Felipe González, el Dorian Gray español

“Esto sólo lo puede parar Felipe González”, es la frase que reverbera estos días ante un posible pacto entre PSOE y Podemos para formar gobierno. Tras ella, la sombra de la denominada vieja guardia o ese muro contra el que chocaba don Quijote: “Con la vieja guardia hemos topado, Sánchez”. ¿O no era así?

26/01/16 · 13:23
Felipe González levanta el puño en un mitin electoral.

“Esto sólo lo puede parar Felipe González”, es la frase que reverbera estos días ante un posible pacto entre PSOE y Podemos para formar gobierno. Tras ella, la sombra de la denominada vieja guardia o ese muro contra el que chocaba don Quijote: “Con la vieja guardia hemos topado, Sánchez”. ¿O no era así?

Desde el momento de la propuesta de Gobierno de Pablo Iglesias parece que toda la maquinaria histórica del partido socialista ha puesto a funcionar su engranaje para bloquear las decisiones de Pedro Sánchez, que se la juega al todo o nada en la consecución del pacto con Podemos. Hablamos, por supuesto, de Felipe González, de Alfonso Guerra y los “barones” del partido que exigirán ratificar cualquier pacto de izquierdas (o con los que llaman “antisistema”) que pretenda la dirección. Ya se lo han recordado Susana Díaz o Fernández Vara: la política de pactos la fija el Comité Federal, y no él.

Felipe González consensuó en 1979 un gran pacto con el partido más vituperado por el establishment franquista: el PCE

Lo realmente curioso es que González, de golpe y porrazo, haya olvidado todas las maniobras políticas que él mismo llevó a cabo en su etapa como dirigente. Habría que recordarle que, tras las elecciones municipales del 79, él mismo consensuó un gran pacto con el partido más vituperado por el establishment franquista: el PCE.

Cuando en plena Guerra Fría el comunismo todavía dominaba medio mundo y era absolutamente denostado y combatido por los países occidentales y el franquismo, Felipe González hizo un pacto con el “diablo”. ¿Es que González no se acuerda de esa gran alianza política gracias a la cual se hizo con prácticamente la totalidad de las grandes alcaldías de España, a pesar de ser derrotado por UCD, y que permitió a la izquierda gobernar en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga…? ¿Habrían defraudado entonces a los votantes si el PSOE y el PCE no se hubieran entendido? 

Al conocer los resultados de las municipales, Santiago Carrillo dijo: “Veréis cómo Guerra llama esta noche”. Y Alfonso Guerra llamó. Y la alianza se hizo. La sociedad se sacudió el miedo: el PCE no era el gran monstruo que había alimentado el franquismo. Los alcaldes antes demonizados gobernaron y, sorpresa, el sistema no se cayó, el sol siguió saliendo.

El “gran timonel socialista” también ha olvidado que cuando él se postulaba para ser presidente en 1982, los periodistas le preguntaban por la inestabilidad del país si él ganaba, por la posible fuga de capitales, por el riesgo y zozobra de los mercados, por el paro que se podría producir… ¿Cuánto ha olvidado Felipe González? ¿Ha llegado a olvidar también el pacto preelectoral de Almunia y Paco Frutos (IU) del año 2000, cuando Aznar obtuvo la mayoría absoluta?

¿Ha olvidado González el pacto preelectoral de Almunia y Paco Frutos (IU) del 2000, cuando Aznar obtuvo la mayoría absoluta?

El otro día, Alfonso Guerra dijo que el PSOE tiene una “dificultad insalvable” para pactar con la izquierda. Pero esos acuerdos de los años juveniles de la Transición demuestran que hoy sí es posible hacerlo sin poner el grito en el cielo. Especialmente cuando Podemos ya está dando pasos atrás en algunas líneas rojas que han ido estableciendo tras las elecciones generales del 20D, como la del referéndum catalán, que ahora solo califican como “fuerte convicción”. ¿Es Podemos mucho más “antisistema” de lo que era considerado el PCE entonces? El PSOE, si quiere liderar el cambio, debe actuar rápido, porque, de lo contrario, se verán abocados a una nueva cita con las urnas, en la que Podemos podría arrebatarles el liderazgo de la izquierda y acabar como un PASOK español.

Ya es hora, para González y los suyos, de que dejen de admirar su joven retrato y abran paso a los nuevos. No sabemos si el Pablo Iglesias de la calle madrileña de Tetuán, si levantara la cabeza, votaría hoy a su tocayo del partido morado. Pero, sin duda, pediría que volvieran a enterrarla en lo más profundo del parque del Retiro para no tener que ver el espectáculo lamentable que ofrece la vieja guardia, dificultando la “coalición” entre el PSOE y… el PSOE. 

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comentarios

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    gerpas
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    Lun, 02/01/2016 - 18:43
    Ha sido ver que Podemos quería el CNI y se le ha desatado el pánico en FG.
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    Bienzobas
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    Mié, 01/27/2016 - 21:13
    Estoy seguro de que si Oscar Wilde se entera de que alguien asemeja a Dorian Grey con Felipe González, se levantaría de su tumba y arremetería contra el comparador y el mismo Glez. Este último no tiene ninguna semejanza con el del cuadro famoso y, si él ha llegado a ser famoso, otros también lo han sido, y más, mucho más, puesto que el Glez. nunca figurará en la historia de la literatura, sí en los libros de texto, esos que todos detestamos. No tiene categoría nada más que para decir sandeces lo mismo que el otro, el Aznar que ahora va por ahí diciendo que el verdadero peligro para la democracia es Podemos, sin querer darse cuenta (¿o sí?) de que el verdadero peligro para la democracia son esos demócratas de pacotilla como Aznar, Aguirre, González... A Churchill le atribuyen una frase -¡ojo que no soy el Inda!-, que seguramente no se deba a él, pero no se a quién asignársela, que dice aquello de que "Los fascistas del futuro, se llamarán a sí mismos antifascistas." Seguramente no la dijo Churchill pero quien la ha inventado está en lo cierto: ya es el tiempo en que los fascistas se llaman a sí mismos antifascistas. Ha llegado el Anticristo de la democracia, o sea, el Antidemócrata con ínfulas de demócrata. ¡Qué la libertad nos coja preparados! Amigo Sancho, con la democracia hemos topado. Enrique
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    Clara
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    Mié, 01/27/2016 - 17:31
    El señor X de los Gal no cambia. Sigue igual de chocho. Eso sí, ahora tienes más amos aparte de Gas Natural.
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    David Sánchez
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    Mié, 01/27/2016 - 12:40
    Dar por sentado que hubiera nuevas elecciones, por no apoyar PSOE a Podemos, es mucho suponer. Creo que la clave es la ambición de Pedro. Sabe que sobrevivir puede darte una segunda oportunidad. Gobierna PP con Ciudadanos. Se abstiene PSOE para guardar apariencias. Legislatura hasta que machaque lo suficiente a Podemos. Y a confiar en la mala memoria de los votantes del PSOE.
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    José Martínez Carmona
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    Mié, 01/27/2016 - 10:45
    Felipe González no ha cambiado. Continúa siendo el mismo que pactó con Carrillo la municipales y con IU, una vez liquidado Julio Anguita, EL MISMO SERVIDOR DEL SISTEMA CAPITALISTA, ANTES COMO AHORA. Lo que parece haber cambiado es la situación. En la transición, el PSOE alardeaba de "izquierdas", lo que no era; hoy PODEMOS, con un discurso que pretende no ser "de izquierdas ni de derechas", con unas bases en las que se ha metido de todo, aunque con un denominador común, POR EL CAMBIO, lo que Felipe González teme es la pérdida de protagonismo del PSOE y el resquebrajamiento del sistema electoral amañado. Lo que PODEMOS pueda y quiera hacer con sus votos es una incógnita. La dinámica electoralista olvida fácimente que las elecciones las ha "ganado" el NO VOTO, esa bolsa de casi doce millones de no votantes, sin lugar a dudas, mayoritariamente gente trabajadora, profundamente desencantada "del sistema", convencida de que "vote lo que vote, siempre ganan los mismos", esa bolsa en la que hace mella la incultura, el apoliticismo, y en la que puede hacer mella la xenofobia..., ¿Qué hacer desdes las izquierdas para, partiendo de sus necesidades, organizar ese descontento sordo frente a las injusticias que conocen muy bien, puesto que las sufren día a día?
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    juancho
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    Mar, 01/26/2016 - 15:38
    Pedro Sánchez estuvo en la última reunión del grupo distribuidor de poder Bilderberg, el PP no tuvo a nadie al darlo amortizado por salir a la luz la total corrupción. A veces, los diseñadores del poder pueden tener dificultades para conseguir sus metas y por ello ahora se están implicando con intensidad su representante Felipe González y otros para mandar a Pedro lo que tiene que hacer. No obstante, están diseñando su sustitución por Rivera y otras posibilidades de recambio del régimen para que las masas crean haber logrado algo. Rajoy hace tiempo que está amortizado y pronto se dará cuenta ya que sus reflejos son algo lentos.
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