BALANCE // SITUACIÓN TRAS DIEZ MESES DE GOBIERNO
Bolivia y la lucha por nacionalizar las minas

Tras diez meses de Gobierno de Evo Morales es hora
de comprobar si están tomando forma los cambios
que planteó en su programa, cambios que se sustentan
en tres pilares: una nueva Constitución, la nacionalización
de los recursos naturales y la equitativa distribución
de tierras.

26/10/06 · 0:00
JPG - 17 KB
 
EN LA MINA. Mineros cooperativistas en el cerro de Potosí. / Olmo Calvo

La prevista refundación del país
mediante una nueva Constitución avanza lentamente
por los bloqueos de la oligarquía, la reforma agraria se
ha quedado en la distribución entre los campesinos
más pobres de tierras públicas difícilmente cultivables
y la prometida nacionalización de recursos no es tal,
ya que no afecta al control de las multinacionales.

Las 16 muertes causadas tras los enfrentamientos
entre mineros asalariados
de la compañía estatal
COMIBOL y mineros cooperativistas
en el rico yacimiento de estaño
de Huanuni, departamento de
Oruro, al sur del país, han abierto
una crisis política en Bolivia, tras la
cual dimitió el ministro de Minería y
quedó en evidencia la posición del
Gobierno respecto a la gestión de los
recursos naturales. Los mineros cooperativistas
querían apropiarse de la
mina, como ya hicieron años atrás
con otros yacimientos de propiedad
pública. Por su parte, los mineros
asalariados de la estatal planteaban
convertir a los cooperativistas en
asalariados de COMIBOL y que la
administración de las minas se hiciera
bajo “control obrero colectivo”,
para que la asamblea de trabajadores
controle las inversiones y el
proceso productivo.

Para entender el conflicto hay que
remontarse a los años ‘80, cuando el
alto déficit de la economía boliviana
debido a la mala gestión, a la corrupción
de sus gobernantes y a la depredación
del capital internacional trajo
consigo la receta del Banco Mundial
de privatizar las empresas públicas
para sanear la economía. Las mejores
minas de la empresa pública minera
COMIBOL se entregaron a las
multinacionales, con un resultado de
27.000 mineros despedidos. Algunos
de estos despedidos se asociaron en
cooperativas y se pactó que, sin ser
asalariados, pudieran seguir sacando
minerales de las minas estatales.
Tras dos décadas, los cooperativistas
crecieron en número dando lugar a
un fuerte movimiento social que se
apropió de algunas de las minas estatales
que no habían sido vendidas a
las multinacionales. Era un modo de
luchar contra la corrupción existente
en la pública COMIBOL y de asegurar
el sustento para los miles de mineros
desempleados. El poder de las
cooperativas creció con la llegada de
Evo Morales, hasta el punto de que
uno de los dirigentes cooperativistas,
el recién dimitido Walter Villarroel,
fue nombrado ministro de Minería.

El pasado 6 de octubre los cooperativistas
irrumpieron en el yacimiento
de estaño de Huanuni con la intención
de ocuparlo a golpe de dinamita,
acción que no tuvo éxito y que se
saldó con 16 muertos y 61 heridos.

Multinacionales

Antes del enfrentamiento entre mineros
de Huanuni desde el Gobierno
se propuso, para contentar a ambos
bandos, la creación de una nueva
empresa donde la estatal COMIBOL
tendría el 51% de las acciones, los mineros
sindicalizados el 24,5% y los
cooperativistas el 24,5%. Por este tipo
de propuestas algunos acusan al
ministro de haber favorecido a las cooperativas
en detrimento de la empresa
pública. Según un informe de
la ONG especializada CEDLA, “desde
el Ministerio se impulsa la firma
de contratos de riesgo compartido
con empresas extranjeras, con la particularidad
de que las cooperativas
mineras se están convirtiendo en la
punta de lanza del ingreso de las
transnacionales en el sector minero”.

Aunque es difícil de probar que alguna
multinacional esté detrás de la invasión
de Huanani, algunos datos parecen
indicar que pudiera existir alguna
relación. El yacimiento Huanuni,
uno de los primeros del mundo en
reservas de estaño, ya fue vendido en
2002, tras la subida de los precios internacionales
de los minerales, a la
multinacional británica RBG Resources
PLC, empresa que quebró por un
fraude financiero de más de 600 millones
de dólares. Huanuni fue retomada
por sus trabajadores y volvió a
ser pública, pero recientemente varias
cooperativas han anunciado la
supuesta compra en Londres de las
acciones de RGB por más de un millón
de dólares, lo que las haría propietarias
de la mina. ¿De qué tipo de
cooperativas hablamos? El propio viceministro
de Coordinación con los
Movimientos Sociales, Alfredo Rada,
reconoció que “hay una franja pequeña
de cooperativistas que están acumulando
capital, que son dueños de
las cooperativas”. ¿Es posible que alguna
multinacional esté involucrada?
No se sabe con certeza, pero según
fuentes gubernamentales, estos
“dueños” de las cooperativas viajaron
a Londres acompañados por
Walter Villarroel, ex ministro que en
1997 firmó el decreto que transfirió
la propiedad de los hidrocarburos en
boca de pozo a las multinacionales.

Hoy, Villarroel es director ejecutivo
de Coeur Manquiri S.A., subsidiaria
boliviana de Coeur d’Alene Mines
Corporation, la primera multinacional
en extracción de plata del mundo
y que está a cargo de un megaproyecto
minero al sur del país. ¿Qué
sentido tiene que este ejecutivo viaje
con mineros cooperativistas a Londres?
Según el mismo informe de
CEDLA, a las multinacionales “asociarse
con las cooperativas les deje
tener un colchón social que les da la
seguridad jurídica a largo plazo a que
obligan las inversiones mineras”.

Las próximas semanas son claves
para saber si el Gobierno está comprometido
con la nacionalización de
la minería. Se sabrá si se decanta por
potenciar la compañía pública minera
o por concesiones a las cooperativas
e intereses privados. El nuevo
ministro hizo una propuesta a los cooperativistas
de incluirles como asalariados
en la pública COMIBOL,
oferta que no parece disgustarles.


“LA INVERSIÓN PRIVADA NO SE TOCA”

Al igual que está sucediendo
con los hidrocarburos, el discurso
del Gobierno de Morales
con respecto a la recuperación
de los recursos mineros
no coincide con las decisiones
y acuerdos alcanzados. Por un
lado se insiste en que los
recursos minerales de Bolivia
serán nacionalizados, pero
recientemente el vicepresidente
Linera dijo que “la inversión
privada, extranjera y local que
invierte, que genera empleo,
no se toca”. ¿Qué se pretende
entonces nacionalizar? A día
de hoy el capital multinacional
controla el 66% de la producción
minera con unos beneficios
anuales de mil millones
de dólares (estimados para
el año 2006), que apenas
dejan al Estado 25 millones
en impuestos.

Morales declaró recientemente
que “el Gobierno tiene la obligación
de recuperar las minas
para el pueblo y el Estado boliviano,
donde todavía no se ha
invertido ni un peso”, pero
indagando en el nuevo Plan
Nacional de Desarrollo recién
elaborado por el Gobierno para
el período 2006-2010, donde
se estima que las exportaciones
de minerales aumentarán
mas de un 300% y las de
hidrocarburos un 250%, los
datos nos dicen que apenas
un 13% de la inversión pública
para esos años se destinará a
la inversión en la industria de
materias primas. De estos
datos se deduce que la mayor
inversión para que este incremento
de la exportación se
produzca la harán las multinacionales
extranjeras. Para Lorgio
Orellana, investigador del
Centro de Estudios para el Desarrollo
Laboral y Agrario
(CEDLA), “los ejes centrales de
la política económica preservan
el neoliberalismo. La actividad
hidrocarburífera y minera
será básicamente financiada
por la inversión extranjera y por
créditos externos. La propiedad
sobre los medios fundamentales
de la producción en Bolivia
no será predominantemente
estatal, sino del capital privado
y transnacional”.

+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

0

separador

Tienda El Salto