inmigración: el doble discurso de la UE
Sin prisas para asumir las cuotas de refugiados

La UE iniciará en junio una operación militar en Libia para destruir embarcaciones utilizados por migrantes.

, Estrasburgo (Francia)
26/05/15 · 19:12
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Supervivientes de un naufragio de migrantes en Catania, Sicilia, el 14de abril. / UNHCR

Ampliar la política de asilo, favorecer la inmigración legal, pero seguir  militarizando y externalizando las fronteras. Ésta es la difícil ecuación que caracteriza la política migratoria de la UE frente a la ola de refugiados en el sur de Europa.
Un mes después de la muerte de 950 per­sonas en el Medite­rráneo, los líderes europeos no sólo han decidido triplicar hasta nueve millones de euros el presupuesto de las operaciones Tritón y Poseidón –los planes de vigilancia, y no de rescate, coordinados por la UE en las costas de Italia y Grecia–, sino que han acordado lanzar a finales de junio una misión militar en las costas de Libia para combatir a las bandas que practican el tráfico ilegal de inmigrantes. 

Las prisas con las que se ha acordado la intervención contrastan con las reticencias con el sistema de cuotas

Esta operación, aprobada el 18 de mayo, se desarrollará en tres fases. La primera consistirá en recopilar información y hacer un reconocimiento de los barcos destinados a transportar a los refugiados. A continuación se llevará a cabo el abordaje y el desvío en alta mar de todas las naves sospechosas. Final­mente, se contemplará la posibilidad de actuar frente a las embarcaciones que estén en aguas libias.
A diferencia del lenguaje utilizado en el Consejo europeo del 23 de abril, el documento presentado no habla de "destruir" los barcos, sino de "inutilizarlos". De hecho, las autoridades de la UE aún no han obtenido el aval del Consejo de Segu­ridad de la ONU.
"Si nos tomamos en serio la lucha contra los traficantes, también tenemos que tomarnos en serio los mecanismos para favorecer el asilo y la inmigración en condiciones legales", afirmó el comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos, en el Par­lamento Europeo en Es­trasburgo.
Con estas palabras defendió la puesta en práctica del plan sobre migración presentado por la Comisión el 13 de mayo. Su principal medida es la creación de cuotas que distribuyan los refugiados de forma más equitativa, teniendo en cuenta el PIB y el número de habitantes de cada país. También propuso un plan especial, coordinado por Acnur, agencia de la ONU para los refugiados, para dar acogida a 20.000 personas sirias entre 2015 y 2016.
 

Misión orwelliana 
 

"Es absolutamente incompatible defender los derechos humanos, mientras se mantienen blindadas las fronteras de Europa", denuncia la eurodiputada de IU, Marina Albiol. La portavoz del grupo de la Iz­quierda Unitaria Europea (GUE), la alemana Gaby Zimmer, calificó de "orwelliana" la operación militar en las costas de Libia, ya que pretende "destruir las mismas embarcaciones en las que viajan los refugiados". El mismo mensaje crítico fue pronunciado por el grupo de los verdes. Incluso el portavoz de los socialistas, el italiano Gianni Pitella, defendió, con cierta ambigüedad, que "esperan que no se produzca ninguna intervención militar en Libia".    

“Hay poca diferencia entre los inmigrantes que huyen de la guerra y los que lo hacen del hambre”

Pese a estas críticas, la urgencia con la que se ha acordado la intervención en Libia contrasta con las reticencias de buena parte de los estados, como Francia, Reino Unido o España, respecto al sistema de cuotas.
Marina Albiol tacha de "hipócrita" la actitud del Partido Popular. Mientras que su portavoz en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, defendió durante la sesión plenaria de abril que había que "permitir la entrada de las personas migrantes", el ministro español de Exteriores, José Ma­nuel García-Margallo, afirmó el 18 de mayo que el cupo del 9,1% de refugiados atribuido a España era excesivo, ya que no se tenía en cuenta suficientemente la elevada tasa de paro del país. Según los últimos datos publicados, España sólo aceptó 206 demandas de asilo en 2013, mientras que en Alemania fueron más de 10.000.
 

Emigrantes económicos
 

La izquierda europea también denuncia la falta de ambición de las medidas propuestas por la Co­mi­sión: "Sólo vamos a crear 20.000 plazas para acoger a los refu­giados sirios", denunció en el Par­lamento la eurodiputada alemana del grupo de los verdes, Ska Ke­ller. Una cifra muy alejada de los 140.000 exiliados de Siria que debería acoger Europa entre 2015 y 2016, según la ONU.
Además, critican la dicotomía que se establece entre las necesidades de los refugiados políticos y los emigrantes económicos. Al mismo tiempo que la Co­misión contempla un programa de visados humanitarios para los exiliados, espera acelerar los procedimientos para retornar a los inmigrantes ilegales que no tengan derecho al asilo. 
 
"Hay poca diferencia entre los inmigrantes que huyen de la guerra y los que lo hacen del hambre", explica Marina Albiol. Tanto los eurodiputados de IU como los de Podemos consideran que el respeto de los derechos de los inmigrantes requiere un cambio radical en las políticas migratorias de la UE, que insiste en hacer de Europa una fortaleza. 
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