Organizaciones civiles apuntan que entre las 56 personas que la policía tacha de participantes en el supuesto motín hay dos menores de edad y un hombre con problemas graves de salud.

"Nos preocupa mucho que se esté haciendo un tratamiento en bloque a todas las personas de Zapadores que entren en un perfil", explica Ana Fornés, portavoz de la campaña Cies No en Valencia.
La madrugada del pasado lunes, vecinos del barrio alertaron a las organizaciones civiles ante los disparos que se oían dentro del Centro de Internamiento de Extranjeros de Zapadores.
Una unidad de policía antidisturbios entró en el recinto y, según afirman desde Delegación de Gobierno, dispararon salvas y cargas de proyección sin proyectil para "intimidar" frente un supuesto motín protagonizado por algunos internos de origen árabe.
Los vecinos y miembros de Cies No que acudieron al barrio de Monteolivete, donde se encuentra el centro, señalan los gritos de dolor que oyeron mientras veían cómo los policías bajaron a varias personas que se habían accedido al tejado del edificio.
Al día siguiente, desde Cies No acudieron a Zapadores para intentar hablar con los internos y reconstruir los hechos de la anterior noche, pero el personal de Zapadores les afirmó que "no había ningún árabe en el centro".
Desde Delegación de Gobierno desmintieron que se hubiera trasladado a los internos argelinos y marroquíes, y afirmaron que habían pasado a disposición policial. Sin embargo, desde la organización Cies No denuncian que, a pesar de que hay un auto del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria que les permite entrar en el recinto, tras los hechos "no nos han dejado pasar". "Nos está costando mucho hacer una reconstrucción de los hechos, no podemos tener acceso", señala Fornés.
A la plataforma le preocupa especialmente que la policía esté aplicando la misma respuesta a todo un grupo por su origen más que por la implicación en los hechos del pasado lunes.
"La policía dijo ante los medios que se trasladó a todas las personas de origen árabe. En el caso de que sea así, esto podría ser un acto xenófobo, ya que se les está tratando por su origen, no por lo que hicieran esa madrugada", explica Fornés a Diagonal.
La policía cifra en 56 los internos que habían participado en el supuesto motín, pero, según apuntan desde Cies No, "no todos participaron de la misma manera".
Fornésexplica que "una de las cosas que no tenemos claro es si han pasado todas a disposición judicial o no, y también nos preocupa que ayer anunciaran en prensa que iban a expulsar a seis personas. Creemos que es una medida errónea, deberían paralizar las deportaciones hasta que haya una reconstrucción de los hechos".
Entre las 56 personas que la policía apunta como participantes en el supuesto motín y contra los que las organizaciones civiles temen que se tomen represalias hay varias en situación vulnerable, como dos menores de edad y un hombre con problemas graves de salud.
¿Un infarto cerebral en Zapadores?
Abdelali I. es un ciudadano marroquí de 40 años que fue ingresado en Zapadores tras acudir a una comisaría a tramitar documentación con la que optar a ayuda para búsqueda de empleo de una asociación de Castellón. Llegó a España en 1996 y estuvo trabajando durante ocho años en Benicarló, donde vivía con su pareja.
"Al quedarse en el paro no sólo perdió su trabajo, sino todo lo demás: no le renovaron los papeles para residir legalmente y, posteriormente, le quitaron la tarjeta médica y el derecho a recibir asistencia sanitaria", explican desde Valencia Acoge y Jo Sí Sanitat Universal.
En diciembre de 2013, Abdelalí sufrió un infarto cerebral. Cuando su pareja le llevó a Urgencias, le obligaron a firmar un 'compromiso de pago' mientras le traslabadan para ser atendido. Cuando, una semana después, le dieron el alta, el propio médico señaló en su informe que "no se le habían hecho todas las pruebas necesarias por no disponer de tarjeta sanitaria y no se le deriva a consultas externas por causas administrativas".
Con el apoyo de organizaciones sociales de Valencia, Abdelalí pudo recurrir las facturas y recibir atención médica. También se le tramitó una tarjeta provisional.
Desde Valencia Acoge y Jo Sí Sanitat Universal señalan que tienen constancia de que Abdelali “fue víctima de los altercados ocurridos en la madrugada del 7 de septiembre en Zapadores, pero "no se dispone de información oficial sobre su estado de salud".
Estas organizaciones si han podido averiguar que, el mismo día de la detención, la policía ya había tenido que trasladar a Abdelali a Urgencias por un infarto cerebral y barajan la posibilidad de que sufriera un segundo infarto durante su ingreso en Zapadores.
"Su médico de cabecera ha transmitido a la pareja de Abdelali que es probable que le vuelva a dar otro infarto cerebral más grave”, afirman desde ambas organizaciones, que señalan que, antes de entrar en Zapadores, Abdelali tenía reducida la movilidad de la parte derecha del cuerpo y había perdido toda movilidad en la mano derecha. "A pesar de esta situación, ningún responsable del CIE en ningún momento ha avisado a sus familiares ni a su abogada de oficio".
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