El rey Artur al desnudo

En los últimos años, desde que estalló la llamada crisis, el proyecto de la burguesía catalana ha tenido como objetivo minimizar sus pérdidas a toda costa y a cualquier precio. Mas, orgullosamente, se autoproclamó alumno aventajado de Merkel mucho antes de que Zapatero o Rajoy empezaran a hacer los deberes a regañadientes. Los recortes de los derechos sociales que hemos vivido en Catalunya han sido brutales. Pero no han sido unos recortes con el fin de evitar la caída del Estado, sino de evitar el empeoramiento de sus intereses de clase.

, militante de Endavant.
12/01/16 · 13:05
Pancarta del movimiento juvenil Arran.

En los últimos años, desde que estalló la llamada crisis, el proyecto de la burguesía catalana ha tenido como objetivo minimizar sus pérdidas a toda costa y a cualquier precio. Mas, orgullosamente, se autoproclamó alumno aventajado de Merkel mucho antes de que Zapatero o Rajoy empezaran a hacer los deberes a regañadientes. Los recortes de los derechos sociales que hemos vivido en Catalunya han sido brutales. Pero no han sido unos recortes con el fin de evitar la caída del Estado, sino de evitar el empeoramiento de sus intereses de clase. Esta situación social alarmante, pero legal, se suma a la corrupción que impregna a las grandes familias, los grandes partidos y las grandes instituciones catalanas, desde ayuntamientos a 'conselleries', del PSC a CiU, de los Pujol a los Bustos. El castillo de naipes se cae y debe recomponerse a marchas forzadas.

Si analizamos los datos electorales de las últimas contiendas, veremos como, desde el efecto 15M, la caída de los partidos del régimen ha sido exponencial. Y, por tanto, la lucha por el poder necesita de nuevas estrategias. La crisis ha abierto los ojos a gran parte de la sociedad catalana que hasta hace pocos años prefería el encaje a la ruptura con España. La imposibilidad de progreso elitista a la que siempre han aspirado les ha cerrado el camino a estas clases. Son las mismas que ven en el conflicto político la mejor baza para negociar una mejora de sus intereses de clase. Es aquí donde inscribimos la llamada deriva independentista de esos sectores. Sus intereses de clase quedan limitados por los intereses de clase de sus homólogos en el Estado español. Sólo la amenaza independentista les ofrece una baza para negociar.

Pero… ¿Mas no se ha hecho independentista? Vayamos a los hechos y no a las palabras.

Hoy por hoy no hay marco legal posible en el Estado español en el que el proyecto independentista pueda realizarse, y en consecuencia, ese proceso debe darse desde la ruptura de la legalidad del marco jurídico español. Y eso Mas no está dispuesto a hacerlo.

¿Y el 9N? ¿Acaso no se desobedeció? No, se creó un marco legal catalán que diera cobertura legal a un plan alternativo a la desobediencia. Ese plan fue diseñado única y exclusivamente para no tener que desobedecer la legalidad vigente. Hoy esa causa se encuentra en manos de un juzgado, pero no seré yo quien os explique los usos políticos de la judicatura española. Lo sabéis de sobra.

El periodista Arturo Puente lo llamaba el “botón rojo”. El botón que da la llave a negociar con el Estado, el que convoca elecciones y marca los ritmos, el que estira el chicle y lo convierte insulso tras años mascando la misma goma. Ése es el botón que estaba en juego en las pasadas elecciones regionales de Catalunya. Un botón que "debe" seguir siempre del lado de Mas.

El contexto social ha sido durísimo y el desgaste electoral de Mas más que evidente. En esta coyuntura, el 9N tenía que ser la antesala de unas nuevas elecciones. No se dieron de inmediato porque ERC no estaba dispuesto a ceder su capital político a una nueva marca electoral manchada por la corrupción y recortes. Sólo tras meses de dura campaña mediática, junto con la presión de las llamadas organizaciones soberanistas (ANC y Omnium), pudieron doblegar la voluntad de ERC hasta hacerla entrar en el artefacto electoral JuntsXSí. Artefacto electoral fraudulento en el que el cabeza de lista se presenta en el cuarto lugar, no pasa cuentas con el electorado y manda a los leones a Romeva y Junqueras, cogidos de la mano de Forcadell o Muriel Casals. La operación era perfecta, solo que llegado el momento de contarse, se dan cuenta de que les faltan dos diputados para tener acceso al “botón rojo”.

Es allí donde nace la campaña #pressingCup, creado en los mismos laboratorios donde se gestó el #PressingERC que hizo posible doblegar la cintura de Junqueras y encauzar la lista única. #PressingCup nace con el objetivo de buscar los apoyos necesarios para formar gobierno, y con el tiempo muta hasta convertirse una campaña para destruir la CUP-CC (Candidatura d’Unitat Popular-Crida Constituent).

Si bien durante la campaña electoral era conocida la posición de la CUP-CC de no investir a Mas president, hay que reconocer que esa afirmación no aparece en el programa, ni se desprende de acuerdo previo, sino que es recogida del clamor popular y de la evidencia de que la década que hemos pasado está marcada con sudor y lágrimas por las actuaciones de este president. Lo que si estaba pactado anteriormente a la concurrencia electoral era el hecho de que las decisiones clave, como la presidencia o los presupuestos, deben ser aprobadas por el conjunto de la CUP-CC. Y así se ha hecho.

En la CUP se suele decir que la democracia es cara y lenta, porque la alternativa no es nuestra democracia. Y a pesar de todas las críticas y burlas que desde los medios se ha hecho a la CUP-CC, no podemos renunciar a la asamblea; a uno de los pilares de nuestra forma de hacer y que es también nuestra forma de pensar. Nos atacan porque lo que decidimos va en su contra, nos atacan porque el cómo lo decidimos va en su contra.

Decisión tomada e iniciativa política retomada. Si bien el Pressing Cup ha creado enfado hasta el punto de que el president Mas sale a la palestra con un discurso cargado de odio, venganza, mentiras y acusaciones estereotipadas. Acusa a la CUP de izquierdistas, sabiendo que en la propuesta de presidencia se han barajado nombres como Neus Munter o Pi i Sunyer, acusa de no querer un plan de choque que curiosamente forma parte de su programa electoral, y termina emulando a Pujol en sus "mejores" tiempos. Pujol era Cataluña y si tocaban Pujol atacaban Cataluña. Hoy el “procès” se llama Artur Mas, y sin Mas no hay “procès”.

Así, un mensaje que pretendía destruir a las CUP-CC sólo consigue cohesionar sus dos almas. Ya sea en las redes sociales, ya sean los comunicados de asambleas locales o territoriales, expresan que los que votaron el “Si a la investidura” se niegan a ser arma arrojadiza contra los y las compañeras del “No a la investidura”. Tenemos claro que lo que nos separa es una concepción táctica y no estratégica del movimiento. Hoy el rey va desnudo, y es el obstáculo real hacia la independencia.

Esto que viene denunciando desde hace meses la izquierda independentista –a pesar de la negación de los procesionistas– al final ha sido una evidencia. Los analistas de CDC han visto que en marzo su proyecto no sumará y que ya no hay opción para el chantaje a ERC, que se sabe ganadora. La propuesta alternativa lleva el nombre de Carles Puigdemont. Un relevo joven, desvinculado de los trapicheos y corruptelas de la antigua CiU, de reconocido perfil soberanista (actual presidente de l’Assemblea de Municipis per la Independencia), y que tendría, sí, su piedra particular en el zapato. Quizás otro futuro documental de la productora Metromunster volverá a sacar a la luz la muerte del joven Juan Pablo Torroija a manos de la policía local de Girona bajo el mandato de Puigdemont. No es casualidad que la familia de Rorroija recurriera al diputado de la CUP Benet Salellas como abogado. Sólo el tiempo nos dirá si estamos delante del futuro president de la República Catalana.

Publicado originalmente en Argia.

Tags relacionados: Artur Mas Catalunya CiU CUP Procés
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comentarios

1

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    Matías Escalera
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    Mar, 01/12/2016 - 21:23
    Estimado Marc, está visto que el que no se consuela es porque no quiere... ¡Vaya empanada ideológico/política y táctico/estratégica, entre inocente y voluntarista, que tenéis, si el análisis que haces de la situación que os ha llevado a apoyar a aquellos que os han utilizado, humillado, insultado y que se han aprovechado de vosotros, el que expresas en este artículo, es el mayoritario entre vosotros!... Pero vamos a ver, compañero, cómo puedes pretender que Puigdemont es un jovencito inocente que pasaba por allí inmaculado portando la buena nueva de la república catalana, desvinculado de su partido y del capo que lo ha puesto allí, siendo como es CDC una maquinaria solidaria de corrupción, como lo es el PP (que no ha cambiado ni un ápice ni cambiará por daros gusto, eso tenedlo en cuenta), y que simplemente os ha intimidado. ¿Cómo puedes pretender que ERC se sumó a CDC, pobrecitos, obligados e intimidados, como vosotros? No, compañero, Junqueras y los suyos lo han tenido clarito desde el principio, no como vosotros; de hecho, son los únicos beneficiarios de todo este lío y se están frotando las manos. Tanto es así que Junqueras es ahora el verdadero capo, tal como estaba previsto, desde largo, en su estrategia... No, compañero, vosotros sí habéis sido intimidados, ellos, ERC, no; ellos estaban en la banda que os ha humillado y amedrentado... En esa misma banda que os ha espetado en la cara que "la vida de un israelita vale la de diez palestinos"... Alguien puede pensar que eso son solo frases que se escapan en una negociación, pero no, es que ese es el fundamento de la ideología nacionalista que subyace en JxS, sobre esa base de ciega prepotencia, entre racial y chulesca, es sobre la que quieren construir su república catalana, no la vuestra, la de los trabajadores y palestinos, compañero, nunca la vuestra. Para ellos, solo sois eso, palestinos, a los que se les puede humillar, usar y tirar... Y, sea como sea, a un grupo de negociadores de una organización anticapitalista e internacionalista (según decís) le dicen eso e inmediatamente se levantan de la mesa y los mandan a freír espárragos, pues con quienes te dicen tal barbaridad, porque, en realidad, íntimamente lo sienten así, no se puede construir nada que tenga sentido para los trabajadores. Os podéis hacer mil cábalas para convenceros de que hacer lo que habéis hecho está bien, pero no lo está, compañero, no lo está... Pedir perdón por ser como sois, ceder diputados así como lo habéis hecho, pensar que habéis retirado a Mas de la política catalana (¡por dios!), porque haya dejado a su machaca en su puesto para camelaros, creer que vais hacia una república catalana que tenga algo que ver con vuestro proyecto político y social inicial... Ya le podéis dar las vueltas que queráis, pero os han engañado, o peor, os habéis dejado engañar, quizás por vértigo, quizás por inexperiencia e inocencia. Teníais una fuerza inmensa y la habéis dilapidado, de la peor de las maneras, en un proyecto que no es el vuestro. Salud.
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