Jesús Giráldez Macía
profesor de historia y escritor.
“El proyecto en Tindaya es una cantera moderna bajo la coartada del arte”

Entrevistamos a Jesús Giráldez Macía, autor de 'Tindaya, el poder contra el mito'.

27/04/15 · 8:00
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Jesus Giráldez Macía es profesor de historia y escritor. Reside en Fuerte­ventura y ha recogido en su libro Tindaya, el poder contra el mito los intereses que mueven un proyecto megalómano ideado por el escultor vasco Eduardo Chillida, ya fallecido, y por políticos que quieren destrozar la montaña de Tindaya.

¿Por qué, otra vez, el proyecto de Tindaya?

Ellos [el Gobierno canario] creen que el proyecto tiene apoyo y lo utilizan electoralmente. Pero el agujero de Chillida cuenta con menos apoyo. Tenemos una encuesta oficial en la que menos del 40% de los ciudadanos respaldan el proyecto. Ha quedado circunscrito a la clase política gobernante. Se vendió como beneficioso, pero a la vista de la corrupción, 30 millones de euros de dinero público gastado, no tiene credibilidad.

¿Esta vez sí van a realizar el proyecto como se ha anunciado?

Pensamos que lo tienen muy complicado porque todavía tienen que dilucidar cuestiones técnicas y judiciales. Es muy improbable que se pueda hacer la obra tal y como la pensó Chillida. Un cubo de 50 metros de lado con un techo plano, en el que encima quedarían muchas toneladas de montaña. Ninguna empresa se fía. Es una obra imposible. La idea inicial era explotar la traquita, y el primer fraude fue no recurrir a la expropiación forzosa de las canteras de la montaña, se pagaron más de 900 millones de pesetas. Además, el contrato autorizaba explotar la traquita que se pudiera extraer. Un disparate, porque esta piedra no se puede sacar como si fuera carbón, hay que extraerla en planchas para hacer la piedra ornamental, y ya han descartado esa posibilidad.

¿El Gobierno canario nunca ha querido proteger los podomorfos?

Tindaya es Monumento Na­tural y necesitaba desarrollar las normas de gestión. Se hizo, pero el 90% del texto que se aprobó fue para permitir la obra. También es Bien de Interés Cultural (BIC) por sus grabados y debía delimitarse, pero eso impedía el agujero de Chillida. Ben Magec acudió a los tribunales y ganó, y lo que el Gobierno canario no había hecho en 20 años lo llevaron a cabo en tres meses, pero es una delimitación ilegal. La normativa dice que es necesario dotar de contexto histórico y de interpretación cultural a toda la montaña, protegerla en su integridad. Más de 300 alegaciones de arqueólogos, ecologistas y ciudadanos pidieron que se protegiera la montaña, pero no han hecho caso.

Están contra las prospecciones y a favor de destrozar la montaña...

Sí. La gente se lo echa en cara. El caso de Tindaya es emblemático, un partido nacionalista que quiere acabar con su propio patrimonio histórico, cultural y natural.

La lucha viene de antes de la llegada de Chillida, se inicia en el 84 en contra las canteras que afectaban a la montaña. Pero en el 94 se plantea una nueva cantera moderna, bajo la coartada de una obra de arte. Esa montaña ya podía estar produciendo puestos de trabajo para la gente del pueblo, para eso hay unas casitas en la propia montaña de arquitectura tradicional que podían ser utilizadas para hacer rutas guiadas, etc. Nos han robado 30 millones de euros y no se han gastado ni un solo euro en proteger y divulgar los valores de la montaña.

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