Toni Martínez, periodista de 'La Marea' y autor de 'CIE, el Guantánamo español'
"El objetivo es dar a conocer lo que son los CIE a personas no militantes"

Hablamos con Toni Martínez sobre la situación de los Centros de Internamiento de Extranjeros en la actualidad.

04/10/16 · 8:00
Toni Martínez, periodista y autor de 'CIE, el Guantánamo español'. / Olmo Calvo

Han pasado más de 30 años desde que se creó la figura de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), pero parece que aún sigue siendo un tema muy desconocido para la mayor parte de la población. ¿Es éste libro una herramienta para que estos centros dejen de ser un desconocidos?

La idea, y por eso el título provocador con lo de Guantánamo, es que alguien vaya a la librería y de repente se diga “Guantánamo, España, CIE... No tengo ni idea de lo que es”. Y que lo coja y se pueda enterar. Es un libro que tiene objetivo de explicar qué son los CIE a personas no militantes. Por eso el libro tiene una visión global del CIE y se dan pinceladas sobre la política migratoria de los últimos años, sobre todo con [Alfredo Pérez] Rubalcaba. Todo fue antes, pero quizás fue Rubalcaba el que mayor empuje le dio a la política represiva migratoria. 

Desde que se crearon los CIE en 1985 hasta 2014, los CIE estuvieron sin reglamento. Sin embargo, parece que poco ha mejorado la situación que se vive en estos centros en los años que han pasado desde que se reglamentó su funcionamiento. 

Lo interesante es que fue un reglamento que aprobó el PP, prometido por Rubalcaba. Hasta 2014 no se hace un reglamento, y para muchas organizaciones sociales que trabajan en este tema es un reglamento a medida de los propios CIE, lo que hace es darle forma legal. Pero en cuanto a tema de abusos dentro de estos centros, de malas condiciones o de la falta de acceso de organizaciones sociales o periodistas, no ha cambiado nada. Con el reglamento como máximo han podido hacer "negocio” algunas ONG, entre ellas Cruz Roja. De hecho hay una especia de fricción en cuanto al reglamento: todas las organizaciones estaban de acuerdo en cuanto a su rechazo a los CIE, pero cuando se regulariza con el reglamento sí que hay alguna que entra al juego que le propone el Estado con la excusa de que se pueden suavizar un poco las condiciones. Pero la mayoría de organizaciones sociales que están trabajando por el cierre de los CIE rechazan el reglamento y piden que se cierren estos centros directamente. Organizaciones como Cruz Roja entran en el juego y hacen negocio con el Estado, un negocio que ya venían haciendo empresas.

Para leer más sobre el reglamento de los CIE: Cuatro claves del reglamento CIE

Sobre el negocio de las empresas en los CIE, mencionas a Clece (Grupo ACS), en manos de Florentino Pérez, aunque comentas que no has podido tener acceso al contrato.

Yo no he podido encontrarlo. De hecho, yo lo único que tengo de Clece es el testimonio de una trabajadora de esta empresa en el CIE de Zapadores, en Valencia, que no quiso salir en el libro y furgonetas de Clece saliendo de este mismo centro de internamiento. No he podido conseguir más información. Hay mucho miedo, al menos en este caso.

Tú que has vivido en Madrid y Valencia supongo que la situación que mejor conoces es la de los centros de estas dos ciudades.

Son las que mejor conozco, sobre todo Valencia por estar muchos años trabajando de periodista allí, y colaborando y compartiendo con la campaña CIES No de Valencía. Y luego por mi vinculación con periodistas de Madrid que han trabajado mucho sobre el centro de Aluche. Yo creo que son los dos centros de los que hay más documentación. Es verdad que en los últimos años hay colectivos que se han puesto las pilas con el CIE de Zona Franca, en Barcelona. Tanquem els CIE han hecho un gran trabajo, pero en Madrid y Valencia llevan más tiempo trabajando el tema.

¿Y ves diferencias, a nivel de denuncias y de condiciones, entre ambos centros?

Hay matices, pero las denuncias generalizadas son las mismas: malos tratos verbales y físicos. Sí que es cierto que en Valencia parece que las condiciones son peores en cuanto a la estructura del centro. Es un edificio prefabricado, este año ha habido una plaga de chinches, también la hubo el año pasado o el anterior. Hay un proyecto de restaurar el CIE con una inversión que nunca llega desde el Ministerio de Interior. Madrid creo que no está tan mal en cuanto a lo que es el edificio.

Este año ha habido algo movimiento institucional en la lucha contra los CIE, al menos en Barcelona y Valencia, aunque en Madrid no terminó de despegar la declaración en contra de estos centros.

La que ha dado un paso más ha sido Barcelona, con la petición de la licencia de actividad. Yo siempre he creído que es más una cuestión de imagen, porque realmente poco se puede hacer. Hay poco margen de maniobra como gobierno local o autonómico porque depende del Ministerio de Interior, de la voluntad del Gobierno central. Llega 'papa Estado español' y dice que eso está por encima, que es una cuestión de seguridad. Lo que sí que es interesante es que se ponga en la agenda y los medios de comunicación hablen de ello, aunque pocos medios hablan de ello realmente. De hecho el tratamiento informativo de los grandes medios [en el caso de Barcelona] fue más sobre el tema de competencias, no fueron directamente al problema de los CIE. Se habló de que Ada Colau plantaba cara al Estado de alguna forma, vinculándolo al independentismo, pero no se cuestionaron lo que decía, no plantearon que igual lo que se hacía con los CIE no estaba bien, y fue una polémica que duró muy poco tiempo. Yo valoro mucho esa actitud de ponerlo en la agenda, pero si los medios de comunicación mayoritarios no recogen el guante se queda ahí. Pero, aun así, me gustaría que [Manuela] Carmena hiciese lo mismo, no estaría nada mal.

Leer más: Madrid, la única 'ciudad del cambio' que no ha aprobado una moción contra los CIE

También, en este caso, tuvo que ver la actitud cambiante del PSOE en este tema, partido que, según donde esté, se comporta de una manera distinta.

Es una actitud esquizofrénica, porque cuando están en el gobierno no hacen nada; cuando están en el poder autonómico y local, acompañando a gobiernos de izquierdas, se alinean o no. Creo que hacen táctica de estrabismo con los CIE, y eso al final lo que les resta es credibilidad en general, que creo que es lo que le pasa al PSOE y la prueba son los últimos días. La progresía de la izquierda española en seguida te pregunta lo típico: “Oye, y ¿qué alternativas hay?”. Y no tiene por qué haber alternativas.

También es una figura que se creó a nivel Europeo. ¿Que hay sobre esto en otros países del entorno?

La promesa de Tsipras en Grecia fue la de cerrarlos, y los han reconvertido con la crisis de los refugiados. Pero yo creo que es España el país que realmente preocupaba a Europa en un principio, porque era la puerta de África y porque también había mucha gente procedente de Latinoamérica. Yo recuerdo sobre todo que en los años 2010 y 2011, cuando ya comenzaban a haber problemas por la crisis económica, la caza del migrante por parte de la policía era brutal. Todos teníamos amigos migrantes, y evitábamos quedar en estaciones de tren o de metro por la policía, por las redadas por perfil racista, una práctica policial que Rubalcaba negó y después se tuvo que tragar porque sí existía. Esos años fueron durísimos. En Valencia al menos había mucha gente de Latinoamérica que lo pasó fatal. Luego me acuerdo de un chico que estuvo en Zapadores que era de Guinea Ecuatorial y que nació en 1975, es decir, semanas después de que ese país dejara de ser colonia española. Había casos esperpénticos. No sé que fue de él, y es una crítica que tenemos que hacernos los periodistas que tiene que ver con la falta de medios, perder la pista de esta gente. Noura es otro caso que cuento en el libro. Ella se fue y juró que volvería a declarar ante un juez por los abusos sexuales que sufrió en Orihuela por parte de la policía antes de ser expulsada. Fue un caso muy duro. La policía la insultaba, se reía de ella por haber denunciado los abusos que sufrió. Como pasa en la mayoría de los casos que llegan a los juzgados, el juez dijo: “¿La denunciante donde está? ¿No está? Caso cerrado”.

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