de Bolivia, Hugo Chávez,
mandatario de Venezuela y Carlos
Lage, vicepresidente de Cuba.
Los tres, invitados a la Cumbre
oficial no quisieron dejar de lanzar
una clara señal participando también
en el evento ‘paralelo’. La de la
alianza activa entre gobernantes
progresistas y sociedad civil planetaria
para impulsar un “plan de batalla”
que permita “frenar al imperio”,
tal como fue expresado una y
otra vez en la tribuna austriaca.

Continuidad conceptual casi ‘natural’
de la reflexión de fondo que se
había iniciado algunos meses antes
en Caracas, durante el VI Foro Social
Mundial, cuando Hugo Chávez en
varios encuentros con los participantes
a ese evento había puesto sobre
la tabla la necesidad de avanzar -movimientos
sociales y gobiernos populares-
en un mismo camino, teniendo
en cuenta que el tiempo político
en la lucha mancomunada contra
la miseria y la destrucción ecológica
no es eterno y que los plazos se
acortan aceleradamente en el combate
para salvar el planeta.
La democracia de abajo y el poder
de los pueblos fue subrayada como
tesis fundamental por Evo Morales,
que insistió en que “la lucha de los
movimientos sociales está por encima
de los partidos de izquierda”.

Retomando la fórmula anticipada repetidamente
por el subcomandante
zapatista Marcos, de que “hay que
mandar obedeciendo al pueblo”.
Chávez recordó su premisa principal
de la actual etapa de la historia
política de la humanidad: “tenemos
que desmontar, neutralizar y
hacer que desaparezca el imperio
más cínico”, en tanto que el vicepresidente
cubano analizó el fracaso
de la cumbre oficial a partir de
un hecho contundente: hoy Europa
más que aliarse con Latinomérica,
se asocia con los Estados Unidos
“no puede haber consolidación de
algo que no existe”.

Por otra relación trasatlántica

Enlazando Alternativas II selló su
trabajo de tres días en un documento
final que rechaza con contundencia
el intento de la Unión Europea
de impulsar un Área de libre comercio
para el conjunto de la región para
2010, así como la voluntad de exportar
esa lógica hacia el continente
latinoamericano. Y se pronuncia
a favor de un “nuevo Acuerdo de
Asociación” entre ambas regiones.
Para que el mismo sea justo y
beneficioso “para nuestros pueblos,
debe salirse del modelo y las
reglas de un tratado de libre comercio”.

“No queremos libre comercio
entre Europa y América
Latina”, subraya la declaración.
Luego de pronunciarse sobre
una serie de aspectos candentes
de la política internacional -fin del
mandato de la ONU en Haití; solución
política y negociada en
Colombia; contra la injerencia en
Cuba y la complicidad europea
con los Estados Unidos...- el documento
concluye con cinco puntos,
que constituyen una suerte de síntesis
programática y consigna de
convocatoria, no al “ALCA europeo”
ni a los acuerdos de libre comercio
entre Europa y Latinoamérica,
contra la profundización
de los acuerdos de libre comercio
europeo con México y Chile y la
concreción de los mismos con
Centroamérica, Región Andina y
MERCOSUR; abolición de la deuda
externa de América Latina y el
Caribe con la Unión Europea.

El documento de Viena se opone
también al Tratado de Constitución
Europea; a la represión de
los y las inmigrantes; al concepto
de ‘Europa fortaleza’; a la directiva
Bolkestein y a la privatización
de los servicios públicos.
Concluye la declaración un llamamiento
a fortalecer la unidad y
confluencia biregional (en los dos
continentes) de los movimientos
sociales “para alcanzar otro mundo
posible, justo, equitativo, antipatriarcal
y en paz con el planeta”.