La victoria del PP aboca a un nuevo juego de pactos donde Podemos parte de una situación de desgaste que hasta ahora no había vivido.
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El PP de Mariano Rajoy ha ganado sus terceras elecciones generales consecutivas y recupera diez escaños respecto a sus resultados de diciembre. Rajoy sale fortalecido y será el encargado de conformar gobierno en verano. Las elucubraciones sobre la posible entrada de un candidato independiente parecen más lejanas tras los resultados de hoy, que han favorecido la estrategia popular de recoger los restos del naufragio de la anterior legislatura.
No obstante, Rajoy tiene la difícil tarea de convencer al PSOE para que olvide sus vetos. Sólo el miedo a unas terceras elecciones puede dirigir al PSOE a la gran coalición, más lejana hoy gracias a los resultados socialistas.
El PSOE es el segundo ganador de la noche de Rajoy. Las encuestas habían castigado a los socialistas, como no se cansó de denunciar su candidato, y aunque pierde escaños respecto a diciembre, aguantar el ‘sorpasso’ era el único objetivo del PSOE. Pedro Sánchez gana aire gracias a sus resultados en sus provincias afines del interior del país.
El líder socialista lo seguirá siendo mañana, lo que es la mejor noticia para Ferraz, que resiste en votos y en escaños. Con relativo mal resultado en Andalucía, donde pierde la mayoría frente al PP y dos escaños con respecto a diciembre, uno de ellos en favor del Podemos de Teresa Rodríguez.
El calco de resultados y la repetición de resultados sitúa el escenario político de nuevo en manos del PSOE, que debe decidir si intenta una coalición de izquierdas que no quiso intentar en enero o si espera los movimientos del PP y se plantea esperar a que la suma de Ciudadanos y 'populares' explore un posible gobierno de Gran Coalición.
La situación objetiva no cambia respecto a diciembre, pero otorga al PSOE un valioso premio: tiempo. En su comparecencia tras conocerse los resultados, Sánchez ha felicitado a Rajoy y ha culpado a Iglesias. Un guiño a la gran coalición que para concretarse deberá esperar a un análisis –en el entorno económico y mediático del PSOE– sobre si este partido puede permitirse unas terceras elecciones.
Varapalo para Unidos Podemos
Unidos Podemos ha sufrido en la noche electoral un varapalo. Las encuestas le situaban en una posición privilegiada como cabeza de la socialdemocracia. Los tres escaños que ha ganado con respecto a diciembre saben a poco a la confluencia, que queda a expensas de lo que decida el PSOE. Los de Iglesias afrontarán una legislatura sin el protagonismo anunciado. Finalmente la unión con IU y otros partidos no ha significado una multiplicación y apenas ha funcionado como suma. Podemos mejora sus resultados en las Castillas y Extremadura y así se ha fraguado una derrota que trasciende lo simbólico.
Con respecto a las negociaciones, Unidos Podemos pierde peso específico de cara a las próximas negociaciones, aunque no venderá barato un posible apoyo a Sánchez. La cuestión catalana seguirá estando presente, y ahí los resultados de En Comú Podem (ECP) son contradictorios: ECP es la opción más votada pero pierde 130.000 votos con respecto a diciembre, y ERC se mantiene, pero le sigue de cerca. En el resto de cuestiones, atravesadas fundamentalmente por los plazos de la Unión Europea para el recorte del déficit, el programa de Podemos y el del PSOE se han mantenido en una indefinición seguramente calculada.
Ciudadanos se 'upedeifica'
Ciudadanos se 'upedeifica' en estas elecciones. El pinchazo del partido naranja le arroja a los brazos del PP o de la intrascendencia en una legislatura gobernada por el centro izquierda. El sistema electoral ha perjudicado a las formaciones emergentes, pero su papel en la investidura pasada ha terminado de acabar con el efecto Ciudadanos.
Los resultados arrojan una repetición total en el independentismo catalán: la situación del proceso de independencia ha marcado los resultados de la noche electoral. Los socios de la coalición Junts Pel Sí repiten resultados, y el bloqueo de los constitucionalistas a pactos con ambos partidos les sitúa a la espera de un pacto de centro izquierda que necesite su apoyo.
Un escenario más complicado tras la remontada del PP de Rajoy. El partido de Rajoy necesita todavía cinco escaños (contando con los de Ciudadanos) para una mayoría absoluta, y quien se los otorgue (¿Coalición Canaria más la suma aparentemente inconcebible del Partido Nacionalista Vasco?) tendrá que hacer frente al descrédito y el desgaste en la política local.
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