El cénit del petróleo, enmascarado por el colapso financiero

Cerca de 200 personas se reunieron en Barcelona en la VII
Conferencia Internacional de la Asociación para el Estudio
del Pico del Petróleo y del Gas (ASPO), del 20 al 21 de
octubre, para hablar de los retos de un sistema en crisis.

13/11/08 · 0:00
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El cénit del petróleo ha
quedado hábilmente enmascarado
por el reciente
colapso financiero
mundial. Muchos de los expertos
que participaron a finales de octubre
en Barcelona en la VII Conferencia
Internacional de la Asociación
para el Estudio del Pico del
Petróleo y del Gas (ASPO, por sus
siglas en inglés) ya habían advertido
desde hace varios años que,
dada la relación tan estrecha entre
crecimiento económico y consumo
de energía, se estaba llegando
a un límite máximo de producción
de energía en el mundo.
Y que esto implicaba la imposibilidad
de crecer en producción de
bienes materiales y servicios.

Esto, a su vez, sería el detonante
final que haría estallar el entramado
de un mundo financiero y especulativo
que se basaba en creer que
el crecimiento y el desarrollo económico
eran infinitos y podían
comprar hoy el futuro del trabajo,
el esfuerzo humano y, con ellos, el
crecimiento y la producción de
bienes y servicios de los años venideros,
cada vez a más largo plazo.
Porque la espiral del crecimiento
financiero iba siempre muy por delante
del ya espectacular crecimiento
de la producción física de
bienes y servicios medibles.

La ASPO es colectiva, compuesta
por geólogos, científicos, geofísicos,
ingenieros del petróleo y demás
expertos que analizan la situación
de la producción y las reservas
mundiales de petróleo. Un grupo
que no ha dejado de crecer desde el
año 2000, cuando Colin Campbell y
Jean Laherrere –geólogos inglés y
francés, respectivamente– crearon
esta asociación sin ánimo de lucro.
Lo hacían después de haber publicado
en 1998 su primer artículo,
‘El fin del petróleo barato’, en la
revista Investigación y Ciencia,
que resultó ser el primer aldabonazo
sobre este peligro que se cierne
sobre la humanidad.

Las más de 200 personas que, provenientes
de todas partes del mundo,
se reunieron en Barcelona en la
VII Conferencia de la ASPO pudieron
escuchar hasta 25 ponencias sobre
los aspectos del agotamiento del
petróleo y el gas natural y las repercusiones
sociales, económicas y geoestratégicas
que este hecho tendrá
pronto o está teniendo ya para la
humanidad. Además de algunas
interesantes aportaciones sobre soluciones
locales y propuestas de
reemplazo del petróleo y el gas.

Búsqueda a cualquier coste

En Barcelona también hubo oportunidad
de recordar las palabras del ex
secretario de Energía de los EE UU
Arthur Schlesinger (con James Carter),
en las que reconoció que los
analistas del cénit del petróleo podían
cantar victoria y que el mundo
se enfrentaría en menos de diez años
a una situación de dramáticas consecuencias
por este hecho. Tanto Colin
Campbell como Kjell Aleklett,
presidente honorario y presidente
de ASPO, respectivamente, volvieron
a señalar su convicción de que
estamos básicamente ya en el máximo
de la producción mundial del petróleo,
denominado “regular convencional”,
y que sólo la desesperada
extracción de petróleos alternativos
y más costosos (petróleo polar, de
aguas profundas a más de 500 metros
bajo lámina de agua, petróleos
pesados extraídos por minería más
que por perforación o productos
combustibles licuados del gas natural)
están pudiendo evitar la inevitable
caída, que sólo será retrasada por
estos productos colaterales un puñado
de años.

En definitiva, el actual colapso
financiero es la punta del iceberg y
efecto conocido de la verdadera
causa oculta de la inminente llegada
a los límites del crecimiento.




El cénit del petróleo, un tabú para los gobiernos

P.P.

Hoy ningún experto que se
precie niega la próxima llegada
a la producción mundial
máxima o techo del
petróleo –y poco después,
del gas natural–, para
seguir después un declive
irreversible. Aunque éste
sigue siendo un tema bastante
tabú para la mayoría
de los gobiernos, que no
aciertan a promover políticas
para enfrentar este tremendo
reto para la humanidad.
Es por ello que hay
que agradecer a varias entidades
del Gobierno de la
Generalitat de Cataluña,
señaladamente el Instituto
Catalán de la Energía, el
Consejo Asesor para el Desarrollo
Sostenible de la
Generalitat y el Ayuntamiento
de Barcelona, entre otros,
que hayan apoyado institucionalmente
la celebración
de esta conferencia internacional.
E, incluso, que
hayan incluido el concepto
del ‘cénit del petróleo’ en
sus planes sobre energía
para Cataluña. El hecho
comienza a ser inocultable,
aunque da pavor a muchas
empresas grandes del petróleo
y a los gobiernos del
mundo, que no saben bien
cómo tratar este espinoso
asunto. En Internet, son ya
cerca de cinco millones de
temas los publicados sobre
este asunto (Oil Peak), que
era cosa de pequeños círculos
de expertos hace apenas
una década. Hay cada
vez más miembros de la
clase política, tales como ex
ministros europeos, o miembros
de la clase empresarial,
que comienzan a hablar
de la necesidad de afrontar
este asunto cuanto antes y
de forma drástica, aunque
todavía sean minoritarios y
predomine la visión Business
as usual.

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