Ana y su hija menor de edad han sido desahuciadas por una deuda de 2.500 euros a Bankia. Desde Stop Desahucios Móstoles afirman que seguirán luchando para que Bankia condone la deuda.
Dos furgonas con decenas de policías nacionales cargados de casco y arietes para llevar a cabo un desahucio. Se ha visto esta mañana en Móstoles (Madrid).
Los agentes han entrado en la vivienda de Ana y su hija menor de edad haciendo un butrón en la pared del portal que daba a la cocina de la vivienda. Según subrayan desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), el desahucio de Ana se ha dictado a raíz de una deuda de sólo 2.500 euros con Bankia.
"Esto es el mundo al revés: la deuda de esta familia con Bankia es de sólo 2.500 euros, y el gasto que va a tener que hacer Bankia para arreglar los desperfectos va a ser muchísimo mayor, no lo entendemos", explica a Diagonal Peio, de Stop Desahucios Móstoles, quien añade que Ana había ofrecido a Bankia devolver las llaves de la vivienda a cambio de la condonación de la deuda, pero la entidad bancaria, una de las principales beneficiadas por el rescate a la banca española, se negó. "Sólo lo que ha costado mover a los antidisturbios es muchísimo más gasto que la deuda, y además los gastos por los desperfectos".
Según señala Peio, la policía ha entrado en la vivienda a través del butrón y les ha sacado a la calle. "No ha habido detenidos ni agresiones policiales, pero hoy una vecina se ha quedado en la calle".
Éste ha sido el tercer intento de desahucio de Ana y su familia. El primero se consiguió aplazar a través de escritos al Juzgado de Móstoles.
El segundo, hace diez días, fue parado por varias decenas de activistas y vecinos. Hoy también varias decenas de personas han acudido a intentar evitar el desahucio, gritando consignas como "[La vivienda] No es un negocio, es un derecho".
"Tenemos la suerte de que Móstoles que es un pueblo con muchos colectivos, como la gente de La Casika, de Escuela Pública, que responden. Aunque hoy haya sido una derrota, ver a todo un barrio mostoleño, gente joven y mayor, apoyando y entendiendo que nuestra lucha es necesaria, forma parte de una victoria a largo plazo", afirma Peio.
"Por esa parte, hoy hemos vencido. Vamos a seguir luchando, a seguir yendo a Bankia para que le condonen esa mísera deuda. Hemos perdido el desahucio pero esto no acaba aquí", continúa.
Desde el colectivo explican que el siguiente paso será buscar soluciones para que Ana y su hija no se queden en la calle.
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