Unas 1.300 personas han muerto en el Mediterráneo en una semana, el mayor número de la historia en tan poco tiempo. Según un informe de la OIM, entre 2000 y 2014 alrededor de 29.000 personas han muerto intentando cruzar fronteras. La Unión Europea ha aprobado un plan con diez medidas urgentes enfocadas mucho más al aumento de la militarización y la externalización de las fronteras que a la defensa de los derechos humanos.

El lunes 13 de abril, alrededor de 400 personas morían al hundirse el barco en el que viajaban, a unas 80 millas de las costas de Libia. Según algunas de las 150 supervivientes, las pasajeras se amontonaron en uno de los laterales de la embarcación tras ver un barco comercial, pensando que llegaba a su rescate. Todas las personas que viajaban eran de origen subsahariano, y entre ellas había un gran número de menores de edad.
La OIM confirmó también la desaparición de, al menos, dos barcos más durante estos últimos días, uno con 200 y el segundo con 300 personas
La "fosa común" del Mediterráneo
En lo que llevamos de 2015, según la misma OIM, 1.727 personas han muerto en el Mediterráneo, una cifra muy superior a las 56 del año anterior, del 1 de enero al 21 de abril.
Durante todo 2014, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), 3.419 personas murieron intentando cruzar el Mediterráneo –el mar que muchas organizaciones sociales y de defensa de derechos humanos ya califican como la nueva fosa común europea–, el 85% de todas las muertes de personas en tránsito migratorio que se produjeron en el mundo.
La Europa fortaleza se militariza y externaliza las fronteras (aún más)
Según el blog FortessEurope, desde el año 1988 en el Mediterráneo han muerto 19.144 personas migrantes
Los detalles de esta operación se acabaron de perfilaron en la cumbre extraordinaria que los jefes de Estado de la UE mantuvieron ayer jueves. Sobre esta reunión, la UE sólo ha hecho pública una única medida: triplicar los fondos de la operación Tritón, que en ningún caso es de rescate, sino exclusivamente de vigilancia marítima.
La medida más cuestionada, hasta el momento, por las organizaciones de defensa de Derechos Humanos es la de dotar de recursos económicos a los países mediterráneos fronterizos con Libia, es decir Túnez y Egipto, para financiar tareas de vigilancia y salvamento, y así evitar la salida o la llegada a Europa de migrantes desde estos países.
Además, la parte de salvamento de esta operación, implicaría, una vez rescatadas en el mar, el retorno de las migrantes en estos países, que tienen sistemas de protección internacional muy deficientes o inexistentes, como Túnez.
Lo que supone no sólo el aumento de la externalización de las fronteras europeas, sino también la pérdida de responsabilidad por parte de la UE en cuanto a la acogida de miles de potenciales refugiadas.
En recuerdo a las víctimas del "genocidio migratorio"
Alrededor de 150 personas se concentraron ayer por la tarde en la plaza Sant Jaume de Barcelona, en homenaje a las muertas en el Mediterráneo, para defender el derecho de todas las personas a migrar como derecho fundamental y para denunciar la responsabilidad de la UE sobre estas muertes.
Así se denunció, por ejemplo, con la lectura del comunicado del grupo de trabajo Frontera Sur, perteneciente a la Campaña Estatal por el Cierre de los CIE que "la UE ha renunciado a su orientación más humanitaria y respetuosa con los derechos humanos para darle, en cambio, una orientación bélica a todo lo que tiene que ver con las migraciones. La mayor responsable de este enfoque es la Agencia Frontex".
También señala la postura hipócrita del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, "responsable directo de legitimar estas muertes, ya que considera que salvar vidas en el Mediterráneo puede generar un efecto llamada. Más bien estamos ante un efecto directo de expulsión, consecuencia de las políticas Europeas en África. Afirmaciones como las del ministro deberían tener consecuencias legales". El acto finalizó con las intervenciones, también, miembros del centro social Espacio de El inmigrante, y de un refugiado palestino.
Ayer, en Madrid, el grupo de migración de la asamblea popular de Lavapiés, convocó una concentración en el mismo barrio, en la que se encendieron 700 velas en homenaje a las víctimas del naufragio del pasado domingo.
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