Opinión
Democracia y Estado de Excepción

Nos estamos acostumbrando a llamar democracia a cada vez menos democracia; y pronto nos libraremos de ella, de regreso a los peores momentos del siglo XX, como de un obstáculo y una debilidad.

, Escritor
22/07/16 · 8:00
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Una pancarta con el lema "democracia no disponible" en la manifestación del 15 de octubre de 2011 en Sevilla. / Ana Rey

El golpe de Estado fallido en Turquía del pasado 15 de julio y las reacciones concomitantes son sólo un síntoma más.

El ISIS y la izquierda que visita Damasco celebraron inmediatamente la tentativa; EE UU, las potencias euro­peas, la OTAN, Rusia, esperaron astutamente para pronunciarse en favor del vencedor, cualquiera que éste fuera.

Apenas el partido prokurdo HDP, enemigo de Erdogan, entendió que desalojar del poder de esta manera al AKP sólo servía para agravar la situación en Turquía, en el Kurdistán y en toda la región.

En España, frente a la ambigüedad y remolonería de los otros partidos, Pablo Iglesias fue el más diligente en condenar el golpe sin apoyar por ello la figura del gobernante turco.

Turquía es sólo un indicio. Que frente al autoritario Erdogan haya que alegrarse del fracaso de la algarada militar revela los retrocesos democráticos en todo el mundo.

Tras las esperanzas de 2011 ("primavera árabe", 15M, Ocupy Wall Street, etc.) la reversión de los procesos latinoamericanos, la alternativa Clinton/Trump, la guerra, el yihadismo y la dictadura en el mundo árabe, así como la radicalización de Europa hacia la derecha, con la Rusia de Putin como deprimente alternativa, anuncian dificultades sin precedentes para defender las mínimas garantías democráticas en todo el mundo.

Nos estamos acostumbrando a llamar democracia a cada vez menos democracia; y pronto nos libraremos de ella, de regreso a los peores momentos del siglo XX, como de un obstáculo y una debilidad.

Estamos viviendo, sí, una especie de Weimar global. A nuestros gobernantes les cuesta cada vez más seguir fingiendo que creen en la democracia; a nuestros votantes cada vez les importa menos.

La crisis, la guerra contra el terrorismo y el propio terrorismo, tan azaroso e idiosincrásico como una parafilia, han generado ya un marco de excepción –jurídica, política y mental– en el que el miedo más primitivo y el interés más inmediato despolitizan por completo el contrato social.

Repolitizar la convivencia, recuperar la democracia: ése debe ser nuestro mínimo programa civilizador para los próximos minutos. Y para los próximos años.

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comentarios

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    Gorguex Kelti
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    28/07/2016 - 1:15am
    Y ahora qué, einss...? Sabemos que vienen de lejos, de su propia génesis como Democracia del 78. Nos decían, que la qué pudieron. La denuncia del artículo es correcta, acertada. Y solo nos queda coger el fusil de la inteligencia, la colectiva, pues es un problema colectivo, y como tal hay que darle respuesta. La desestructuración social y juanantoñista post 78, caló hasta el 15M. Pero los resortes de derechas tienen muchos medios y se han adaptado, y han sabido crear desde el año y medio pasado, mucha masa agria. Los más humanos hemos ganado mucho como estructura social. Hoy se nos abren nuevos retos a los que los colectivos o supra-colectivos, iremos generando respuestas con propuestas, que irán saliendo o se irán abandonando. Para generar fortaleza social e institucional/funcionarial, para ir generando la próxima Democracia, no 78.3, sino del siglo XXI En cuanto a toda la barulla fascistoide empoderada en lo global, de vaqueros a sueldo de los señoritos. se me ocurre que sólo,una movilización global que recupere lo común: La Paz., podrá salvarnos. Una movilización que realmente arme los lazos humanos con los semejantes, de meses de Plazas Tahires, Sol o WSt. y desde donde se lleve la tensión de una negociación directa entre la sociedad y la ONU, como los únicos que en cierta medida tienen la capacidad legal de actuación, para regenerar el Desarrollo de la Declaración de los Derechos Humanos. Simbologías que generen movilización, textos legales y regeneración de instituciones con las que protegernos, Dinámicas de "primaveras árabes" con implosión de las sociedades, habiendo tenido ya propuestas válidas a la que poder acogerse como alternativa. Para esto hacen falta grandes masas sociales en movimiento pacífico. Nada que ver con el espacio Unidas Podemos, tapón y grifo comunicante. Ahí nos llega, ahí nos viene,... a ver por dónde se le mete.. euh, euh,..
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    LIBERTAD, VERDAD, DEMOCRACIA.
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    23/07/2016 - 1:37pm
    Yo no creo que exista eso de "más democracia" o "menos democracia". Ni lo creo ni es así. O hay democracia o no la hay. Si no se llaman a las cosas por su verdadero nombre, ello puede ser debido a varios factores: se ignora lo que es LA DEMOCRACIA, se quiere engañar a los demás, se quieren aprovechar de ello por intereses bastardos (politicuchos, sus lamealmorranas, etc.) o algunos otros factores. O hay DEMOCRACIA o no la hay. No todo lo que no es DEMOCRACIA tiene porque ser un régimen fascista, nazi, estalinista, polpotiano, teocrático genocida, etc.; por ejemplo, aquí en España NO HAY NI NUNCA HA HABIDO DEMOCRACIA. Ahora mismo, en España, existe un RÉGIMEN DE PODER OLIGÁRQUICO-PARTITOCRÁTICO; alguien me podrá decir que no, que es otra cosa. Bien, pues vale, pues que me diga qué es, pero no es LA DEMOCRACIA, ni tampoco esa falacia de una "democracia de baja calidad", pues sería como decir, tengo un ordenador portátil de baja calidad (y lo que tiene es un bolígrafo, por ejemplo). En fin, LA DEMOCRACIA son las reglas del juego, y son REGLAS CONSTITUTIVAS, muy claras y muy claramente definidas.
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