Activistas se movilizan contra los movimientos fascistas
El discurso xenófobo cala en Reino Unido

Los grupos racistas llaman a “parar el genocidio blanco” ante la llegada de refugiados.

, Dover (Reino Unido)
02/10/15 · 8:00
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Durante la mañana del 12 de septiembre, una manifestación formada por unos 200 miembros de grupos de ultraderecha en la ciudad de Dover, cuyo objetivo era decir “no a la llegada de refugiados” y que sorprendió a varios testigos por ser “más numerosa que en otras ocasiones”, desencadenó conflictos con grupos antifascistas y con la policía local.
 

Dover es, en efecto, una ciudad “conservadora, donde es difícil movilizarse”
Al grito de “refugees, go home!”, los miembros de grupos como National Front, South East Alliance o el Partido Nacional Británico (BNP) planeaban marchar por Dover acabando en el muelle (en un alarde de solidaridad con los “camioneros que son multados con 2.000 libras por inmigrante”, según explica su propaganda). Muchos colectivos, incluyendo la Policía de Dover, habían advertido contra esta concentración xenófoba, presentada con lemas como “únete y defendamos nuestra tierra”.

Una activista miembro del grupo Brighton Antifascists explica por qué acudió el día 12 a Dover, ciudad donde ya se han producido en un año tres manifestaciones xenófobas, para intentar detener la marcha y “mostrar su apoyo”. Dover es, en efecto, una ciudad “conservadora, donde es difícil movilizarse”, destino reciente de muchos inmigrantes llegados desde Calais (en ocasiones escondidos en camiones) y donde el sentimiento xenófobo crece en cierta parte de la población. Propagandistas del National Front la describen como un “centinela”, “el guardián de Inglaterra”, desde el que ahora deben “resistir a una nueva invasión”.

En la última marcha, que varios colectivos antifascistas intentaron bloquear al grito de “¡no pasarán!”, no faltaron enfrentamientos violentos entre ambos grupos, cargas policiales y heridos, así como lanzamiento de botes de humo, ladrillos, piedras y artillería improvisada.El colectivo fascista logró encaminarse hacia el puerto de Dover, donde el representante de National Front, Richard Edmonds, dio un mitin expresando su ideario xenófobo.

“Parar el genocidio blanco”

Buceando en su propaganda online vemos gran parte de su ideario: una constante retórica racista propia de la extrema derecha aliñada de orgullo british y antieuropeo. Entre otras cosas, muestran una postura concreta ante la actual crisis de los refugiados: según ellos, no se trata de refugiados, sino de “parásitos” que vienen a Reino Unido por las ayudas económicas, y critican a un gobierno a su juicio demasiado permisivo o directamente cómplice, que ofrece ayudas mientras recorta en prestaciones. “No hay nada peor que un blanco antiblancos”, opinan frente a una imagen de personas mostrando solidaridad con los refugiados. Sus seguidores son capaces de añadir comentarios como “confío en que sus amigos sirios los violen y decapiten” o, al pie de la fotografía del cadáver del niño ahogado en las playas de Turquía, “una pena que el padre de ese niño lo haya arrojado a la muerte… pero uno menos que se va a radicalizar”.
 

según ellos, no se trata de refugiados, sino de “parásitos” que vienen a Reino Unido por las ayudas económicas
¿Quiénes son los portavoces de semejante odio? La activista de la red antifascista de Brighton (ciudad donde se cuenta la “peculiar” anécdota de que varios individuos fascistas atacaron en una ocasión con piedras el famoso Royal Pavilion, un edificio de inspiración hindú, creyendo que era “una mezquita”) pinta un retrato de los diferentes colectivos fascistas británicos. Desde la English Defence League, grupo que “durante los últimos cinco años ha tenido mucha presencia en la calle”, esencialmente islamófobo (llegando a realizar profanaciones de mezquitas) y que cuenta con muchos de sus miembros en prisión por violencia, hasta el ya mencionado National Front. Este grupo, más numeroso durante los años 70 y 80, es el más “abiertamente racista, llegando a usar incluso elementos nazis”, explica la activista. Prácticamente desaparecido durante los últimos años, tiene ahora más presencia en las calles.

Entre estos dos colectivos y otros grupos de extrema derecha, como Infidels, Combat 18 o el BNP, “no hay demasiadas diferencias”, dice. Todos ellos comparten rasgos: son enemigos de la izquierda, racistas, hostiles a la inmigración… siendo el tema migratorio el que está generando un aumento “del núcleo duro” de dichos grupos en los últimos tiempos.

¿Por qué arriesgarse a plantarles cara? En la manifestación de Dover, un activista antifascista explica su punto de vista: “Hay que contextualizar: esta gente es el peligro”. “Siempre hemos creído que es necesario confrontar físicamente a los fascistas para poseer un espacio seguro en la ciudad”, añade la activista. “La Antifascists Network ha tenido un papel de confrontación con ellos. Nuestras tácticas son las de la acción directa masiva: intentar movilizar a toda la gente posible en las calles”. Realizan actos culturales, pases de películas, conciertos, etc., con el objetivo, dice, de estar presentes en la comunidad. “También tendemos muchos lazos con otros grupos antirracistas, sindicales… Recibimos muchas muestras de solidaridad”.

Se multiplican los ataques racistas

Según un informe del Evening Standard basado en declaraciones policiales, los crímenes racistas han ascendido en el país un 137% durante el último año, y según el British Crime Survey, 87.000 personas de alguna minoría étnica han sido atacadas sólo por serlo en el país. El encuentro en Dover precede al del pasado 1 de agosto en Foxton, en el que varios antifascistas sufrieron una agresión por una treintena de miembros de extrema derecha.

 
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