Reservas naturales, ríos libres llenos de vida

El Estado español cuenta con más de 200 reservas naturales fluviales. Organizaciones ecologistas luchan por su protección.

24/07/16 · 8:00
Edición impresa
La garganta de los infiernos, en el Valle del Jerte (Cáceres). / Raúl Urquiaga

Los ríos son los ecosistemas más degradados en el Estado español. Pero todavía quedan muchos con aguas transparentes, peces y una rica vegetación de ribera que cobija aves y mamíferos como la nutria, cuya vida gira alrededor de esas aguas limpias.

Estos ríos tienen la suerte de correr libres, lejos de grandes poblaciones y fábricas que los contaminen. Torrentes de vida natural que merecen ser conservados.

Por eso, durante la modificación de la Ley de Aguas 10/2001, Ecologistas en Acción, a través de una enmienda, consiguió proteger los ríos vírgenes que aún quedan.

La actual Ley de Aguas 11/2005 reconoce los valores naturales de estos ríos, o tramos de río, e introduce el concepto de "reservas naturales fluviales". El artículo 42 de esta norma apunta que los Planes Hidrológicos deberán incorporar "las reservas naturales fluviales con la finalidad de preservar, sin alteraciones, aquellos tramos con escasa o nula intervención humana".

La protección afecta al dominio público hidráulico, es decir, no sólo al cauce, sino a ambos lados del río, en su extensión de mayor crecida. Por ley, no se podrán llevar a cabo acciones que alteren su configuración hidromorfológica, como la construcción de presas o la canalización del río.

Pero desde la aprobación de esta figura de prote­­cción han pasado casi diez años hasta que, a finales de 2015, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente presentó al Consejo Nacional del Agua (formado por comunidades, confederaciones hidrográficas, regantes y grupos ecologistas) una propuesta de 135 reservas fluviales con demarcación intercomunitaria. Es decir, protección de ríos que recorren varias comunidades y por ello dependen del Estado, aunque son las confederaciones hidrográficas las que los gestionan.

De esas 135, el Consejo de Ministros sólo aprobó 82 reservas naturales fluviales "en muy buen estado de conservación", un total de 1.755 kilómetros.

Más ríos por proteger

Sin embargo, Ecologistas en Acción considera "muy insuficientes" las reservas fluviales declaradas y pide que se incorporen los otros 53 ríos que no contempló el Gobierno, 928,73 kilómetros más, en las cuencas del Cantábrico Oriental, Duero, Tajo, Guadiana, Segura y Ebro.

Por eso, esta organización inició un estudio río a río, y recientemente ha publicado el informe Situación actual y propuestas de Reservas Naturales Fluviales, tras dos años en los que un técnico de la organización ha recorrido centenares de kilómetros de ríos cuya naturalidad no ha sido todavía alterada.

La investigación en distintas comunidades autónomas revela que no sólo es necesario proteger los 53 ríos que descartó el Consejo de Ministros; además existen otros 29 cuyo estado de conservación es bueno y deben ser reservas fluviales.

El 'milagro' del río Milagro

Un ejemplo de reserva natural fluvial es el río Milagro, que pertenece a la Confederación Hidrográfica del Guadiana, con 22,06 km, entre Retuerta del Bullaque (Ciudad Real) y Las Ventas con Peña Aguilera (Toledo).

Su declaración como reserva natural fluvial está pendiente en ese grupo de 53 bien conservados. A su paso por Retuerta, el río es, como su nombre indica, un milagro en una zona seca.

Este año en primavera el Milagro ha estado aún más bello, si cabe. Aguas transparentes, pequeños bancos de peces e incluso muestras –excrementos con restos de cangrejos– de que la nutria vive en este entorno.

El bosque de rivera del Milagro es un vergel compuesto de alisedas, saucedas, fresnedas y un sinfín de especies de donde proviene el canto de los pájaros, entre ellos un ruiseñor, que revela sobre el terreno que es una reserva natural fluvial.

"Este río es uno de los mejores ejemplos de conservación, y aunque se seca parcialmente en verano, con unos charcones de hasta 50 metros de largo, muchas especies resisten al calor hasta otoño", explica Raúl Urquiaga, miembro de Ecologistas en Acción, responsable del proyecto Reservas Naturales Fluviales, que ha recorrido centenares de kilómetros de ríos tan valiosos como éste para identificarlos y elaborar el informe.

Urquiaga asegura que la protección del "dominio público hidráulico es importante porque las competencias se circunscriben en exclusiva al Estado; hasta ahora había cierto lío porque el medio ambiente depende de las comunidades, y ante cualquier agresión, en muchos casos éstas escurrían el bulto".

El objetivo que marca la Ley de Aguas es proteger: "Preservar aquellos ecosistemas acuáticos fluviales que presentan un alto grado de naturalidad".

Pero cuando los ríos recorren sólo una comunidad autónoma, la protección de estas reservas fluviales depende directamente de ella. En este sentido, la que mayor sensibilidad ha demostrado ha sido Catalunya, que ha declarado 38 reservas fluviales (además de los ríos que dependen del Estado), con un total de 190,6 kilómetros.

Galicia declaró 13 reservas, 118 kilómetros, y tres se declararon en la zona vasca del Cantábrico Oriental. Sin embargo, Ecologistas en Acción cree que no es justificable que Andalucía no haya declarado 24 reservas fluviales ya identificadas que se encuentran en tres demarcaciones de su competencia, con una longitud total de 261,7 kilómetros.

Esos cauces afectan a las demarcaciones de los ríos Guadalete-Barbate (seis reservas), de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas (16) y de los ríos Tinto, Odiel y Piedras (dos). Pero esta organización ha conseguido el compromiso de la Junta para protegerlos lo antes posible.

Investigar los ríos

Lo mismo ocurrió con las cuencas del Guadiana y el Segura. A pesar de su extensión, las confederaciones hidrográficas sólo presentaron una propuesta de reserva por cuenca.

"Hemos conseguido que rectifiquen tras un trabajo de prospecciones exhaustivas para localizar ríos que tu­vieran las condiciones", explica Urquiaga. En la del Guadiana localizaron ocho ríos, de los que se aprobaron como reserva siete. En la cuenca del Segura, esta organización localizó siete ríos, de los cuales seis han sido declarados reserva fluvial, excepto el río Chícamo, pendiente de ser protegido.

Otro caso significativo es Balea­res, cuyo plan hidrológico está siendo revisado y donde no estaban previstas las reservas fluviales, aunque finalmente existe un compromiso para proteger cinco ríos propuestos.

Sin embargo, según denuncia Ecologistas en Acción, en Canarias "es totalmente inaceptable que las competencias del agua las tengan los cabildos, a su antojo", dice Urquiaga. Allí ha catalogado dos ríos, uno en la Gomera y otro en Gran Canaria, que deberían protegerse.

Para Santiago Martín Barajas, miembro de Ecologistas que ha participado en este estudio sobre las reservas fluviales, el cambio climático está reduciendo los recursos hídricos a una velocidad de casi un 1% al año, "mientras que la demanda de agua por parte de las confederaciones hidrográficas para los próximos seis años es de un 10% más. Vamos hacia el colapso hídrico".

Según el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas y la Oficina Española de Cambio Climático, las proyecciones indican una disminución de precipitaciones de hasta un 22% para final de siglo. Según Ecologistas en Acción, sumando las reservas naturales fluviales intracomunitarias y extracomunitarias, las aprobadas y las propuestas, en el Estado español existen 213 ríos protegidos, que suman 3.265 km.

Para Martín Barajas, "ésta es nuestra última oportunidad. Las reservas naturales fluviales van a ser el 'arca de Noé' de los ríos españoles. El cambio clímatico podría dejar sin agua estas joyas naturales", sentencia.

Río Almonte, una reserva de 100 kilómetros

Uno de los ríos protegidos con más valor ambiental es el río Almonte. Nace en La Villuerca (Cáceres) a unos 1.400 metros. Baja hasta la garganta de Santa Lucía y atraviesa el desfiladero de las Apreturas del Almonte.

Es la reserva natural fluvial más larga, con casi 100 km, y uno de los grandes ríos mediterráneos que no han sido represados. No ha sufrido la presión de la ganadería y tampoco del ladrillo. "Es un caso único de río mediterráneo, un río de aguas  libres", explica Raúl Urquiaga.

Tags relacionados: Número 275
+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

2

  • |
    izaskun
    |
    25/07/2016 - 3:12pm
    Ya lo hemos cambiado, ¡gracias!
  • |
    X
    |
    24/07/2016 - 6:15pm
    ¿El río Infiernos? Es una garganta, la garganta de los infiernos, que se encuentra en las montañas del Valle del Jerte.
  • Tienda El Salto