Frente a los planes especulativos del ayuntamiento de Berlín, miles de vecinos y activistas reclaman un uso social del espacio.
El 20 de junio cerca de 5.000 personas procedentes de numerosos países europeos se disponían a ocupar el aeropuerto de Tempelhof, en el céntrico barrio berlinés de Neucoll. Desde abril una convocatoria pública apelaba a esta okupación para intentar recuperar el espacio. Dos meses después más de 1.500 policías les esperaban en los alrededores del que fuera el aeropuerto de Hitler, el más grande de Europa. Al final del primaveral día, el resultado de 102 personas detenidas. De ellas, sólo tres con cargos.
La manifestación había sido convocada por el vecindario de la zona que se agrupa en la asociación ’the Neukölln crew’, y por varios grupos de activistas, según se desprende de su manifiesto, como forma de protesta por la intención del Ayuntamiento de utilizar el espacio para viviendas de lujo y hoteles. Frente a esto, los activistas proponen un uso no comercial de los terrenos: construcción de viviendas protegidas, parques, teatros y centros culturales.
El aeropuerto de Tempelhof cumplía una función estratégica durante el bloqueo realizado por la URSS a Berlín Oeste entre 1948 y 1949 al ser el único punto de abastecimiento de la ciudad. Las instalaciones, abandonadas desde el 31 de octubre de 2008, cuando se cerró definitivamente, ocupan 400 hectáreas de terreno (525 campos de fútbol) en el centro de la ciudad.
Según los vecinos de la zona, el plan urbanístico del Ayuntamiento se asemeja al previsto en las orillas del rio Spree (donde se han empezado a construir oficinas y apartamentos de lujo), y producirá un cambio radical en la estructura de la ciudad. Por ello, reivindican que se les tenga en cuenta a la hora de decidir cómo se va a usar los terrenos del viejo aeropuerto. Hasta ahora no han sido consultados, según denuncian.
Ambiente festivo
La manifestación, en forma de Street party, comenzó alrededor de las 14 h en las calles cercanas al aeropuerto de Templehof. Previamente, se había cortado una de las calles del barrio de Neucoll y se habían organizado puestos con información sobre el aeropuerto, comida agroecológica, juegos para niños y música. Miles de biclicletas subían y bajaban por los alrededores del aeropuerto.
Al inicio de la marcha unos manifestantes que acudieron vestidos de payasos fueron detenidos sin motivo por parte de la policía. Con dificukltades de movimiento por los constantes cortes policiales de las calles aledañas, los miles de manifestantes se acercaron a la valla del aeropuerto donde realizaron una sentada. Sin provocaciones previas, según diversos testigos, fueron atacados por la policía con porras y sprays de pimienta. Por otra parte, un grupo de samba que iba tocando música en la calle fue detenido con violencia, según han declarado activistas presentes en el momento de los hechos.
A lo largo de la noche y la madrugada, la manifestación que hasta ese momento había transcurrido de un modo relativamente tranquilo dio lugar a una pequeña carga policial, cuando varios manifestantes intentaron saltar la valla que rodea al antiguo aeropuerto. A pesar de los numerosos intentos al final no se okupó el aeropuerto, pero se visibilizó durante todo el día las reivindicaciones del tejido asociativo berlinés dentro de las actuales reformas urbanísticas.
FOTOS: Salta
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