REINO UNIDO // LA MAYOR PARTE DE LOS PROFESIONALES MÉDICOS SE OPONEN
Cameron privatiza la sanidad pública y da paso a empresas y pacientes privados

La reforma, aprobada el 27 de marzo, favorece la participación de empresas privadas en la atención médica del Servicio Nacional de Salud y permite hasta un 50% la entrada de pacientes privados en centros públicos.

- Cenas de negocios y financiación ilegal en la residencia de Cameron

03/05/12 · 9:44
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Cameron privatiza la sanidad. Foto: Megan Trace

"Tal y como lo veo, el sistema público
de salud está efectivamente muerto.
La ley ha acabado con él, y probablemente
termine totalmente en
manos privadas dentro de unos
20 años”. Así de contundente se
muestra un médico, que prefiere
mantenerse en el anonimato, de la
British Medical Journal (una de las
más importantes revistas médicas
británicas), contra la reforma del
National Health Service (NHS,
ServicioNacional de Salud).
Otras voces, sin embargo, se
muestran menos críticas con la
medida. “La mayoría de hospitales
se convertirán en proveedores
independientes
; en ese sentido, sí
se puede hablar de privatización.
Sin embargo, no creo que esto nos
lleve a un modelo similar al de
EE UU”, afirma Andrew Davies,
editor en BMJ Careers, una web
especializada en ofertas de trabajo
para personal médico.

Nueva ley sanitaria

La nueva ley sanitaria responde al
objetivo del Gobierno conservador
de ahorrar 20.000 millones de libras
en la provisión de atención sanitaria
durante lo que resta de legislatura y
supone la mayor remodelación del
Servicio Nacional de Salud desde su
creación, hace ahora 65 años. Esta
propuesta se enmarca dentro de los
planes de austeridad del Gobierno
de David Cameron, que incluyen medidas
tales como el aumento de la
edad de jubilación o los recortes en
educación, siempre con la finalidad,
argumenta el ejecutivo, de reducir el
déficit público.
“Hay gente que dice que no deberíamos
habernos embarcado en la
reforma del sistema sanitario. A esa
gente le diría que, por las presiones a
las que nos enfrentamos, no podemos
permitirnos no reformarlo”, escribía
el secretario de Estado de
Salud, AndrewLansley, en un artículo
para la British Journal of Nursing,
revista de enfermería británica.

La ley obliga a que la mayoría de
los hospitales adquieran el estatus de
National Health Service Foundation
Trust para 2014, lo que supone el
cumplimiento de una serie de requisitos
legales –de gobierno interno y
financieros– muy estrictos, que puede
derivar en una concentración de
recursos en centros de excelencia
y
la reducción de servicios en otros de
zonas más pobres.

De la privada con dinero público

Además, una de las características
principales de los Foundation Trusts
es la capacidad de admisión de pacientes
privados. La reforma de
Lansley ha aumentado el anterior
límite de 1,5% de pacientes del sistema
privado hasta el 49%
, despertando
los temores en los profesionales
del sector hacia una priorización de
este tipo de pacientes frente a los provenientes
del sistema público.
Asimismo, una de las medidas
más controvertidas de la reforma
es la eliminación de las organizaciones
de atención primaria, que
actualmente controlan la designación
del presupuesto médico, en favor
de la creación de los grupos de
comisionado clínico, organismos
que estarán compuestos en su mayoría
por médicos de familia y que
se responsabilizarán principalmente
del gasto médico. Esta descentralización
propuesta por el Gobierno
para la financiación de los servicios
médicos abre la puerta a las
compañías privadas a través del mecanismo
de concurso denominado
“cualquier proveedor cualificado”.
De esa forma, tanto organizaciones
privadas como públicas competirán
por la prestación de atención médica
siguiendo el propósito del ejecutivo
de fomentar la competitividad.

Una investigación llevada a cabo
por la organización False Economy,
financiada por Federación de Sindicatos
del Reino Unido, ha descubierto
que, tras analizar a los miembros
de 50 de los nuevos grupos de
comisionado clínico, en 22 de ellos,
más de la mitad de los médicos de
familia que los componían también
trabajaban o tenían intereses en el
sector privado. A pesar de que desde
el Ministerio de Salud se asegure
que se pondrán en práctica normativas
para impedir los conflictos de
interés, las revelaciones del informe
resaltan el peligro de que las
nuevas agrupaciones, responsables
de 60.000 millones de libras (72.000
millones de euros) del presupuesto
médico, beneficien a empresas en las
que también participan. Sin embargo,
la mayor parte del sector profesional
médico se ha manifestado en
contra
de la nueva ley, expresando
públicamente su rechazo a la propuesta
de Andrew Lansley.

La oposición de organizaciones de
la importancia de la BritishMedical
Association (BMA, Asociación de
Médicos Británica), el Royal College
of Physicians (Colegio Real de
Médicos) o Royal College of Nursing
(Colegio Real de Enfermería), se refleja
también entre los propios médicos
de familia, que pasan a ser los
encargados de administrar la mayor
parte del presupuesto.
Según una encuesta de la BBC, tan
sólo un 12% de los médicos de familia
considera que la nueva estructura
mejorará la atención sanitaria, frente
a un 55%que cree que tendrá un impacto
negativo. Asimismo, el 87% de
los encuestados cree que las compañías
privadas van a adquirir mayor
participación en el sistema sanitario
y un 83% opina que la ley conducirá
a un mayor racionamiento de la provisión médica
en su área.

Rechazo a la privatización

La BMA, principal sindicato de
médicos en el Reino Unido, ha sido
una de las organizaciones más
críticas con la reforma sanitaria:
“Hubiera sido mejor que no se
planteara la ley en primera instancia.
Está viciada desde la base, e
incluso con todas las enmiendas
planteadas, pone un énfasis excesivo
en las fuerzas del mercado y
amenaza con fragmentar nuestro
sistema de salud”, según afirma el
doctor Hamish Meldrum, presidente
de la BMA, en una carta pública
a sus miembros.
El rechazo a la remodelación del
NHS se ha trasladado también a la
sociedad británica. Según la encuesta
de YouGov de marzo de este
año, un 48% de los encuestados se
opone a la reforma frente a un 14%
que la apoya, y un 46% opina que
va a suponer un empeoramiento
del servicio –frente a un 18% que
cree lo contrario–, visión mayoritaria
compartida también por el 66%
de sus trabajadores, según otra encuesta
de la misma organización.

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[Cinco claves para leer la reforma sanitaria española->http://www.diagonalperiodico.net/Cinco-claves-para-leer-la-reforma.html?...

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