La segunda votación es el 22 de diciembre
Una constitución polémica que divide a Egipto

Diez muertos tras los enfrentamientos de varios días entre partidarios y detractores del texto.

, El Cairo (Egipto)
18/12/12 · 18:32
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Egipto volvió a las urnas al borde de la fractura social. Parece que la convulsa transición egipcia sigue sin dar un respiro. Cinco citas con las urnas en menos de dos años y aún no hay una cita electoral que no venga precedida por un terremoto político o una insurrección popular. Esta vez la convocatoria era para ratificar el borrador constitucional redactado a contrarreloj por la polémica comisión constitucional. Mientras las fuerzas islamistas reclamaban la aprobación del texto “por la estabilidad del país y superar la etapa transicional”, las fuerzas seculares reclamaban finalmente un voto negativo ante un texto que carece de consenso.

Un texto ‘cocinado’

26 miembros de la comisión redactora, de un total de cien, presentaban su dimisión acusando al resto de “cocinar un texto al gusto de las formaciones islamistas”. Las votaciones se celebraron el 15 y 22 de diciembre después de que el boicot, casi total, de los jueces dejara en cuadro la supervisión del referéndum.

Sólo 7.000 jueces habían dado el visto bueno a la supervisión de las votaciones en los cerca de 6.500 colegios electorales repartidos en la mitad del país. Apenas un juez por colegio. Y ni eso. Diversos testimonios denunciaban que algunos de los responsables de supervisar las votaciones no eran, de hecho, ni jueces. En un colegio de Alejandría se denunció que el juez era de hecho un simple funcionario de los juzgados mientras en El Cairo se encontró un profesor de secundaria haciendo las tareas de supervisión. La oposición ha reclamado listas detalladas de los presuntos jueces mientras ha denunciado otros fraudes. Las condiciones pedidas por la oposición no fueron respondidas, lo que abre la puerta a un posible no reconocimiento de los resultados que solo haría alargar la crisis del último mes.

Los primeros resultados de la primera vuelta muestran una estrecha ventaja de votos favorables al texto, aunque destaca por encima de todo una importante caída de la participación. Un descenso de la afluencia que parece haber afectado más a los opositores a Mursi que a sus partidarios, que a priori mostrarían una mayor fidelidad. La oposición, de confirmarse estos resultados, volvería a demostrar una vez más su poca capacidad de movilización y desaprovecharía el desencanto existente contra el presidente Mohamed Mursi.

Las votaciones han llegado apenas diez días después de los violentos enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente en las inmediaciones del palacio presidencial de Etehadeya, en El Cairo. Diez personas han muerto según el recuento oficial, casi todos por heridas producidas por armas de fuego. Amigos de Ahmed Faisal Metwali denunciaron que el guía supremo de los Hermanos Musul­ma­nes, Mohamed Badie, utilizó una imagen del joven diciendo que era un mártir islamista. Ni estaba muerto ni era islamista.

Un decreto sin cambios

Los Hermanos Musulmanes ningunearon a la oposición, que según éstos, no tiene apoyo real y se basa en ayudas extranjeras. Mientras las fuerzas seculares denunciaban las derivas dictatoriales de una hermandad a la que acusaban de tener milicias armadas.

La presión de EE UU forzó una llamada al diálogo primero por parte del presidente Mursi luego por parte de las Fuerzas Armadas. Todas fracasaban ante las reticencias de la oposición secular a sentarse a negociar sin antes aplazar el referéndum y anular el decreto que da inmunidad judicial al presidente Mursi. El presidente accedió sólo a maquillar el decreto, sin conseguir la aceptación de una oposición que sólo aceptó ir a las urnas una vez vio que éstas eran inevitables.

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