Reino Unido
Racismo (y solidaridad) post-Brexit

La decisión de abandonar la Unión Europea por parte de los británicos no ha dejado más que incógnitas. Pero el Brexit ha tenido una secuela inmediata: una oleada de ataques xenófobos ha recorrido el país apenas unos días después de la votación, tras una campaña basada en el miedo al inmigrante y la idea del control de las fronteras, pero que también ha despertado llamadas a la solidaridad y la tolerancia.

23/07/16 · 8:00
Manifestación contra los ataques xenófobos tras el Brexit. / Uniting Against Racism in Dorset

Un día después del referéndum que dio la victoria al Brexit, varias personas paraban a una desconocida en la calle al grito de “¡hemos votado leave! ¿No es hora de que vuelvas a tu país?”. Al mismo tiempo, varios centros culturales polacos de Huntingdon y Hammersmith amanecían con pintadas racistas, y en una escuela española la madre de un alumno encontraba una pintada con la frase “Foreign Pack” (“extranjero, haz las maletas”).

A apenas unos días de la votación que “independizará” a Reino Unido de la Unión Europea, Twitter se ha llenado de microrrelatos de la xenofobia, recopilados con el hashtag #postBrexitRacism y en la cuenta @PostRefRacism: ataques en el metro o la cola del supermercado, saludos nazis a chicas con hiyab, anuncios por palabras discriminatorios, ataques a tiendas halal o vídeos de agresiones verbales en el transporte público de viajeros incitando a los compañeros de asiento de piel ligeramente más oscura a volver “a su país”. Incluso personas de raíces irlandesas o galesas han sido increpadas al ser confundidas con inmigrantes por tener cierto “look mediterráneo”. Figuras como la reportera de la BBC Trish Adudu han alzado la voz para denunciar haber sufrido ataques por motivos de su aspecto físico.

Los datos muestran que esta tendencia no es sólo una impresión: según una web de la Policía británica, los ataques xenófobos han aumentado un 57% durante la semana siguiente al Brexit. Desde el Consejo Musulmán del Reino Unido aseguran que en la misma semana se ha denunciado un centenar de episodios racistas. Corroboran dicha tendencia organizaciones como la charity Stop Hate UK o Tell Mama, un colectivo que lucha contra la islamofobia y cuyo número de denuncias recibidas, mientras solían ser entre 40 y 45 al mes, aumentó a 33 en dos días.

Miedo a hablar su idioma en público

Pero ¿qué ha pasado exactamente? ¿Se ha despertado Reino Unido de la resaca electoral del Brexit con una repentina oleada de xenofobia? Más bien, según opinan muchos, el resultado del referéndum lo que ha hecho ha sido desinhibir a los racistas más que originarlos. En realidad, la xenofobia no es un tema en absoluto nuevo en Inglaterra, sino que, como denuncian muchas ONG, estaba silenciado y ha explotado en este momento al sentirse “legitimado” por el Brexit. De hecho, aunque sectores de la izquierda han defendido el abandono de la UE por motivos diferentes (el ya conocido como “Lexit”), fue la derecha con su discurso a favor del cierre de fronteras quien se adueñó de la opción del leave en el debate previo a las urnas.
 

El resultado del referéndum lo que ha hecho ha sido desinhibir a los racistas más que originarlos

El asunto de la inmigración lleva mucho tiempo llenando tanto los periódicos como las agendas políticas en Reino Unido, uno de los países europeos con más ciudadanos nacidos fuera de sus fronteras. Destaca el partido de extrema derecha UKIP, cuyo polémico cartel electoral pro-Brexit, que llegó a ser denunciado a las autoridades por incitar al odio xenófobo es sólo la cúspide de un inmenso iceberg hecho de palabrería y propaganda basada en el odio al extranjero y el cierre de las fronteras como principal demanda. Por otro lado, los partidos conservador y laborista, cuyos líderes ahora condenan estos ataques xenófobos, siempre han hablado en sus campañas de la inmigración como de un problema (llegando a ser considerada una “plaga” por David Cameron).

Y, por supuesto, no ayudan a la aceptación del fenómeno migratorio los medios de comunicación de masas: los célebres tabloides sensacionalistas británicos se encargan más bien de lo contrario, con un constante bombardeo de noticias destinadas a crear alarma y pánico al recién llegado (por ejemplo, repitiendo el mensaje de que los inmigrantes cobran demasiadas ayudas, o el caso del Daily Mail, que compara a los refugiados con ratas en una viñeta que a muchos recuerda a la propaganda de la era nazi).

¿La conclusión? Que, para la ciudadanía inglesa, la inmigración sigue siendo vista como algo negativo para la economía, incluso aunque estudios económicos demuestren que no lo es. Un mensaje que lleva, en los casos más extremos, a alimentar la ideología de grupos de la derecha más radical, como el National Front o Britain First, artífices de las manifestaciones en Dover para impedir el paso a los refugiados y de ataques a comercios musulmanes, y que ahora, tras el Brexit, no han perdido tiempo para exigir que “empiece la repatriación”.

“El referéndum ha legitimado el discurso del odio”

Las muestras de preocupación y de repulsa no se han hecho esperar. La profesora Heaven Crawley relata en Twitter la escena de un grupo de niños acosando a una pequeña musulmana al grito de “¡lárgate, hemos votado leave!”, y opina que “esto ha estado sucediendo durante años, según muestran mis estudios, pero ahora se le ha dado legitimidad en referéndum por parte del debate político y mediático”.

“El racismo surge cuando la gente se ve obligada a competir por unos recursos limitados. La pobreza es el problema real”

Miqdaad Versi también intenta explicar el porqué de esta nueva tendencia por parte de los perpetradores en The Guardian: “Mientras que los autores de los ataques eran antes guerreros del teclado, librando su lucha xenófoba online, ahora se dan más y más casos de enfrentamientos físicos y verbales en el mundo real. (…) La extrema derecha nunca ha tenido una oportunidad mejor para justificar su discurso del odio”.

“No tenemos este problema del racismo por culpa del voto al Brexit; existe por una serie de problemas culturales y sociales que hemos decidido ignorar durante décadas”, opinan en la web Uniting Against Racism in Dorset. “El racismo surge cuando la gente se ve obligada a competir por unos recursos limitados. La pobreza es el problema real”. Desde la ONG European Network Against Racism (ENAR), por otro lado, aseguran que este tipo de incidentes en Reino Unido “muestran que el discurso político del odio puede escalar en la vida real y tener un efecto destructivo muy tangible en las comunidades minoritarias”, y piden a los líderes y políticos de UK, en consecuencia, que cambien dicho discurso.

La otra cara de la intolerancia

Por supuesto, otras voces que no han tardado en oírse han sido las llamadas a la tolerancia y la solidaridad. Desde las numerosas manifestaciones antirracistas a lo largo de Reino Unido (como la que reunió a 100.000 personas en Londres en defensa de los derechos migratorios) hasta comercios que han mostrado carteles ofreciendo flores y dando la bienvenida a los inmigrantes, pasando por numerosos sitios web que invitan y dan instrucciones para denunciar las agresiones xenófobas con el fin de que “la violencia y el racismo no se normalicen”.

En Twitter, la sencilla campaña #SafetyPin, de apoyo a los inmigrantes y consistente en llevar un imperdible visible en la ropa, ha sido ideada para mostrar apoyo simbólico a quienes sufren estos crímenes de odio y hacerles saber que no están solos y que son bienvenidos, mientras que la campaña #AswellAsAPin ofrece un debate para alcanzar ideas que van más allá del mero simbolismo para detener el racismo (como el uso de la educación, cómo actuar si se presencia un ataque, a quién denunciar, etc.).

El clima de intolerancia tras el Brexit está enmarcado en un contexto de crisis en Europa que está haciendo crecer el populismo antiinmigración por parte de los políticos (cuyos mensajes, reflejados en los medios, acaba absorbiendo una ciudadanía harta de la situación de malestar económico). Numerosos partidos de extrema derecha están adquiriendo cada vez más apoyo, y sus discursos xenófobos calando en la población más y más. Desde el partido Alternativa para Alemania, cuya líder pidió a la policía que disparara a los inmigrantes que intentaran atravesar las fronteras, hasta el Partido Popular Danés, Amanecer Dorado en Grecia, Jobbick en Hungría o el partido de Le Pen en Francia.

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comentarios

1

  • |
    catacrok
    |
    23/07/2016 - 12:41pm
    Gran Bretaña está llena de cazurros y hooligans, vaya noticia más novedosa. Por lo demás, se os olvidan otros partidos anti-inmigración: el Partido Comunista de la Federación Rusa, que hace campañas contra la inmigración y es el mayor opositor a la inmigración masiva en ese país; el partido socialdemócrata en el poder en Chequia, que ha hecho exactamente lo mismo que Victor Orbán en Hungría con los supuestos refugiados; el partido de Beppe Grillo en Italia, etc. "Desde las numerosas manifestaciones antirracistas a lo largo de Reino Unido (como la que reunió a 100.000 personas en Londres en defensa de los derechos migratorios)" Falso, no era en defensa de "los derechos migratorios". El único lugar del mundo en que no se expulsa a los ilegales es la UE, y la protesta no era contra la política de, por ejemplo, Taiwan, Cuba, Australia, Sudáfrica, Bielorusia o bueno, la totalidad del planeta excepto Europa. Si alguien cree que la "libre circulación" por todo el mundo es un derecho, ahí tiene a las mayores "víctimas" del mundo: los indigentes europeos, la gente con mayores restricciones a la movilidad del mundo. Yo no lo creo, no me parece que la gran tragedia de un indigente portugués sea que no se puede ir a vivir a Singapur, Nueva Zelanda o Arabia Saudita sino no tener techo o comida, pero si alguien cree en semejante cosa, pues que sea coherente. Aunque es más cómodo seguir haciendo de tonto útil del gran capital para devaluar salarios y atomizar sociedades en su propia tierra, repitiendo los mantras de las ONG´s (o sea, de los banqueros, la patronal y el gobierno con careta, que eso es lo que son las ONG).
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