La entrada triunfal del partido izquierdista y pro kurdo HDP arrebata la mayoría absoluta al gubernamental AKP, que la pierde por primera vez en trece años.

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Estambul, Diyarbakir (Kurdistán de Turquía), pero también ciudades como París, Estocolmo o Berlín, capitales del exilio kurdo, estallaron de júbilo este domingo en la noche tras los resultados electorales de Turquía.
Y no era para menos. Por primera vez en su historia, el movimiento kurdo, con una coalición de formaciones izquierdistas turcas, el HDP (Partido Democrático de los Pueblos), entró en la Asamblea Nacional de Turquía y lo hizo por la puerta grande, con casi ochenta diputados (de un total de 550) y el 13,12 % de los votos (necesitaba superar el 10% para entrar en la asamblea), arrebatando así la mayoría absoluta, tras trece años de reinado en solitario, al gubernametal partido AKP, Partido de la Justicia y el Desarrollo (ganador de las elecciones con un 40,86% de los votos, nueve puntos menos que en 2011).
Por ello, en las celebraciones pro HDP no sólo había kurdos, sino esa otra Turquía cansada del autoritarismo de Recep Tayyip Erdogan, actual Presidente turco y fundador del AKP. Jóvenes surgidos de las protestas anti-Erdogan del parque Gezi de Estambul (mayo-junio 2013), feministas, defensores de los derechos de LGTB, así como minorías no musulmanas, que se sienten por ello discriminadas en Turquía, como los alevíes o amernios.
Unos resultados que se leen en clave de derrota y de victoria. Un gran mazazo para el Presidente turco y su partido, por un lado, y por el otro, todo éxito para el proyecto izquierdista del HDP.
"Desde que yo iba al instituto, Erdogan ha ganado por mayoría absoluta. Hemos esperado trece años estos resultados, que marcan un antes y un después para el país", exclamaba eufórica Sinem, una joven turca, estudiante de doctorado en París, en medio de los bailes y cantos kurdos que inundaron este domingo la plaza de la República de París.
Por primera vez desde su llegada al poder en 2002, de la mano del tan carismático como denostado Erdogan, los islamistas-conservadores no han conseguido la mayoría absoluta en unos comicios legislativos. Esta vez, el presidente turco quería llegar a más, superar lo dos tercios de la asamblea (367) para así poder cambiar la Constitución y hacer de Turquía un regimen presidencialista con él a la cabeza.
Sin embargo, sus aspiraciones, que la oposición tildaba de no democráticas y las veía como una profundizacion de su autoritarismo, se han visto truncadas este 7 de junio, al quedarse con 258 diputados.
El HDP arrasa en el Kurdistán
El gran triunfador de las elecciones de este domingo en Turquía ha sido el HDP, el proyecto del partido kurdo en coalición, con otras pequeñas formaciones izquierdistas turcas.
Los kurdos pasaron de representar un 6,5% de los votos y una treintena de diputados (cuando se presentaron como candidatos kurdos independientes, al no poder aspirar a llegar al 10% necesario para obtener representación parlamentaria ) a duplicar resultados, con el 13,12% actual, representando una nueva alternativa rupturista y de izquierdas en Turquía, y no sólo en la región del Kurdistán, donde el HDP, con Selahattin Demirtas a la cabeza, barrió al AKP.
En efecto, en las circunscripciones electorales kurdas, el partido de Erdogan, donde recibía el apoyo de parte de la población más religiosa, se ha desplomado, ante un arrollador 80% de votos de la formación pro kurda.
El efecto Kobane, la complicidad demostrada de Turquía con los islamistas de Siria que asediaron durante meses a los kurdos en Kobane, justo al otro lado de la frontera, ha intensificado la ya de por sí identidad y fraternidad kurda.
Diyarkabkir, la contestataria capital simbólica de la región kurda, fue el epicentro de la celebración por los resultados electorales del HDP, en la misma ciudad donde, dos días antes, un atentado contra el cierre de campaña del HDP, dejaba cinco muertos y centenares de heridos, entre ellos, varios amputados. La última víctima, un niño de diez años, moría este lunes.
En el resto del país, de profundo recelo hacía las formaciones pro kurdas, el HDP ha cosechado más que buenos resultados. Así, en Estambul ha pasado a ser la tercera fuerza, por delante de los ultranacionalsita del MHP (Partido de la Acción Nacionalista), y en otras, de mayoría conservadora o kemalista, ha obtenido representación, como en la capital Ankara, Izmir, Adana, Mersin, Bursa o Anatolia.
El Parlamento turco más plural
El AKP pierde la mayoría absoluta, pasando del 49,83 % (326 escaños) al 40,86% actuales. El principal apartido a la oposición, el kemalista (socialdemócrata, laico y nacionalista turco) CHP (Partido Republicano del Pueblo), pierde dos escaños (obtiene 135 con el 24,95% de votos) mientras que la tercera fuerza política, los ultranacionalistas del MHP ganan tres puntos pasando al 16,28% y 80 diputados, el mismo número que el HDP, con el 13,2% de los votos.
La entrada triunfal del HDP dibuja un parlamento mucho más plural, y no sólo ideológicamente, sumado la entrada de tres diputados de origen armenios, por primera vez en décadas, la de un gitano, así como la fuerte presencia de mujeres entre las filas del partido kurdo, el 39,24% de sus diputados serán mujeres, lejos del 16,27% del AKP, el 15,9% del CHP o el :4,87% del MHP.
Euforia en los sectores pro kurdos e izquierdistas, pero muchos interrogantes sobre la mesa: como la posibilidad de que haya elecciones anticipadas (como pedían periódicos turcos pro Erdogan este lunes), o la posibilidad que puedan haber un pacto de gobierno entre el AKP y el ultraderechista MHP, lo que endurecía el tono y política contra minorías como los kurdos, como temen sectores del HDP.
Interrogantes también sobre la relación que se abre ahora entre Erdogan, y su fallido proyecto presidencialista, y el gobierno del actual primer ministro, Ahmet Davutoglû, del AKP; y en definitiva qué consecuencias traerán estos resultados, y las coaliciones posibles, para el estancado proceso de paz con la guerrilla kurda.
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