COLOMBIA
Confesiones de ‘paras’ desgastan a Uribe

Las investigaciones y revelaciones
explosivas sobre las carnales relaciones
entre el grupo paramilitar Autodefensas
Unidas de Colombia (AUC)
y el Estado colombiano estrechan el
cerco sobre la actuación de la policía,
el ejército y el entorno político
del presidente Álvaro Uribe. Apenas
unos meses después de las elecciones
que dieron a Uribe la mayoría
para un segundo mandato, cada vez
resulta menos creíble la reciente afirmación
del presidente en la que aseguraba
que jamás había “tenido relación

15/02/07 · 0:00
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Las investigaciones y revelaciones
explosivas sobre las carnales relaciones
entre el grupo paramilitar Autodefensas
Unidas de Colombia (AUC)
y el Estado colombiano estrechan el
cerco sobre la actuación de la policía,
el ejército y el entorno político
del presidente Álvaro Uribe. Apenas
unos meses después de las elecciones
que dieron a Uribe la mayoría
para un segundo mandato, cada vez
resulta menos creíble la reciente afirmación
del presidente en la que aseguraba
que jamás había “tenido relación
con los paramilitares”.

Dentro de las pesquisas, la Corte
Suprema de Justicia ha citado a declarar
a 60 personas en el marco de
la investigación que realiza para determinar
las vinculaciones entre numerosos
políticos y los paramilitares.
Entre los citados hay dirigentes
nacionales, regionales, oficiales de
la fuerza pública y paramilitares.
Destacan el ex candidato presidencial
Horacio Serpa, el ex ministro
Álvaro Araujo, el ex director
Nacional de Estupefacientes Juan
Carlos Vives, el ex gobernador
Lucas Gnecco Cerchar y el recién
relevado coronel Hernán Mejía.
Esta citación se produce poco después
de que el que fuera principal líder
de las AUC, Salvatore Mancuso,
sacudiera el panorama político con
una serie de revelaciones sobre los
vínculos del Estado y los ‘paras’.

Según afirmó Mancuso, las AUC pagaban
400.000 dólares mensuales a
la policía, para garantizar la “colaboración”
de las autoridades en la región
petrolera de Catatumbo (nordeste),
de la que era comandante.
El escándalo de la “parapolítica”
se vio impulsado después de que el
ex paramilitar entregara a la Fiscalía
un documento, conocido como el
‘Acuerdo de Ralito’, firmado el 23 de
julio de 2001 por 32 congresistas, gobernadores,
alcaldes, concejales y
funcionarios públicos, junto con líderes
de la AUC como Jorge 40, Adolfo
Paz o el mismo Salvatore Mancuso.
En el acuerdo secreto se sellaba la
alianza para un “nuevo contrato social”
entre paramilitares y sectores
de la política afines a Uribe.
El abogado Eduardo Carreño, defensor
de las víctimas de los crímenes
de los paramilitares, declaró que
las confesiones de Mancuso han permitido
confirmar la “magnitud y profundidad
del compromiso del Estado”
en los crímenes de las AUC.

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