El discurso antiinmigración ha calado en la retórica de todos los grupos
Reino Unido: la marcha del racismo hacia las elecciones

A pesar de que cuenta con una población multicultural, el discurso xenófobo sigue muy presente en el debate de cara a los comicios del 7 de mayo.

, Brighton (Reino Unido)
01/05/15 · 8:00
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El líder del Partido Laborista británico, Ed Miliband, aventaja en un punto a Cameron en los sondeos. / Tsige Taffesse

A un paso de las elecciones del 7 de mayo, Reino Unido hierve en disputas electorales y hay un tema con más peso en los debates que el resto: el de la inmigración. El discurso a favor de su control y reducción lleva tiempo en boca de partidos políticos de todo color que, en un efecto contagio, compiten por ofrecer a sus votantes la fórmula que mejor “mantenga a raya” el número de huéspedes.

Por un lado, hablar de Ukip, el partido nacionalista y de ultraderecha de Nigel Farage, es hablar del rechazo sin tapujos a todo extranjero. Su ascenso, basado en la más agresiva y alarmista de las retóricas y la señalización de los inmigrantes como gran problema del país, ha hecho a los demás partidos adoptar un discurso similar. No sólo los conservadores, cuyo líder, David Came­ron, ha estado tratando sin éxito de reducir el flujo de visitantes por medio de durísimas restricciones de permanencia en el país; sino también en el caso de los laboristas de Ed Miliband, el partido obrero, que han incluido el control migratorio entre sus propuestas electorales. Incluso el Partido Verde, que puede superar su suelo del 0,9% del voto y subir al 6%, apoya los controles de la inmigración.

Esto se traduce, en la práctica, en políticas puramente xenófobas: desde la propuesta de Cameron de echar a los inmigrantes que no encuentren empleo en seis meses hasta sus recortes en prestaciones, pasando por la ley sugerida por el ministro Damian Green de expulsar en cinco años a los extranjeros que ganen “menos de 31.000 libras al año” y otras ocurrencias.

Los laboristas de Ed Miliband han incluido el control migratorio entre sus propuestas electorales

Y, ¿cómo afecta todo esto a la población? Según las encuestas de YouGov de los años 2013 y 2014, un 68% de los británicos cree que la inmigración tiene un efecto negativo en su país, hasta un 77% desea verla reducida y asciende al 76% el porcentaje que apoyaría no ofrecer ayudas a inmigrantes hasta que lleven en el país dos años. Curiosamente, según el mismo estudio, el 68% de los encuestados admite que la inmigración sí ha tenido un efecto positivo “en la alimentación y los restaurantes”.

Voces contra el racismo

En la sociedad civil hay, sin embargo, grupos que luchan a diario para combatir toda esta propaganda del odio. Son colectivos ciudadanos que realizan acciones –como las recientes concentraciones frente al edificio de la Comisión Europea en Londres con motivo de las muertes en el Mediterráneo– para crear conciencia contra el racismo. Son grupos como Movement Against Xeno­­phobia, Migrant Rights Net­work o periódicos como Migrant Voice. ¿Qué hacen exactamente? G., miembro de Brighton Migrant Soli­darity, explica que el colectivo en el que está involucrada brinda “apoyo a inmigrantes que necesitan residencia” por medio, por ejemplo, de “donaciones a quienes no pueden permitirse un abogado y se les ha denegado ayuda legal”. Además, varios grupos organizan talleres para los solicitantes de asilo y les preparan para las entrevistas en la Home Office (Ministerio de In­terior). “Los grupos de solidaridad con los migrantes intentan mostrar a la población la otra cara; por ejemplo, cómo los inmigrantes contribuyen a la sociedad”, dice G. Así es: con el lema Cuando la gente cambia de país trae mucho más que una maleta, la International Organization for Mi­gration ha lanzado la campaña #MigrantsContri­bute. En ella centra la atención “no en de dónde vienen los inmigrantes, sino qué traen consigo”, una contribución “positiva” que “es demasiado a menudo ignorada por los medios”. Una de sus principales tareas es lidiar con los estereotipos: así, mediante datos e historias reales publicados en su web, intentan romper la imagen del inmigrante como alguien pobre, que quita los trabajos a los nacionales, que se aprovecha de las ayudas del Estado, etc.

Estos grupos también hacen campaña para denunciar lo injusto de la actual política de inmigración británica. Según explica G., “es extremadamente difícil que te acepten como refugiado porque la Home Office exige una evidencia de la persecución en el país de origen”, algo que no es fácil de conseguir para la gente que viene, por ejemplo, de una dictadura. Menciona además las deportaciones, las redadas racistas y el uso excesivo de las detenciones a inmigrantes: “Reino Unido es el único país europeo con detención indefinida para extranjeros; eso quiere decir que no hay un límite de tiempo en el que un inmigrante puede ser detenido”, aclara.

De cara a las elecciones, la contrapropaganda es un arma decisiva. Por ejemplo, el grupo Stand up to Ukip realiza campañas para impedir que la gente entregue su voto al partido de Farage, mientras que United King­dom Humanitarian Interven­tion Party (UKHIP) trabaja, mediante acciones y recogidas de fondos, para “cambiar la actitud tóxica hacia la inmigración”. Se trata, al fin y al cabo, de un país donde uno de cada diez votantes ha nacido fuera de las fronteras británicas. 

Propaganda incendiaria en los medios

La prensa amarillista, tan característica británica, refleja el racismo de modo naturalizado, cotidiano, indisimulado. Periódicos como The Sun o el Daily Mail, en cegadora tipografía y titulares alarmistas, se dedican día a día a prevenir de asuntos como que “Gran Bretaña está abarrotada”, a alertar de que una oleada de “29 millones de rumanos y búlgaros vienen al país a buscar empleo”, a calcular que son “160.000 los puestos de trabajo que los inmigrantes nos quitan”, a señalar que los musulmanes planean “conquistar Reino Unido” mediante la natalidad… y un largo etcétera. 

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comentarios

1

  • |
    uno
    |
    01/05/2015 - 9:24am
    Buen artículo pero es chocante leer que el partido laborista es un &quot;partido obrero&quot;. Desde cuando? Si ha tenido muchos simpatizantes obreros (y de otras clases sociales), siempre, desde su nacimiento, ha mostrado claras tendencias &quot;burguesas&quot;. En cuanto al racismo dentro de sus filas, solo hay que ver su política colonial.<br type="_moz" />
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