Gestión de residuos
El pueblo que no quiso ser capital de la basura

Loeches albergará un vertedero para dar servicio a 750.000 personas. Los ecologistas presentan una alternativa.

25/10/16 · 7:13
Edición impresa
Loeches ha llevado a los tribunales la instalación del vertedero en su término municipal. / Adolfo Luján

Un pueblo de 8.500 habitantes; un contrato millonario de gestión de residuos a 20 años adjudicado mayoritariamente a una subsidiaria de FCC; la basura de una población de 750.000 personas –229.000 toneladas al año–, repartidas en 31 municipios del este de la Comunidad de Madrid, y una propuesta ecologista que pretende cambiar el modelo de gestión de residuos y parar la instalación de un vertedero para transformarlo en pequeñas plantas descentralizadas que aprovechen al máximo lo que hoy son desechos. Son las principales variables de un conflicto medioambiental y municipal que se extiende ya nueve años: la instalación de la planta de gestión de residuos de la Mancomunidad del Este de Madrid; ‘macrovertedero’ para unos, ‘ecoparque’ para otros.

Esta historia comienza en 2007, con la creación de la Mancomunidad del Este, el órgano responsable de la gestión y el tratamiento de los residuos sólidos urbanos (RSU) de, en aquel momento, nueve municipios del Corredor del Henares, hoy 31. La zona cuenta con un único vertedero, situado a las afueras de Alcalá de Henares. Pero éste no da para más, y está previsto que en 2018 se colmate. En el horizonte, la directiva europea que impone la obligación de reciclar, en el año 2020, al menos el 50% de los RSU.

La solución al problema se acordaba unos meses más tarde de la creación del organismo, con la construcción de una planta con incineradora de plasma, adjudicada a Ecomesa (subsidiaria de FCC) por un importe de 21 millones de euros anuales en el término municipal de Alcalá de Henares. Pero esta historia no acaba aquí, más bien comienza.

Por diversos motivos –la huella sonora de la base aérea de Torrejón o la existencia de la Zona Especial de Protección de Aves de Daganzo, entre otros– la ubicación del macrovertedero comienza a modificarse. De Alcalá pasa a Daganzo, de Daganzo a Corpa –donde la movilización vecinal consigue pararlo– y de ahí la patata caliente acaba en Loeches.

Todo este proceso “no llega a ser hablado en la Mancomunidad, sino que se hace por la puerta trasera”, relata Rosa Domínguez, integrante de la plataforma No Macrovertedero, Sí Residuos Cero, ente que lucha contra la implantación de las instalaciones y busca un modelo de gestión de RSU más ecológico.

Así, llegamos al 28 de abril de 2011, fecha en la que una votación en la Mancomunidad decide que será Loeches la localidad que albergue la planta, sin que el entonces alcalde socialista del municipio estuviese presente. “Justo antes de las elecciones se hace la votación, se modifica el contrato de FCC y donde pone Alcalá ahora pasa a poner Loeches”, destaca la activista. Se había elegido cuál sería la nueva capital de la basura del Henares.

Que sí, bueno, no

El nuevo alcalde de Loeches, Antonio Notario, que conseguía la mayoría absoluta para el PP en 2011, hizo suyo el proyecto a cambio de beneficios económicos para el pueblo: un euro por tonelada gestionada y la contratación de personal residente en la localidad.

No contaba con la movilización vecinal contra la creación de un vertedero de 105.000 m2 junto a sus casas, con una planta adyacente de tratamiento de residuos. Tampoco con la fuerza de la oposición. La presión conseguía finalmente que Notario diese marcha atrás y en julio de 2015, con el PP ya sin mayoría absoluta, el Ayuntamiento acuerda, por unanimidad, la revocación del acuerdo para la implantación del vertedero. También modifica la ordenanza municipal de Medio Ambiente, prohíbe la instalación de cualquier tipo de planta de gestión de RSU en el municipio –ordenanza recurrida por Ecomesa y hoy en los tribunales–, y cede a Miguel Ángel Morales, de la candidatura de unidad popular Juntos por Loeches, la representación del pueblo en la Mancomunidad.

Tras un periplo de nueve años, el conflicto llegaba el pasado julio a la Mancomunidad del Este, donde se votó la ubicación del vertedero. Quince municipios, de los cuales ninguno salvo Pozuelo del Rey comparte frontera con el término municipal de Loeches, votaron a favor. En contra, ocho localidades, todas las cercanas a Loeches, a excepción de la vecina Campo Real, que se abstuvo, y Ambite.

Desde las organizaciones contrarias al vertedero, integradas en la plataforma No Macrovertedero Sí Residuo Cero, denuncian la “falta de participación y democracia” de la votación. Francisco José Ramírez, de Ecologistas en Acción, expone que “el proyecto no se ha llevado a los plenos de los municipios que pertenecen a la Mancomunidad”. Además, desde la plataforma recuerdan que “los documentos del plan habían sido remitidos la semana anterior, sólo cinco días antes de la votación, a los municipios, por lo que no pudieron llevar la decisión de voto a los plenos municipales”.

Esta plataforma, de la que forman parte 60 organizaciones y está integrada a su vez en Aire Limpio - Residuo Cero Madrid, presentaba el 6 de octubre una alternativa a las instalaciones de Loeches. Ésta plantea la implantación de ocho pequeñas instalaciones para el tratamiento de residuos que den servicio a los municipios cercanos a cada una de ellas, además de un vertedero menor al planteado actualmente que recoja todo aquello que no pueda ser reciclado, integrando además en el sistema las instalaciones de tratamiento de envases ligeros de Nueva Rendija, en San Fernando de Henares, hoy en funcionamiento.

En concreto, defiende la creación de seis plantas dedicadas a la gestión de residuos orgánicos y la creación de compost, una de tratamiento de envases ligeros y una de tratamiento mecánico biológico. En total, diez ubicaciones diferenciadas para descentralizar la gestión de los RSU con el objetivo de “tender al horizonte de residuo cero, que los residuos se reutilicen y alarguen su vida lo máximo posible”, remarca Ramírez.

Esta iniciativa implicaría además un cambio del modelo de recogida de basuras con un sistema ‘puerta a puerta’, que aprovecha al máximo los residuos orgánicos para producir compost, abono que puede ser después comercializado.

Leer más: Los ecologistas presentan una alternativa verde al macrovertedero de Loeches

Sin mejorar el modelo

Aunque algún municipio aislado ha mostrado interés, los ayuntamientos de la zona no se posicionan a favor del cambio de modelo de recogida de RSU y la oposición al proyecto se centra en parar la ubicación del macrovertedero en Loeches. Sí lo defiende el cabeza de lista de Juntos por Loeches, Miguel Ángel Morales, representante de la localidad en la Mancomunidad a pesar de estar en la oposición: “Somos impulsores, junto a los ayuntamientos de Torres de la Alameda y San Fernando, y la plataforma, de un no rotundo al macrovertedero, pero somos conscientes que en la Comunidad de Madrid hay un problema grave con los residuos. No estamos diciendo sólo que no queremos esta planta, sino que no queremos ese modelo de gestión, y ofrecemos una alternativa”.

Además de abogar por una propuesta “más sostenible y respetuosa con el medio ambiente y la salud de los vecinos”, Morales defiende la municipalización del servicio. En dos semanas su grupo llevará al pleno municipal una propuesta que recoja este modelo.

El PSOE, clave

Morales es muy crítico con la posición de algunos alcaldes del PSOE que han accedido al poder en las últimas elecciones. “Hace cuatro años estaban totalmente en contra –apunta– y, ahora que están en el gobierno y está en sus manos pararlo, no sólo no hacen nada, sino que son los máximos valedores e impulsores de este proyecto”. El representante destaca el papel del alcalde de Alcalá, Javier Rodríguez, presidente además de la Mancomunidad del Este: “Hay fotos publicadas en las que se le ve presentando alegaciones al macrovertedero en la puerta de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad”.

La última hora de este conflicto está, por el momento, en los tribunales. Además de la resolución del conflicto entre Ecomesa y Loeches por la ordenanza municipal que no permite la instalación de plantas de RSU en el municipio, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid ha admitido a trámite la denuncia del Consistorio por la cual impugna la resolución del Plan Especial de la Comunidad que permite la instalación del complejo, en base a dos infracciones relacionadas con la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto y una vía pecuaria en la zona. “Después del pleno de la Mancomunidad, en el que se ratificó tanto el modelo de gestión como la ubicación, veíamos que se daba carta blanca a la construcción del macrovertedero. Y después de la aprobación en junio del Plan Especial por parte de la Comisión de Urbanismo de la Comunidad de Madrid, ya estaba todo listo. Sólo teníamos la vía judicial”, apunta Morales.

A expensas de lo que digan los tribunales, está por ver si el proyecto sigue adelante, y de qué forma, ya que en la última asamblea de la Mancomunidad del Este, celebrada el pasado 29 de noviembre, el presidente de la misma quedó en presentar una nueva modificación –la tercera– del proyecto final. Y este punto no es menor para Domínguez: “La Comunidad de Madrid ha aprobado algo que todavía no tiene la propia Mancomunidad y que, además, no va a cumplir con la normativa europea que dice que para el 2020 se tiene que reciclar el 50% de los RSU. En fin…”.

+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

0

Tienda El Salto