LOS PRECIOS SE DISPARAN TRAS LA AYUDA DE 210 EUROS
Los caseros hacen el agosto con las ayudas al alquiler

No se han empezado a cobrar
las ayudas al alquiler,
pero sus efectos ya se notan.
La Asamblea por la Vivienda
denuncia que, en algunas
zonas, los alquileres han
subido hasta un 20%.

07/02/08 · 0:00
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PRECIOS DESORBITADOS. Los alquileres en
el Estado son de los más caros de Europa / Olmo Calvo

Desde que el Gobierno anunciara
uno de sus planes estrella, las ayudas
al alquiler de 210 euros al mes
para jóvenes, muchos han advertido
que la medida podía generar un
efecto contrario al esperado inflando
los precios. Y así parece estar sucediendo.
En las grandes ciudades,
como Madrid o Barcelona, el alquiler
medio ha subido más del 8% desde
el año pasado, con incrementos
de hasta el 20% en algunas zonas,
según datos del INE, y la tendencia
sigue al alza. Esta situación puede
achacarse al encarecimiento de las
hipotecas que hace cada vez más
atractiva (por pura necesidad) la opción
del alquiler, aumentando la demanda
y, por consiguiente, los precios
de la oferta, pero también se debe
a la percepción de una supuesta
mayor capacidad adquisitiva de los
inquilinos: si los jóvenes tienen 210
euros más para gastarse, los alquileres
pueden subir.

Un alto número de requisitos

Sin embargo, se trata de una percepción
errónea y que repercutirá
muy negativamente en todas las demás
personas que también viven de
alquiler, pero que por edad o condición
laboral no pueden acceder a las
ayudas. En realidad los requisitos
que se solicitan reducen bastante el
número de beneficiarios. Sólo los jóvenes
entre 22 y 30 años, que tengan
una nómina que garantice unos
ingresos por un mínimo de seis meses,
y que no superen los 22.000 euros
al año, podrán pedir la renta. A
esto hay que añadir la necesidad de
presentar un contrato de alquiler y
la cuenta bancaria del propietario,
datos cada vez más cotizados y que
los caseros utilizan como chantaje.
Es el caso de Carmen, que vive de
alquiler en Madrid desde hace ocho
meses con un contrato verbal.
“Cuando le dije al casero que quería
formalizar el contrato éste se negó a
que pidiera la ayuda para no declarar
a Hacienda, o si no amenaza con
subirme 100 euros al mes”. No se
trata de un caso aislado, ya que, según
el Colectivo de Técnicos de
Hacienda (Gestha) seis de cada diez
casas alquiladas en la comunidad de
Madrid lo están de forma ilegal.
Teniendo en cuenta que más del
20% de la economía española funciona
en negro, y que nueve de cada
diez nuevos contratos son temporales,
las ayudas sólo las podrán recibir
unos 360.000 jóvenes, según estimaciones
del gobierno, es decir el
0,05% de la población. Y muchos de
ellos no percibirán la prestación
completa, ya que sólo se dará una
subvención por piso y repartida entre
quienes figuren en el contrato, lo
que significa que si hay tres titulares
y sólo uno reúne las condiciones, éste
recibirá 70 euros.

La asamblea VdeVivienda, que celebró
su primer encuentro estatal el
pasado fin de semana, considera
que la iniciativa es tan sólo un parche
y una medida electoralista, ya
que un “problema estructural” como
el de la vivienda, “sólo se puede
resolver con medidas estructurales”.
Por ello, aboga por un cambio legislativo
que saque a la vivienda del
mercado, entre otras cosas mediante
la creación de un amplio parque
de alquiler social a través de la intervención
de las viviendas vacías y la
promoción pública. Para ello, para
revindicar que la vivienda es un derecho,
no un negocio, la asamblea
prepara una manifestación el sábado
1 de marzo, a tan sólo una semana
de las elecciones.

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