El 26 de agosto, el Consejo de Estado de Francia anulaba una ordenanza anti-'burkini' por suponer un "ataque grave y manifiestamente ilegal a las libertades fundamentales", pero varios municipios han decidido continuar adelante con la prohibición mientras sus ordenanzas no sean a su vez anuladas.
A pesar de la decisión del Consejo de Estado, la mayor autoridad administrativa del país, de anular la ordenanza anti-‘burkini’ del municipio de Villeneuve-Loubet porque supone un “ataque grave y manifiestamente ilegal a las libertades fundamentales”, los alcaldes de varias localidades donde se han tomado medidas similares han indicado que seguirán adelante con la prohibición de esta prenda en las playas. Y ello a pesar de que la decisión del Consejo de Estado sienta jurisprudencia.
Así lo han hecho saber los alcaldes de Niza, Menton, Fréjus, Mandelieu-la-Napoule, Sisco, Leucate o Touquet, que se encuentran entre las más de 15 localidades que han publicado en los últimos tiempos ordenanzas anti-‘burkini’. Todos ellos seguirán amonestando a las mujeres que porten esta prenda de baño mientras no se inicien procedimientos contra sus propias ordenanzas.
La Liga de los Derechos Humanos, que fue la entidad que interpuso el recurso ante el Consejo de Estado para pedir la anulación de la primera ordenanza de Villeneuve-Loubet, ha anunciado ya que presentará recursos para que se retiren las normativas de este tipo en el resto de localidades. Aunque lo más probable es que la decisión no llegue antes del fin del verano. Otros alcaldes, como el de Cagnano y el de Eze, han retirado sus ordenanzas poco después de conocer la decisión del Consejo de Estado.
Por otro lado, el primer ministro, Manuel Valls, que hace unos días declaró que el porte de esta prenda “no es compatible con los valores de Francia y la República”, ha dejado entrever su disconformidad con la resolución de la alta instancia administrativa al afirmar que la decisión del Consejo de Estado “no agota el debate que se ha abierto”. Sin embargo, el ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, ha declarado en las últimas horas que una ley antiburkini sería "inconstitucional, ineficaz y podría provocar antagonismos y tensiones irreparables". Francia dispone ya de dos leyes que restringen el uso de ciertas prendas religiosas, fundamentalmente ligadas al islam. La primera de ellas, de 2004, prohíbe los “signos religiosos ostentosos” en las escuelas de primaria y secundaria, aunque estaba especialmente pensada para eliminar el uso del velo islámico. Y la de 2010 prohíbe el uso del velo integral (ya sea burka o niqab) en cualquier espacio.
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