Acuerdos de paz
El fantasma del genocidio reaparece en Colombia

Mientras se espera la ratificación de la paz entre el Gobierno y las FARC, este fin de semana arroja nuevas cifras de violencia: tres muertos de Marcha Patriótica y atentados contra otros tres dirigentes populares.

, Bogotá (Colombia)
23/11/16 · 12:15
Portavoz de Marcha Patriótica denunciando un plan para matar a los líderes sociales. / Colombia Plural

texto de Eva Tanco

Los nuevos acuerdos de paz de Colombia, después de la pírrica victoria del 'no' en el pleibiscito del 2 de octubre, han dejado ya La Habana y en Bogotá se acaba de anunciar que se firmarán mañana jueves y serán refrendados por el Congreso. Mientras, varios líderes sociales, miembros del movimiento Marcha Patriótica y dos miembros de las FARC han muerto en los últimos días, y se han registrado otros tres atentados con heridos. Los hechos, sin determinar con claridad, han ocurrido en zonas de reagrupamiento de la guerrilla de Cauca y Nariño y en el área de San Vicente del Caguán en Caquetá. Al margen de los dos farianos, el resto de víctimas tienen en común su vinculación con organizaciones campesinas en regiones que en Colombia siguen estando “calientes”.

Si bien las FARC han sido cautelosas a la hora de no señalar a ninguna facción por estos hechos, que deberá investigar la Misión de Verificación tripartita (ONU, Gobierno y FARC), la izquierda colombiana alza la voz de alarma enumerando las similitudes con el exterminio de la Unión Patriótica. Este partido político nació en los ochenta a partir de la desmovilización de distintos frentes subversivos y fue sometido a un exterminio sistemático: 3.500 de sus miembros fueron asesinados en las décadas siguientes. Al igual que la Unión Patriótica, el movimiento Marcha Patriótica –que apenas cuenta cuatro años de vida– proclama la necesidad de la negociación política para salir del conflicto armado en el país. En estos cuatro años, suman 124 miembros asesinados.

“Un nuevo genocidio está en marcha contra líderes sociales y campesinos”, han escrito las FARC en una carta abierta al presidente Juan Manuel Santos. Por su parte, el fiscal general de Colombia ha designado a 21 investigadores para resolver las denuncias de asesinatos, atentados y amenazas.

Tanto Marcha Patriótica como el resto de organizaciones civiles de izquierda –Movice, movimientos de restitución de tierras y otras– urgen al Gobierno a ratificar cuanto antes los acuerdos de paz y a implementar los mecanismos de protección incluidos en el texto, como paso imprescindible para ofrecer seguridad a los líderes amenazados.

Uno de los supervivientes de este fin de semana es Danilo Bolaños, dirigente de la asociación de campesinos ASTRACAN, que salió vivo de un atentado en Nariño el pasado día 19. “No estamos viviendo la paz”, dice Bolaños, preocupado “por la falta de garantías y protección por parte del Estado y por parte del Gobierno departamental y nacional. Temo por mi vida ante la posibilidad de un nuevo atentado”.

“124 asesinatos en cuatro años, no se puede negar que son agresiones sistemáticas”, insisten desde Marcha Patriótica. El expediente histórico del país atestigua que este tipo de genocidio es posible y clama contra la responsabilidad indolente de unos poderes que cierran los ojos.

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