En procesión, con una llave de abrir cerraduras como un 'santo', la Plataforma ha llegado al edificio que realojará Noria Ghuzlane y sus tres hijos. Es propiedad de una inmobiliaria y está vacío desde 2013.

Con tres niños, Noria Ghuzlane ha cargado con maletas desde el 16 de marzo. De una habitación, a una pensión, y de una pensión a otra. Hoy, por fin, ha entrado con el equipaje y sus hijos de tres, cinco y once años en una casa en la calle Antigua Travessera 22 de L'Hospitalet de Llobregat. La Obra social de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha ocupado un nuevo bloque, el primero de la segunda ciudad más poblada de Cataluña, donde ya hay 23 edificios recuperados. 44 en todo el Estado español. El último se recuperó el pasado 12 de marzo en Capellades.
En procesión, con una llave de abrir cerraduras como santos, activistas de la Plataforma, vecinos y vecinas han desfilado desde la estación de metro de Pubilla Cassia hasta el bloque, donde empezará a vivir Noria. Pero en este caso, el propietario del edificio no es la Sareb, sino una inmobiliaria que lleva por nombre la dirección: Antigua Travessera 22 S.L. Según la PAH, la empresa consta como propietaria en el registro, pero, en cambio, no está inscrita la división horizontal del inmueble, de cuatro plantas y tres viviendas, sin estrenar desde 2013.
"Ahora me siento más fuerte". Noria respira con cierta inquietud porque nunca antes había ocupado una casa. Se siente más fuerte que cuando, hace menos de un año, por azar, fue a parar a la PAH. Lloraba por la calle y, desesperada, se acercó a una chica a pedir ayuda, que la acercó al colectivo. La historia de Noria ha cambiado mucho en los últimos años. En Mallorca pagaba una hipoteca mientras trabajaba en una clínica y, más tarde, ya en el paro, se alojó en una habitación de alquiler en un piso compartido. Se había separado de su marido que la maltrataba y contra quien interpuso una denuncia. Se encontró sola, con tres criaturas, el paro agotado y ningún ingreso. Ahora, la PAH, asegura, "es mi gran familia". La Plataforma le ha hecho un acompañamiento a servicios sociales para encontrar una solución, pero, de momento, no le han facilitado una alternativa habitacional; aseguran que "no hay pisos". Mientras tanto, cada día, Noria ha logrado cubrir un par de comidas al día a través del comedor social, pero sus criaturas hay mañanas que no desayunan. La inestabilidad y convivencia con el sufrimiento tiene efectos directos sobre la infancia y Noria sufre por sus hijos.
Sin pisos en una ciudad con mil viviendas vacías
Desde prensa del Ayuntamiento aseguran lo mismo: no disponen de pisos para responder a la emergencia habitacional, aunque a principios de año, la alcaldesa Núria Marín anunció, a bombo y platillo, que aplicaría la cesión forzosa los bancos con viviendas vacías, tal y como obliga la Ley 24/2015. El Consistorio ha iniciado la instrucción de 39 expedientes sancionadores contra el Banco Popular, Aliseda inmobiliaria –del mismo banco– y el Banco de Santander, y ha cerrado el primer preacuerdo con el BBVA por la cesión de viviendas que se destinarán a alquiler social. Sin embargo, personas como Noria no tienen donde vivir.
Actualmente, el Ayuntamiento contabiliza que hacen falta más de 150 viviendas para atender a las personas en riesgo de exclusión residencial como la Noria. Hay más obstáculos. Aida del Valle de la PAH de Barcelona critica que el hecho de no tener padrón te excluya de la Mesa de Emergencia. En estas circunstancias –sin casa–, no tienes donde empadronarse, Noria no podía ni escolarizar a sus criaturas, ni obtener ninguna ayuda. Actualmente, desde servicios sociales exigen cumplir los requisitos del Registro de Solicitantes y, por tanto, personas sin padrón, sin ingresos u ocupas, quedan excluidos. Mientras tanto, y paradójicamente, L'Hospitalet contabiliza oficialmente un millar de viviendas vacías, propiedad de la banca. La Generalitat amplía el recuento de la ciudad a un total de 1.691 viviendas en manos de entidades y fondos de inversión, que llevan un mínimo de dos años sin comprador ni inquilino. La campaña 'La Sareb es nuestra' en localizó 180 del llamado banco malo.
Con el apoyo de la PAH, Noria ha conseguido el padrón. Ahora, tiene la esperanza de recibir la ayuda de la renta mínima de inserción y la que le corresponde como mujer víctima de violencia machista, y también poder inscribir a sus criaturas a una escuela.
[ACTUALIZACIÓN] A las 14h10, Obra Social PAH anuncia que abandona el edificio al recibir información de que las viviendas del edificio han sido alquiladas durante esta semana. "Nuestra lucha va contra la banca", afirma en su cuenta en Twitter.
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