Tomar conciencia de la desigualdad es más fácil si se invierten los roles o se trabaja la empatía. Es difícil que la empatía surja por generación espontánea, sobre todo en los sistemas de dominación y especialmente si eres del grupo dominante, por eso las feministas usamos decenas de estrategias para incidir política y socialmente.

El último ejemplo es la iniciativa de la senadora demócrata en Carolina del Sur (Estados Unidos), Mia McLeod, que ha presentado una propuesta de ley para que los hombres que sufran disfunción eréctil y quieran conseguir Viagra u otros medicamentos similares tengan que pasar por los mismos procesos burocráticos y absurdos que las mujeres que quieren abortar en ese estado: "He intentado hacer una propuesta tan invasiva e intrusiva como hipócrita e innecesaria", declaró a la cadena norteamericana NBC.

Esta propuesta ve la luz en un momento en el que la legislación para la Interrupción Voluntaria del Embarazo en Carolina del Sur se endurece cada vez más, por eso McLeod lo tiene claro: "Hasta que el gobierno no sea capaz de estar fuera de mi útero, me negaré a estar fuera de sus dormitorios". La senadora quiere hacer entender a un gobierno dominado por  hombres cómo te sientes cuando alguien controla y dirige tus derechos sexuales y reproductivos.

Según esta propuesta de ley, cualquier hombre que quiera Viagra o un medicamento relacionado con la disfunción eréctil deberá pasar por un protocolo que implica, entre otras cosas, lo siguiente:

• Presentar una declaración jurada de al menos una pareja sexual confirmando que el paciente ha mostrado signos de disfunción eréctil en los últimos 90 días.
   
• Someterse a pruebas de esfuerzo cardiaco cada tres meses para confirmar que su corazón está lo suficientemente sano como para tener relaciones sexuales.
   
• Asistir al menos a tres sesiones de asesoría donde se traten las virtudes del celibato como un estilo de vida saludable.

Una vez que los hombres hayan cumplido todos estos requisitos deberán esperar al menos 24 horas para obtener el medicamento. Algo similar al proceso y los plazos que esperan las mujeres que quieren abortar.

McLeod no cree que la propuesta de ley tenga mucho recorrido pero, sin duda alguna, está consiguiendo abrir el debate y tener presencia en los medios sobre las limitaciones de las mujeres de Carolina del Sur cuando quieren ejercer sus derechos reproductivos y abortar.