Derechos laborales
Mercadona admite que comerse unos saladitos que iban a la basura no es causa de despido

La lucha de dos trabajadoras para que su despido sea declarado improcedente ha dado resultado. Mercadona reconoce la injusticia que se cometió con dos mujeres a las que despidió por comerse un aperitivo que iba camino de la basura.

14/07/16 · 11:16

Dos trabajadoras de Mercadona, llamadas Mari Ángeles y Patricia, fueron despedidas por Mercadona el 6 de junio por comerse unos saladitos a punto de caducar. Los aperitivos, de 15 céntimos iban a ser tirados a la basura y las trabajadoras –tras casi diez horas de jornada laboral– se los comieron. A partir de ahí, la empresa les presionó hasta que fueron despedidas por los encargados del supermercado de Puerta del Sur, en Jerez de la Frontera (Cádiz).

Mari Ángeles, con el apoyo del sindicato CNT, está denunciando su caso cada día en la puerta del súper. Patricia se le unió el 11 de julio, según informa el medio andaluz La Voz del Sur, tras unas semanas de crisis por su situación. Ambas son madres solteras y solicitaban, en un inicio, la readmisión, algo que el secretario local consideraba improbable.

No obstante, un día después de que el caso saliera a la luz pública, la empresa de Juan Roig admitió que el despido de ambas empleadas –que trabajaban desde hace 16 años para la empresa, en el caso de Mari Ángeles y de seis en el de Patricia– es improcedente. La empresa les da también una "carta blanca" para que su expediente no quede manchado por lo que Mercadona en un principio calificó como "robo".

La empresa ha atajado así la repercusión de un caso que había saltado a otros medios y que empaña su imagen pública. Las prácticas laborales de Mercadona han sido denunciadas repetidas veces. Este año, La Marea publicó que Mercadona impone a sus exempleadas a firmar una cláusula para que no critiquen a la empresa si quieren recibir una indemnización por despido.

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