Izquierda Unida, que se presentaba con la marca Unidad Popular, consigue tan sólo dos diputados. Sus mejores resultados son en las exitosas coaliciones con Podemos en Catalunya y Galicia.

A pesar de que #Garzoners se convertía en tendencia mundial en Twitter a lo largo de la mañana de esta jornada electoral, las elecciones se cierran sin demasiadas sorpresas con respecto a la situación agónica de Izquierda Unida, que se mantiene a pesar de todo. Con un 98,69% escrutado, la formación, que se presentaba con la marca Unidad Popular, cae del 6,92% y 1.680.810 votos de las elecciones de 2011 a un 3,68% y cerca de 909.000 votos. Con ello, queda en quinto lugar en número de votos. Los entre tres y cuatro escaños que le daban las encuestas se quedan finalmente en dos, ambos por Madrid. “Nos propusimos grupo parlamentario, alcanzar el 5% de los votos, y no lo hemos conseguido”, ha dicho su líder, Alberto Garzón, en su discurso ante sus simpatizantes a las 23.30h, que ha reconocido que “no nos gustan los resultados”.
Lastrada por años de disputas y fracturas internas, salpicada por escándalos como el de las tarjetas black y desgastada por sus experiencias de gobierno en coalición con el PSOE en Andalucía y en Asturias, el partido al que Alberto Garzón ha tratado de rejuvenecer ha cedido parte de su electorado a Podemos, que ha concentrado más ilusión y el voto útil de izquierdas.
El hecho de que IU y Podemos no fueran capaces de llegar a un acuerdo para presentar una candidatura de unidad popular en todo el Estado no sólo frustró las expectativas de muchos votantes de izquierdas, sino que ha perjudicado a Izquierda Unida más que a Podemos. Las dos comunidades en que IU y Podemos se han presentado bajo un mismo paraguas junto con otras formaciones han mostrado las potencialidades de la unión. En Comú Podem ha llegado en primer lugar en Cataluña y En Marea en segundo en Galicia, por detrás del PP. Estos votos en principio no computarán para Izquierda Unida. A pesar de los malos resultados, Garzón ha añadido en su comparecencia que “hemos sembrado un germen de optimismo: la confluencia y la unidad popular son el camino”. También Marina Albiol decía a lo largo de la noche: “Nos alegramos de los resultados de las confluencias en Galicia y Catalunya, donde también participamos”.
La formación también sale perjudicada por el reparto de diputados derivado de la Ley D’Hont unida a las circunscripciones provinciales, algo que no ha olvidado Alberto Garzón, que ha recordado que cada uno de sus diputados necesita 400.000 votos, frente a los 60.000 votos de las fuerzas mayoritarias. Pese a los resultados adversos, Garzón ha afirmado que “no vamos a fallar a ese casi millón de personas que nos ha votado” y se ha comprometido a “seguir trabajando”.
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