Naomi Klein presenta su tercer libro, una investigación sobre los desafíos del cambio climático y el capitalismo depredador.

La periodista, escritora y activista canadiense Naomi Klein acaba de presentar el 27 de marzo en Barcelona su tercer libro, Esto lo cambia todo: el capitalismo contra el clima (Paidós, 2015), un llamamiento a la unión de los movimientos sociales en defensa del concepto de "justicia climática", una apuesta declarada por las energías renovables y la geoingeniería y la enésima alerta sobre los riesgos que entraña el aumento de temperatura en el planeta, ante lo que es necesario la actuación inmediata por parte de la clase política a nivel internacional.
"Es mportante tener en cuenta que tras 25 años de negociaciones sobre el clíma sólo quedan soluciones más radicales", afirma Klein en inglés ante un auditorio a rebosar en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB). "Si seguimos como hasta ahora vamos camino al desastre pues nos encontraremos con temperaturas de entre cuatro y cinco grados por encima de los niveles preindustriales en un mundo en el que solamente el aumento de un grado ya supone un gran peligro. No se sabe cómo será el cambio, pero es seguro que no será compatible con una sociedad organizada", incide.
El nuevo volumen de Naomi Klein insiste en la necesidad de crear una sociedad democrática más justa, ante un sistema económico que no es compatible con los objetivos en la reducción de emisiones. "Hay que enterrar el modelo neoliberal porque choca frontalmente con las exigencias para frenar el cambio climático". Por eso, asevera, la movilización es importante: "Necesitamos verdades poderosas que anulen las mentiras del capitalismo".
Para la autora, en el actual contexto, "la lógica de las privatizaciones se enfrenta a las medidas para combatir la crisis climática y se opta erróneamente por invertir en industrias extractivas para generar puestos de trabajo" en una actitud en la que los gobiernos van en contrasentido para poner solución al problema. "El Gobierno de España va en dirección contraria penalizando las renovables y en todo el sur de Europa se siguen fomentando las energías fósiles", una incoherencia política de base que está en el centro de la polémica. "Alemania se considera el gobierno más ecologista del mundo, pero la austeridad fomentada por el ejecutivo de Angela Merkel va contra el imperativo de reducir el cambio climático". En definitiva, "una reducción eficiente de emisiones no es compatible con el sistema capitalista".
La amenaza de los TLC
Según Klein, "estamos inmersos en un sistema económico que no funciona para la mayoría de las personas". Por eso, los acuerdos de libre comercio, como el TTIP o el CETA "acaban abocando al planeta a un único planteamiento mercantilista" que sería una mala opción firmar ante la posibilidad de que los gobiernos tengan que enfrentar demandas de inversores ante proyectos no realizados. No obstante "las cláusulas de seguridad del inversor no son válidas desde una perspectiva climática".
Un reto para las generaciones futuras
La crisis climática se transforma así en un desafío para la sociedad. De hecho, en opinión de la autora, el movimiento ecologista está cambiando, pues existe una nueva generación de activistas climáticos que presionan para que no se invierta en combustibles fósiles, demandando una "justicia climática" vinculada a la defensa de la salud, en la que incluso los medios de comunicación están comenzando a asumir sus responsabilidades.
Así, los movimientos sociales se están organizando en plataformas que persiguen la justicia ambiental. "Es necesario recordar que el mundo tiene límites", afirma Klein con rotundidad, "y por eso debemos cambiar nuestra relación con respecto a la Tierra porque en el fondo se trata de una crisis espiritual".
comentarios
2