Este dirigente del movimiento indígena ecuatoriano habla de la crisis del modelo de inversión social de Correa.

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La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) ha sido junto con el MST de Brasil uno de los mayores movimientos sociales de América Latina. Y un actor de primer nivel en la historia reciente de Ecuador. Dos presidentes neoliberales, Abdulah Bucaram (1997) y Jamil Mahuad (2000), tuvieron que abandonar el poder tras multitudinarios levantamientos indígenas. Las movilizaciones de la Conaie, coordinadas con otros sectores sociales, consiguieron tumbar privatizaciones, paralizar subidas de los servicios públicos o detener la firma del tratado de libre comercio con Estados Unidos. Junto con la Rebelión de los Forajidos, que en 2005 tumbó al presidente Lucio Gutiérrez, las dos décadas de trabajo de la Conaie crearon las condiciones para la llegada de Rafael Correa al Gobierno en 2007.
"Para el Gobierno es lo mismo un gremio de empresarios que la organización de comunas indígenas campesinas"
¿Se corresponde con la realidad la imagen de presidente progresista de Rafael Correa?
¿Cómo afecta la crisis mundial a este modelo?
¿Por qué el Gobierno intentó desalojar la sede la Conaie?
¿Por qué ahora se intensifica esa campaña contra la Conaie?
"El Gobierno de Rafael Correa hace inversión social, pero esa inversión es canalizada hacia las empresas privadas"¿Qué frenó el intento de desalojar a la Conaie?
No se ha frenado. Jurídicamente las cosas siguen avanzando. Pero lo que ha detenido en términos políticos el desalojo es la solidaridad nacional y, sobre todo, la solidaridad internacional. Muchas organizaciones sociales y personajes de la talla de Noam Chomsky o Toni Negri han firmado cartas de apoyo a la Conaie, pidiendo al Gobierno que frene este proceso y que respete los derechos que se han construido alrededor de la casa.
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