JOSÉ LUIS BARDASANO, MÉDICO EXPERTO EN CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA
“El aumento de alzheimer puede estar ligado al abuso del teléfono móvil”

“Al científico que relacionó el tabaco con el cáncer de pulmón también le tomaron por
loco”, dice este médico y experto en contaminación electromagnética, que critica los informes
que, influidos “por las presiones de la industria”, niegan la peligrosidad de las ondas.

18/09/08 · 0:00
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Pese a que el discurso científico y
médico dominante defiende la inocuidad
de las ondas electromagnéticas,
ecologistas y consumidores
no cesan de reclamar más control
sobre ese tipo de contaminación y
más investigaciones para conocer
sus efectos a largo plazo. José Luis
Bardasano, catedrático de Medicina
en la Universidad de Alcalá de
Henares y presidente de la Fundación
de Bioelectromagnetismo y
Ciencias de la Salud, es uno de
quienes cuestionan la conclusión
de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) de que es “poco probable”
que la exposición a estos
campos esté ligada al cáncer.

DIAGONAL: ¿Qué responde a las
conclusiones de la OMS?

JOSÉ LUIS BARDASANO: Es un
organismo que va con retraso por
el exceso de burocracia. LA OMS
ya ha reconocido que las líneas de
alta tensión pueden favorecer la
aparición de cáncer. ¿Vamos a tener
que esperar 50 años para abordarlo
cuando en los congresos de
vanguardia se afirma que es malo?
En Alemania se han presentado 52
proyectos de investigación sobre
el tema. Al científico que relacionó
el tabaco con el cáncer de pulmón
también le tomaron por loco, por
la presión del lobby de las tabacaleras.
En España existen importantes
presiones por parte de la industria
y de las operadoras. Los
que las eludimos somos considerados
como los proscritos de la
ciencia; a mí incluso me han censurado
en televisión. Hay tecnologías
más inocuas como la fibra óptica,
pero la industria teme perder
dinero con el cambio.

D.: ¿Cómo actúan las ondas?

J.L.B.: Una investigación de Leif
Salford, de la Universidad de Lund
(Suecia) en la que comparaba ratas
control con otras expuestas a radiación,
demostró que destrozan las
neuronas del hipocampo [una parte
del cerebro que participa en la
memoria y la orientación espacial].
También las del hipotálamo, región
relacionada con las emociones, la
ternura, el comportamiento sexual,
la agresividad. Altera la barrera hematoencefálica
(entre los vasos
sanguíneos y el sistema nervioso
central) y produce depósitos de
proteínas anormales. Esos resultados
se consideran extrapolables al
ser humano.

D.: Usted se centra en los efectos
sobre la glándula pineal.

J.L.B.: Alojada en el centro del encéfalo,
tiene la función de segregar
melatonina. Lo hace sólo de
noche, cuando no hay luz. La melatonina
es un potente anticancerígeno.
Combate los radicales libres,
que provocan el envejecimiento
prematuro, facilitan la aparición
de cáncer y de enfermedades neurodegenerativas.
Las ondas del
móvil actúan como una especie de
luz invisible que reduce la segregación.
Que cada vez haya gente
más joven con una demencia senil
como el alzheimer puede tener relación
con la alteración del hipocampo
y con la escasez de melatonina.
Existen hipótesis bien fundadas
de que el riesgo de cáncer de
mama aumenta en personas predispuestas
a desarrollarlo. Se han
registrado casos de pubertad precoz
en niñas, y puede agravar la
depresión y el jet-lag. Existen complementos
de melatonina procedentes
de fuentes vegetales disponibles
en el mercado.

D.: ¿Qué recomienda a los usuarios
de móviles para reducir la incidencia?

J.L.B.: El problema no es el móvil
ni el progreso, sino su mal uso. Hay
que reducir al mínimo el tiempo de
exposición y alejar el aparato de la
oreja. Deben evitar su uso las embarazadas,
porque las ondas interfieren
en la formación del feto, y los
niños hasta los 13 años, porque su
cerebro absorbe más radiación. Los
sistemas de auriculares no son recomendables
porque el cable produce
corrientes inducidas. Hay que
evitar hablar en el coche, porque se
produce un efecto campaña que aumenta
la señal y la rebota. Se comercializan
artilugios para minimizar
los efectos, como unos plásticos
que apantallan las emisiones.

D.: ¿Qué hay del wifi, una tecnología
en auge?

J.L.B.: Hay que evitar trabajar con
el ordenador sobre las piernas, porque
los genitales son una zona especialmente
sensible. Una exposición
prolongada podría empeorar
la calidad de los espermatozoides y
provocar trastornos en el aparato
reproductor femenino.

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