Rusia se cierra a los refugiados

Putin saca pecho de su política exterior al tiempo que arrecian las críticas de ONG.

09/11/15 · 7:13
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Desde el inicio de los bombardeos el 30 de septiembre, la guerra en Siria es el tema central de los medios de comunicación oficiales rusos.

Impulsado por estos acontecimientos, en octubre, Vladimir Putin obtuvo un índice de aprobación récord, del 89,9%, según una encuesta del Centro de Investigación de la Opinión Pública de Rusia.

A pesar de la difícil situación económica del país, el presidente ruso se muestra seguro en el ámbito internacional. Ha declarado que la situación de los refugiados "era de esperar" y que el gregarismo de Europa ante EE UU hace que luego ésta tenga que cargar con las consecuencias. Mientras tanto, miles de sirios han llegado ya a Rusia.

El Servicio Federal de Migraciones (FMS, por sus siglas en ruso) habla de 12.000 personas, de las cuales 2.000 han recibido residencia temporal para un año. Generalmente es un lugar de paso y en los medios occidentales ya han aparecido noticias sobre cómo numerosas personas tratan de cruzar en bicicleta la fría frontera con Noruega.

Svetlana Gannushkina, directora de la ONG Comité de Asistencia Civil, que desde hace más de dos décadas trabaja con refugiados y desplazados internos, explica a Diagonal que en esa cifra se incluyen los "que tienen derecho a residencia y quienes están casados con rusos".

Aunque aclara que desde septiembre "no hay una gran afluencia". "Puede ser porque Rusia ha dejado de entregar visados de entrada", declaró al diario Kommersant. "Durante un tiempo daban los visados de manera activa. Después dejaron de hacerlo y comenzó la corrupción. Hace un año se hablaba de pagos de 2.000 dólares y ahora, con la crisis, parece que están cerca de los 1.000", comentó.

El ministerio de Asuntos Exteriores ruso sólo ha concedido el estatus de refugiado a un sirio

Esta defensora de los derechos humanos también explica las contradicciones que se dan entre el Ministerio de Asuntos Exteriores y el FSM. De hecho, el ministerio sólo ha concedido el estatus de refugiado a un sirio. "Lo entregan de mala gana. Sólo hay 800 personas que lo tienen. Entre ellas, 300 son antiguos miembros de la Berkut [policía especial de Ucrania] y antiguos funcionarios del Gobierno de Yanukóvich [expresidente de Ucrania]. Entre los 500 restantes hay personas de Afganistán, Georgia y otros países".

En la actualidad, la principal ventaja de este estatus es que es indefinido, pero hay que renovarlo cada año y medio, y hay veces en las que no se alarga porque los funcionarios dicen que la persona lo ha conseguido infringiendo la ley.

La situación contrasta con la de los migrantes económicos, que para conseguir papeles necesitan un seguro y contrato de trabajo. Por otro lado, el conflicto en el este de Ucrania ha provocado el desplazamiento de casi un millón de personas. Un informe publicado en junio por ACNUR con datos de 2014 mostraba que Rusia fue el país del mundo con más solicitudes de asilo –cerca de 275.000–, la gran mayoría procedentes de Ucrania.

Entre los sirios que han llegado a Rusia están los circasianos. Una parte considerable de este pueblo musulmán originario del Cáucaso norte huyó de su tierra tras la limpieza étnica que llevó a cabo el Imperio ruso a finales del siglo XIX. En la Rusia actual hay unos 720.000 circasianos.

La mayor diáspora se encuentra en Turquía, pero en Siria había 120.000 circasianos antes de 2011. La mayoría abandonó el país árabe para ir a Jordania o Europa, pero también varios miles han llegado a su tierra histórica en Rusia. No han conseguido el estatus de refugiado y su situación es difícil. Según la organización Adigue Hase, con base en Kabardino-Balkaria, hasta el año 2012 –cuando empezó el conflicto sirio– llegaron a la región más de 3.000 personas, y desde entonces más de 1.600.

Las ONG en Rusia

La situación de las ONG en Rusia cambió radicalmente en julio de 2012. Apenas tres meses y medio después de que Putin volviera al poder para cumplir un nuevo mandato de seis años, y tras menos de siete meses desde las mayores protestas de la época postsoviética, el poder, nervioso, agitó la idea de una quinta columna.

Fue entonces cuando la Duma aprobó por amplia mayoría la Ley de Agentes Extranjeros, que obliga a inscribirse en un listado a todas la organizaciones que reciben fondos del extranjero y se dedican a "actividades políticas", un término definido con tal ambigüedad que engloba a numerosos colectivos.

John Dalhuisen, director del programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central, afirma: "La Ley de Agentes Extranjeros tenía como fin desacreditar a las ONG implicadas en asuntos de derechos humanos, observación de procesos electorales y otras funciones críticas. Proporciona a las autoridades una excusa perfecta para multar y cerrar organizaciones que las critican, y va a interrumpir líneas de financiación que a menudo son vitales".

La ley afecta a las ONG que trabajan en materia de derechos civiles y políticos, derechos económicos y sociales, así como asuntos medioambientales y discriminación, incluida la ejercida contra la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI).

Svetlana Gannushkina explica: "Seguimos en juicio porque nos han declarado agente extranjero, lo que la gente traduce como espías. Han rechazado nuestra primera instancia, pero es absurdo que nos califiquen así".

El comité existe desde 1990, cuando un grupo de moscovitas se organizó para ayudar a los primeros refugiados de la Perestroika: los armenios que huían de los pogromos en Azerbaiyán. Después llegaron miles de desplazados internos, tras las dos guerras chechenas, la primera en 1996 y la segunda en 1999.

El ataque de EE UU a Afganistán provocó la llegada de refugiados. Desde el año pasado llegan personas desde Ucrania y ahora de Siria. "Cuando estuvimos en el juicio la fiscal no podía explicar en qué consistía nuestra pretensión de cambio político. Se inventó lo siguiente: 'creo que vosotros estáis influyendo en la política sin daros cuenta'. Hasta el juez se rió", dice Svetlana.

"Ahora estamos en juicio en el Tribunal Superior de Moscú, pero creo que vamos a perder porque no tenemos un sistema judicial independiente. El poder judicial es un órgano ejecutor del poder. Así ni tan siquiera puede existir el Estado, de modo que si en Rusia hay una ‘revolución naranja’, no estará organizada por el presidente Obama sino por el propio Putin, con sus absurdas leyes".

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comentarios

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    david
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    10/11/2015 - 12:17pm
    Hola Dario. una cosa son los solicitantes de asilo y otras los que lo consiguen. una persona q tiene reconocido sus estatus de refugiado tiene una serie de garantías (vivienda, ayudas sociales, derecho al trabajo...) es una cuestión burocrática, pero q tiene un impacto directo en la situación de la persona. hay miles de personas en rusia q han llegado huyendo de la guerra de ucrania, pero q no pueden tramitar nada pq el estado cierra las puertas y no da el estatus de refugiado.
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    Anónimo
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    09/11/2015 - 8:36pm
    Rusia no tiene porque sufrir los desajustes neoliberales de Europa (ya sufrirán los suyos). Así como no debemos sufrir las clases trabajadoras europeas esta inmigración neoliberal que no es más que mano de obra barata para las empresas, cada vez más franquicias de multinacionales, a la par que los trabajadores nacionales nos vemos obligados a tirar nuestros sueldos por unas migajas en pos de la competitividad del mercado. Pidamos a nuestros gobiernos que dejen de jugar a las guerras, defendamos a al-Asad y a Siria, y estas pobres gentes no se verán obligadas a vagar por Europa para luego ser explotadas en el paraíso. Dejemos de mandarles las migajas de las ONGs y empecemos a formar a locales de países tercermundistas para que ellos mismos puedan desarrollarse. Cuba no solo manda médicos al exterior, sino que forma médicos extranjeros para que trabajen en sus propios países y no dependan eternamente de las migajas de otros.
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    Dario
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    09/11/2015 - 8:31pm
    En el artículo se dice: "Por otro lado, el conflicto en el este de Ucrania ha provocado el desplazamiento de casi un millón de personas. Un informe publicado en junio por ACNUR con datos de 2014 mostraba que Rusia fue el país del mundo con más solicitudes de asilo –cerca de 275.000–, la gran mayoría procedentes de Ucrania." ¿Estos no son refugiados? En el titular se dice que Rusia se cierra a los refugiados.
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