COINCIDIENDO CON LA CUMBRE DEL G-20, CIENTOS DE COLECTIVOS, SINDICATOS Y PLATAFORMAS ORGANIZAN LA RESPUESTA
Comienza un nuevo ciclo de movilización

Cientos de miles de
personas tomaron las
calles en distintas partes
del mundo para exigir un
cambio radical del sistema
económico y rechazar las
medidas anticrisis de sus
gobiernos.

02/04/09 · 12:01
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LONDRES. Más de 50.000 manifestantes se unieron bajo el lema “Pongan a la gente primero”.

Los organizadores esperaban 10.000
personas, pero el número de manifestantes
que tomó el sábado las calles
de Londres durante la mayor manifestación
desde el comienzo de la
actual crisis, multiplicó por cinco las
expectativas. La marcha, bajo el lema
“Pongan a la gente primero” fue
organizada por una coalición de más
de 150 sindicatos, organizaciones
ecologistas, ONG y grupos religiosos,
entre ellos islámicos. “No pagaremos
vuestra crisis”, fue el lema
más gritado durante la jornada. Las
50.000 personas demandaron principalmente
la creación de empleo y
justicia social, seguido de la exigencia
a los gobiernos de medidas reales
contra el calentamiento global.

“Participaron muchos sindicalistas”,
destacó John Hillary, director
de la organización War on Want,
“creo que estamos ante el resurgimiento
del movimiento por la justicia
global. Será incluso más grande
que hace diez años en Seattle contra
la Organización Mundial de Comercio,
porque la gente siente que necesitamos
acciones y presión política
permanente, y no sólo la denuncia
de cumbres oficiales”. Para Hillary,
“la heterogeneidad de la gente en la
manifestación muestra cómo de enfadado
está todo el mundo, ya que
sufre una crisis de la que no somos
responsables”. Brendan Barber, secretario
general de la confederación
que representa a 58 sindicatos británicos,
dijo que la gente está furiosa
por la pérdida de empleos, la pobreza
y la desigualdad social. “Necesitamos
ver un cambio de enfoque en la
economía real ya que, si no, el desempleo,
la falta de vivienda y la pobreza
serán incalculables”, agregó.

Muchas familias con niños se sumaron
a la protesta. Jyoti Fernandes,
activista de Grassroots Action on
Food and Farming, vino a recordar
la “importancia de cuidar nuestros
territorios y nuestra alimentación”.
Las noticias del evento y los mensajes
de apoyo circularon rápidamente
por internet y las redes sociales virtuales
como Twitter y Facebook se
utilizaron para cubrir el acto en directo.
Uno de los blogs calificó la movilización
como “Protest 2.0”.

“Fue una movilización fantástica,
capaz de unir a anarquistas, sindicalistas,
activistas y a gente sin afiliación
política alguna de todo el Reino
Unido”, comentó Dave Tucker,
miembro de la red europea Seattleto-
Brussels. “El G-20 no tiene legitimidad
alguna –subraya Tucker– al
fin y al cabo son la misma gente que
nos ha llevado a la situación actual,
especialmente Gordon Brown”.
Al término de la Cumbre de Líderes
Progresistas, en Chile, el propio
vicepresidente estadounidense Joseph
Biden aceptó la idea de reformar
la arquitectura financiera global,
apelando a los miles de manifestantes
de Londres para que les den
una “oportunidad de adoptar medidas
para terminar con la crisis global”.

Sin embargo, Kevin Smith, uno
de los organizadores del Climate
Camp estima que “pocos creen que
las respuestas a la crisis actual salgan
de las deliberaciones ministeriales
y sus tópicos. Su liderazgo está,
intelectual y moralmente, en bancarrota,
igual que los bancos a los que
sirven. Si los gobiernos quieren recuperar
algo de confianza –insiste
este activista– tendrán que dar soluciones
al cambio climático, que no es
otra oportunidad para hacer negocios,
sino un imperativo moral. La
propuesta de la UE sobre el comercio
de carbono es un reflejo de la continuación
de esas políticas, es el próximo
caso de productos subprime”.

Protestas pacíficas

Los medios de comunicación de masas
buscaban indicios de violencia
para desacreditar las movilizaciones,
pero sólo en Berlín la policía reprimió
una marcha de más de 30.000
personas. En la capital financiera alemana,
Francfort, se reunieron hasta
25.000 personas. “Ha sido un éxito”,
declaró Bernd Riexinger del sindicato
de servicios Verdi, “para nosotros
las manifestaciones son un comienzo
esperanzador de una ola de protestas”.
A las dos citas habían convocado
180 organizaciones. En Viena,
20.000 personas se manifestaron por
un cambio del sistema económico,
siguiendo la llamada de 260 colectivos
de toda Austria, que exigieron el
“control democrático de los mercados
financieros, paquetes de políticas
sociales, no más dinero para los
bancos y responsabilidades a los
causantes y beneficiarios de la crisis”.
En Roma, cerca de 6.000 manifestantes,
en su mayoría estudiantes
y sindicatos, marcharon en protesta
a una reunión de ministros de Trabajo
del G-8. Por su parte, en Francia,
tras la resaca de la exitosa huelga
general era temprano para esperar
protestas masivas, no obstante se
organizaron acciones locales en más
de 40 localidades.

Diagnósticos y pronósticos

“El G-20 y los gobiernos nos muestran
que lo único que quieren es salvar
el sistema, conservar los beneficios
de una minoría y socializar las
pérdidas. Frente a esta situación, necesitamos
un cambio radical de sistema
y exigimos la abolición de los
paraísos fiscales, la creación de impuestos
a nivel mundial, particularmente
sobre las transacciones financieras,
la limitación de los altos ingresos
y la creación de un sistema
bancario y financiero público”, dijo
Aurélie Trouvé, presidenta de Attac-
Francia. En el centro de París, unas
mil personas protestaron bajo el lema:
“Las personas antes que los
bancos”. También en Suiza, Noruega,
Bélgica y otras ciudades europeas
se han producido manifestaciones
contra el G-20.

Hay una opinión compartida por
muchos activistas: “El mensaje de las
protestas debe señalar que ésta no
una crisis causada por la avaricia de
algunos banqueros, sino que es una
crisis del sistema capitalista”. Además,
el G-20 quiere “reforzar las instituciones
responsables de la actual
crisis, como el FMI y la Organización
Mundial del Comercio”, destacan en
sus comunicados. Kenneth Haar de
Attac-Dinamarca considera que hay
un “enorme potencial para la movilización
anticapitalista, ya que el capital
financiero –la fracción dominante
del capital– ahora mismo es más vulnerable.
De todas formas, falta la homogeneidad
en la oposición, hay
muchos movimientos, pero sus
agendas son difusas y por eso hasta
ahora no ha sido posible crear un
bloque fuerte”. El “peor” escenario,
según Haar, sería que la crisis alimentase
los sectores reaccionarios
chauvinistas, o que genere “parálisis”
y deje toda iniciativa a los políticos
de centroderecha.

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LONDRES. Más de 50.000 manifestantes se unieron bajo el lema ‚ÄúPongan a la gente primero‚Äù.
LONDRES. Más de 50.000 manifestantes se unieron bajo el lema ‚ÄúPongan a la gente primero‚Äù.
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