Desde hace tres años, las trabajadoras de la residencia de ancianos Santa Amelia, en Motril, sufren retrasos de dos y tres meses en el cobro de sus salarios. La dirección de la empresa, la Fundación Docete Omnes, que pertenece al Arzobispado de Granada, justifica los impagos en que la Junta de Andalucía se retrasa en sus pagos... a pesar de que la residencia en la que trabajan Belén Molina, delegada sindical de CC OO, y sus compañeras, es privada. "Ellos dicen que les genera pérdidas", explica Molina, quien subraya, no obstante, que hay lista de espera para entrar en la residencia, donde viven 38 ancianos y ancianas.

"En los últimos meses la situación de las trabajadoras ha llegado a un punto insostenible porque los bancos no entienden de retrasos", explica esta delegada sindical. Tres trabajadoras han pedido ya la extinción de su contrato, y Magistratura les ha dado la razón cuando han reclamado indemnizaciones en base a su antigüedad. Molina explica que algunas de las 19 trabajadoras que siguen en la residencia llevan más de treinta años trabajando en ella: "¿Cómo te vas? ¿qué haces?", explica esta trabajadora, quien siente que la plantilla de Santa Amelia se encuentra "en tierra de nadie", ya que la Junta no entra en el conflicto al tratarse de una empresa privada, y el anterior propietario, el propio Arzobispado de Granada, propietario del inmueble se escuda en que desde hace cuatro años la residencia está alquilada a Docete Omnes.

Las trabajadoras anuncian que se seguirán movilizando, los jueves en la plaza de la Aurora, hasta que haya una solución duradera. Mientras, la Fundación para la que trabajan sigue recibiendo buenas noticias. A 70 kilómetros de Motril, en Loja, el Arzobispado recibirá dos millones de euros para restaurar el Convento de Santa Clara, de los cuales una parte irá destinada a la ampliación de la residencia de mayores de esa localidad.