Los antidisturbios revientan con una maza la puerta de cristal de un edificio para ejecutar el desahucio de una mujer y sus tres hijos menores, dos de ellos de cinco y siete años, y el tercero de tres meses.
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Un nuevo desahucio ha sido ejecutado de manera violenta por los antidisturbios en Madrid, el segundo esta semana. En esta ocasión, una familia de tres adultos con sus tres hijos menores, dos de ellos de cinco y siete años de edad, y el tercero de tres meses, que ocupaban una vivienda de Bankia en el distrito de Ciudad Lineal, se han quedado en la calle y sin ningún tipo de alternativa habitacional. Esta noche, varias decenas de activistas han hecho guardia en la vivienda de Elvira, y a las seis de la mañana ya eran entre 50 y 60 las personas que se concentraban tanto en el exterior como en el interior del edificio para tratar de evitar el desahucio de esta familia, que se vio obligada a ocupar su vivienda por carecer de ingresos suficientes.
Los antidisturbios han hecho acto de presencia sobre las siete y media de la mañana, han cortado la calle, apartado a la gente que se encontraba en el exterior y esperado a la llegada de la comisión judicial, que se ha negado a negociar un aplazamiento con la familia.
Mientras decenas de vecinos y activistas se iban concentrando en el exterior, en la calle se apostaban ya nueve furgones policiales con decenas de antidisturbios armados con escopetas de balas de goma y provistos con cascos y escudos, que han procedido al desalojo violento de las más de 50 personas que se encontraban en el hall del edificio. Para ello, han reventado con mazas la puerta interior de cristal que daba acceso a las escaleras y tras la que se encontraban los activistas. “Han saltado los cristales por los aires y caían sobre nosotros. Podría haber sido una escabechina. Ha sido un desalojo brutal”, explica Daniel Lozano, de la Oficina de Vivienda de Madrid. Posteriormente, los antidisturbios han procedido a la retención e identificación de varias de las personas que se encontraban tratando de parar el desahucio, y han desalojado a la familia del interior de la vivienda sin dejarle la posibilidad de sacar sus enseres. Esto tan sólo ha sido posible después de una negociación con el mando policial, que finalmente ha permitido que Elvira saque únicamente “las cosas más básicas y un sofá”, indica Lozano.
Después del desahucio, un grupo de 30 personas se ha dirigido a la Junta de Distrito de Ciudad Lineal, en cuyo interior han permanecido hasta las 12.40h para pedir una solución habitacional urgente para Elvira y su familia. Desde allí han sido remitidos a los Servicios Sociales del distrito de San Blas, y varios activistas del grupo de Apoyo Mutuo de Ciudad Lineal han acompañado a los afectados para tratar de lograr una solución. A las 17h el grupo ha anunciado por su cuenta de Twitter que las reuniones con los Servicios Sociales han terminado sin soluciones para Elvira y su familia y que el Ayuntamiento de Madrid les ha confirmado que no tienen recursos para las familias desahuciadas, y han añadido que "la solución será la solidaridad vecinal".
En las últimas semanas, este grupo trató de obtener una negociación por parte de Bankia y acudió en diversas ocasiones a la sucursal de esta entidad rescatada con dinero público, pero se encontraron con la negativa rotunda del banco a acordar una solución humanitaria a la familia. En la última visita previa al desahucio, el 9 de febrero, no sólo la dirección de la oficina se negó a recibirlos, sino que un guardia de seguridad contratado por la entidad bancaria les impidió la entrada y mantuvo cerrada la oficina durante varias horas.
En las últimas semanas, los desahucios se han recrudecido en la capital. Éste es el segundo desalojo con violencia en tan sólo tres días. El primero, ejecutado el 9 de febrero en Tetuán, se saldó con varios heridos, que denunciaron haber recibido patadas y puñetazos por parte de los antidisturbios. “Han recibido la orden de tolerancia cero. Esta semana está siendo paradigmática de este recrudecimiento que se viene produciendo desde hace un tiempo. A pesar de que es año electoral, parece que han asumido que tienen perdido al electorado contrario a los desahucios y les da igual la imagen de represión”, indica Lozano.
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