La cantante Aziza Brahim presenta su nuevo disco 'Abbar el Hamada' cuando se cumple el cuarenta aniversario de la ocupación, exilio y diáspora del pueblo saharaui.
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Aziza Brahim, cantante, compositora, actriz y activista por los derechos del pueblo saharaui, nació en 1976 en los campamentos de refugiados del Sáhara, en la región de Tinduf, Argelia. Aquel fue el año en el que España abandonó el territorio del Sáhara Occidental. La artista, en el exilio desde hace dos décadas, vivió en Cuba durante 7 años. Después, regresó a los campamentos en 1995 para ganar el Primer Premio Nacional de la Canción en el Festival de Cultura de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Desde el año 2000 reside en el Estado españo, exiliada en Barcelona. Aziza presenta su último trabajo, Abbar el Hamada (A Través de la Hamada) junto al grupo Gulili Mankoo, integrado por músicos del Sáhara, Colombia, España y Senegal. Un canto que combina denuncia, lucha y esperanza.
“Abbar el Hamada” ¿Cuál es el motivo de este título?
Abbar el Hamada se puede traducir como A través de la Hamada. El título sintetiza los últimos cuarenta años de historia para los saharauis. La Hamada del Draa es la zona del desierto rocoso en que estamos sobreviviendo desde la invasión ilegal de Marruecos de nuestros territorios en el año 75.
¿Qué diferencias hay respecto a anteriores discos? ¿Cuál es el mensaje que quieres trasladar con este nuevo trabajo?
La diferencia básica es que Abbar el Hamada es un álbum más enérgico y en él hay mayor variedad de ritmos que en anteriores discos. Más que el mensaje, el punto de partida del álbum fue la triste conmemoración de los cuarenta años de ocupación ilegal, exilio y diáspora que llevamos sufriendo los saharauis.
"Si hubo algún atisbo de esperanza cuando la ONU resolvió que se había de celebrar un referéndum, actualmente se ha disipado"
¿Qué representa la música para el pueblo saharaui?
La música, como cualquier arte, forma parte de la expresión de un pueblo. En nuestra situación es muy difícil dedicarse al arte, puesto que existen otras prioridades en nuestra sociedad. Pero, aun así, es muy importante atender las diferentes expresiones artísticas porque constituyen un aspecto crucial de nuestra identidad cultural.
El disco transmite paisajes, esperanza, denuncia y también dedicas un espacio a la mujer. ¿Qué papel ejerce la mujer en la comunidad saharaui?
Las mujeres son muy importantes en la sociedad saharaui. Fueron (y siguen siendo) decisivas para la organización de los campamentos de refugiados y para la construcción del Estado en el exilio. Sin su compromiso y su lucha no habría sido posible nuestra resistencia.
Las letras de son un canto al pueblo saharaui. Sin embargo, parece un mensaje que puede llegar también a otros pueblos
Sí, yo parto de nuestra realidad, de mi experiencia, pero intento que las canciones tengan una lectura más universal.
En el disco hay un tema en castellano, El canto de la arena. ¿Qué quieres expresar y transmitir con esta canción?
Como mínimo que la lengua ha sido lengua oficial en el Sáhara Occidental a consecuencia del proceso de colonización. Pero, en realidad, la letra gira en torno al sonido que emite la arena de las dunas cuando es movida por los vientos. Esos sonidos se conocen como 'El canto de la arena' y a través de ellos he querido evocar una serie de sonidos que se han oído en el desierto a lo largo de la historia, tanto en el pasado como en la actualidad, y que han dado paso al silencio, como esas noticias que ocurren pero que no aparecen en los medios de comunicación y parece que no han existido jamás.
Hoy, miles de refugiados huyen de la represión hacia Europa. ¿Cómo fue tu experiencia en un campo de refugiados?
Yo hice el éxodo en el vientre de mi madre. Nací y crecí en los campamentos de refugiados saharauis. Para mí, aquello era mi tierra en los primeros años de mi infancia, no supe cuál era la verdad de nuestra situación hasta los ocho o nueve años. Por tanto, mi experiencia es diferente a la de los niños sirios que en la actualidad han arriesgado sus vidas para escapar de la guerra, pero tiene semejanzas como la escasez de alimentos y medicinas, las inclemencias del tiempo, la dependencia de la ayuda humanitaria, etc.
Tu familia vive en los campos de refugiados del Sáhara. ¿Estás en contacto con ellos? ¿En quá situación viven?
Sí, por supuesto, estamos en contacto continuo. Su situación es desesperante, como la de todos los que están allí, ya que en los últimos años de crisis económica muchos estados han reducido o eliminado su ayuda a la cooperación. Se encuentran resistiendo en un entorno hostil con temperaturas extremas, tormentas de arena, sirocos, unas recientes inundaciones que han derribado innumerables construcciones...
A día de hoy, ¿qué ha cambiado respecto a los últimos 40 años para tu pueblo?
La verdad es que si hubo algún atisbo de esperanza cuando Naciones Unidas resolvió que se había de celebrar un referéndum, actualmente se ha disipado con la negativa sistemática de Marruecos a cumplir la legalidad internacional.
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