Sobre teatro catalán

¿Qué pasa en Catalunya antes el 20D, si es que pasa algo, y qué puede pasar después?

17/11/15 · 13:31
Fiesta de fin de campaña de Junts Pel Sí. / Junts Pel Sí

Me dice Pablo de Diagonal que les escriba algo respondiendo a esta pregunta: ¿Qué pasa en Catalunya antes el 20D, si es que pasa algo, y qué puede pasar después? Parece fácil. Pero, por aquí abajo, lo que pasa no es siempre lo que pasa. De hecho, el día 11M de cada año podríamos dedicarlo a ser el-día-en-el-que-no-pasa-lo-que-dicen-que-pasa. Describir lo que pasa, por aquí abajo, ya es la pera. Es un ejercicio difícil. Imagínate ya opinar sobre ello. Bueno. Al tajo.
 

¿Qué ha pasado desde 2012, año en la que el Govern asumió como propia la demanda social de un referéndum? Poco o nada. Austeridad, proceso de refundación de CDC , absolutamente, ningún movimiento hacia un referéndum, esa cosa que el Régimen del 78 –CDC es una región de él; es su delegación territorial en Catalunya–, ni espera ni quiere.

¿Qué ha pasado después de las elecciones del 27S? La tira de cosas. Agárrense. La CUP, que defendió que el independentismo había ganado las elecciones, si bien había perdido, en votos, la cosa plebiscitaria, empezó a negociar con Junts pel Sí –ERC, CDC–, una resolución, con mandato democrático muy interpretable, en la que se se establecía que, en 30 días se promulgarían tres leyes que, de hecho significarían la ruptura y un proceso constituyente en Catalunya. ¿Se trata de una declaración de independencia? No. Se trata de una declaración conforme se inicia un proceso de independencia. ¿Se inicia, en verdad, ese proceso? Pues no se sabe. Se sabrá en 30 días. O en más, si se decide posponer, como va pareciendo que se va a hacer, la promulgación de esas tres leyes. Como se ve, es todo muy raruno. Y extraño.

¿Se trata de una declaración de independencia? No. Se trata de una declaración conforme se inicia un proceso de independencia

A pesar del aspecto radical de todo esto, técnicamente no ha sucedido nada. Es decir, el Parlament, al haber anunciado una futura desobediencia, no ha desobedecido. Desobecerá dentro de 30, etcétera. Por lo que no se le puede aplicar ninguna contramedida a la desobediencia. No ha lugar. En tanto, lo dicho, no se ha cometido ninguna desobediencia. Y en tanto –ojo, todo es más complicado de lo que se pudiera pensar en primera instancia–, la futurible desobediencia vendría de la mano del Legislativo catalán que, en tanto que Legislativo, está dotado de serie de un pack de derechos de expresión que, en fin, nunca han chocado con la realidad por aquí abajo, por lo que se sabe qué puede hacer el Gobierno central en este caso.

Para acabarlo de liar, la resolución, que no es nada, que sólo puede serlo, según asegura ella misma, en 30 días, sólo puede ser efectiva –según el reglamento del Parlament–, si hay un Ejecutivo. Un indicio de que la resolución es, en todo caso, un material aparecido en la realidad gracias a las negociaciones JxS-CUP para que las CUP -no lo ha hecho; dicen que no lo harán- voten a Mas. Todo esto invita a pensar que todo el ulterior radicalismo JxS post-27S es, símplemente, un ejercicio de negociación con las CUP, que no se traduciría en nada real, salvo en un nuevo Govern presidido por Mas. SI esto es así –brrrrr, qué complicado todo, brrrr, ¿no?–, el objetivo de Junts pel Sí sería renovar gobierno, para después ir tirando millas hasta el 20D, en el que se espera algún tipo de cambio en el Gobierno central, lo que significaría algún atisbo de negociación de algo que no sería el Estado propio, sino algún tipo de reconocimiento nacional, y alguna mejora en la financiación –a lo gordo, esos son los dos objetivos de CDC–. Sí, el 20D es un día demasiado importante en el horizonte catalán para un país que, aparentemente, está en vías de independización.

El entorno CDC ha iniciado una campaña para presionar a la CUP en la buena dirección/la de Mas

Otra posible suposición es que –CDC ha tragado mucho en estas negociaciones con CUP–, Junts pel Sí no quiere cerrar negociación con CUP, sino teatralizar una negociación que acabe mal, y donde la CUP pueda ser comprendida, finalmente, en el subgrupo de malos-catalanes-que-no-han-favorecido-la-solucion-Mas. Es muy posible que también este sucediendo eso. De hecho, el entorno CDC ha iniciado una campaña –manifestaciones, tertulias, artículos, información en la prensa pública y concertada–, para presionar a la CUP en la buena dirección/la de Mas. Es decir, para ubicarla en en campo del mal, en caso de no hacerlo.

Bueno. Parece que todo es, mayormente teatro. La CUP utiliza su papel determinante en las negociaciones para la reelección de Mas, para someter a contradicción el Procés. JxS, utiliza las negociaciones para asegurarse la reelección de Mas, o/y el desprestigio de CUP. Pero que sea teatro, no reduce las interpretaciones. Los actores de esta función, ¿son usuarios del método Stanislavsky –ya saben, que el actor se meta dentro del personaje, hasta el punto de no interpretarlo, sino de creérselo, de vivirlo–?, ¿o son de la Escuela Lecoq –ya saben, la actuación es una mentira que se realiza a través del cuerpo?–.

Yo sospecho y espero que sea la escuela Lecoq de toda la vida, tan nuestra. O estamos perdidos.

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