El caldo de cultivo de la captación del Estado Islámico
El 42,6% de los alistados por el Estado Islámico en España estaban en paro

El incremento de la islamofobia, el sentimiento de no pertenencia a la categoría de "españoles", el paro y la pobreza son factores determinantes en el paso al Estado Islámico de cientos de jóvenes.

18/11/16 · 13:17
El exministro Jorge Fernández en una visita a Ceuta en 2012.

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A raíz del miedo y de la falta de conocimiento de los ciudadanos sobre el Estado Islámico desde que empezase sus esporádicos ataques y sus constantes amenazas a Europa en 2013, la islamofobia vive un repunte crucial en España y en el mundo. Los incidentes por islamofobia se incrementaron entre 2014 y 2015 en un 567% y entre la población se tiene la creencia de la peligrosidad del mensaje del Corán. Incluso consagrados académicos hablan del “choque de civilizaciones” entre las dos religiones insertas en sociedades que a día de hoy se venden como antagónicas.

Sin embargo, a través del estudio científico se puede extraer la siguiente conclusión: En España, es directamente proporcional la aceptación del yihadismo radical a la pobreza desmesurada de las personas que acaban adeptas al movimiento.

La sociología tiene dos términos esenciales que sirven para entender aún mejor el problema de yihadismo en España: Infraclase y anomia. El economista Gunnar Mydral definió el concepto de infraclase como aquellas personas y familias desempleadas y gradualmente inempleables y subempleadas. Por otra parte, la anomia, término propuesto por Durkheim y desarrollado por Robert Merton, hace referencia la ausencia de medios necesarios para alcanzar las metas y el estatus social que se exige para formar parte de una sociedad. Es decir, aquellas personas que se sienten excluidos socialmente y frustrados por la falta de oportunidades de salir del pozo, son las víctimas de la anomia. El ciclo que se produce es el siguiente: la desigualdad genera una capa de extrema pobreza llamada infraclase. Pertenecer a esta produce anomia. La anomia, que produce exclusión y falta de identidad dentro de la sociedad en la que se vive, es el paso definitivo para ver con buenos ojos el radicalismo religioso, que al menos, te hace sentir parte de un proyecto.

El barrio de El Príncipe: pobreza y reclutamiento

El gran foco de captación yihadista en España es, precisamente, uno de los mayores focos de pobreza del país. El barrio de El Príncipe, en Ceuta, se formó a través de asentamientos espontáneos a partir de la década de los 40, y poco a poco sirvió de punto de encuentro para poblaciones musulmanas emigrantes. A día de hoy, tiene una población oficial de 12.000 personas, pero hay estudios que aseguran que si se contabilizan aquellas personas que no están censadas ni empadronadas, la cifra rondaría los 20.000 ciudadanos. Es en este barrio donde entre el riesgo de pobreza afecta a más del 70% de los allí residentes y donde el 44% de los hombres de entre 15 y 44 años son considerados pobres.

Según el propio gobierno ceutí, el riesgo de pobreza en Ceuta en 2013 era del 33,7%, doce puntos por encima de la ya alta media española (21,8).

En la obra de Fernando Reinares y Carola García-Calvo, El Estado Islámico en España, se presentan muchos datos que revelan el verdadero aliado del Daesh: La pobreza extrema. Sin embargo estos autores se muestran un poco más conservadores en sus conclusiones, ya que omiten ideas como la de infraclase o anomia a la hora de localizar los causantes de este germen.

Y es que repasando datos que luego merecen una interpretación cabal y sólida, vemos que desde que el Estado Islámico actúa en España, ha aumentado el número de alistados que solo realizan los estudios de secundaria (acaban la ESO o bachillerato), en torno al 59%. Otro 28% de los captados, solo han finalizado la primaria. Si se mira a través de otro prisma, el 45% de los reclutados por la agrupación terrorista en España, tienen antecedentes penales. Y otro dato abrumador es que de estos alistados, el 42,6% estaban en paro o no se les conocía ocupación. En contrapunto, solo el 2% pertenecían al rango de empresarios con asalariados.

Islamofobia y musulmanes en el mismo país

Los medios de comunicación de masas hacen creer a sus consumidores que hay una guerra de ellos contra nosotros, de Occidente contra Oriente y del cristianismo contra el islamismo. Pero la realidad utiliza mucho más el gris. Entre 2013 y 2016, el 45,3% de los detenidos por formar parte del ISIS, eran españoles. Al igual que pasó en los asesinatos de la sala Bataclan en París, los terroristas eran europeos de facto, pero no lo sentían como tal, ya que pertenecían a la infraclase de Bélgica y Francia, donde los guetos están llenos de musulmanes.

La razón principal de que una parte de la población (el 63% de entre 24 y 34 años) acabe por integrarse dentro del Estado Islámico y abracen el yihadismo es clara: son excluidos de los círculos identitarios que se generan en España a causa de su ascendencia y su pobreza. No se sienten miembros de derecho en este país y son captados por aquellos que usan esos defectos en su favor: 'con nosotros sí vas a estar en familia'.

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