El Gobierno camufla el 75% del gasto militar

En 2015, el Estado gastará 28.066 millones de euros en temas militares, de seguridad y control social, 603 euros por cada habitante.

30/12/14 · 12:51
Ceremonia de coronación de Felipe VI. / Álvaro Minguito

A finales de septiembre, las noticias hablaban para 2015 del primer aumento del gasto militar en siete años, concretamente un discreto 0,4%. Sin embargo, diversos colectivos antimilitaristas llevan años denunciando los diversos métodos contables que sirven para encubrir el alcance de los gastos militares en los presupuestos generales del Estado.

El Ministerio de Defensa prevé gastar 5.767 millones de euros en 2105. Sin embargo, un informe del Colectivo Utopía Contagiosa, apoyado por organizaciones como Ecologistas en Acción o el Grupo Antimilitarista Tortuga, denuncia que estas cifras esconden sólo una pequeña parte del gasto militar del Estado, que ascenderá, según afirman, a 23.373 millones de euros.

Estas cifras esconden sólo una pequeña parte del gasto militar del Estado, que ascenderá a 23.373 millones de euros

Estos colectivos denuncian que el 75,32% del gasto militar de 2015 “permanece deliberadamente oculto a la sociedad mediante la estrategia de falseamiento de los presupuestos llevada a cabo por los sucesivos gobiernos”.  Según los autores del informe, la magia presupuestaria permite “camuflar” en 12 ministerios, la Casa Real, Centros Universitarios de la Defensa y otros tipos de gastos nada menos que 17.606 millones de euros.

El discurso oficial que habla de una continua reducción del gasto militar, denuncia el Colectivo Utopía Contagiosa, no sólo esconde los gastos militares ocultos en otros ministerios sino también un crecimiento de la desviación entre lo presupuestado y lo finalmente gastado. Si esta diferencia se había mantenido por debajo del 15% hasta el 2011 (1.144 millones de euros de diferencia), en el primer año de la llegada del Gobierno del PP, el abismo entre lo previsto y lo realmente pagado a final de año había trepado hasta el 45% (2.826 millones de euros de diferencia).

Mientras que el declarado oficialmente como gasto militar se destina fundamentalmente a pagar al personal militar del Ejército, el “disfrazado” se utiliza en materias tan diversas como las subvenciones a la industria militar, la adquisición de amas, los presupuestos de la Guardia Civil, los pagos de compromisos con la OTAN y con la política militar de la UE, los satélites espía, los viajes de militares al exterior, tropas y materiales desplazados a los conflictos internacionales, vigilancia marítima, “sin olvidar el grave capítulo de endeudamiento para la adquisición de sofisticados e innecesarios programas especiales de armamento”, señalan en el informe.

Ahora bien, si sumamos el gasto militar oculto y declarado al resto de partidas que en el informe denominan de “control social” integradas en el Ministerio del Interior, como pueden ser las cárceles, la cifra destinada a la llamada “seguridad”, tanto interna como externa, asciende a 28.066 millones de euros, o lo que es lo mismo, 603 euros al año por cada persona habitante.

Todas estas cifras son especialmente graves en un “contexto de gasto restrictivo”, afirman, sobre todo cuando según los documentos de planeamiento militar vigentes “España no tiene enemigos”. Para los autores, todos estos datos dejan entrever “un condicionamiento de la política general por la prevalencia otorgada al control social y al militarismo”.

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comentarios

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  • |
    Julio Fernandez Lueje
    |
    14/02/2015 - 8:40pm
    Ya sería hora de que lo mismo que se cuestiona el maltrato "cultural" a los animales, incluido el que se infringe a los toros en la vergonzosamente llamada "Fiesta Nacional", la ciudadanía tuviera oportunidad de cuestionar y de rechazar el militarismo creciente de un Gobierno que con los impuestos de todos interviene directa e indirectamente en guerras en las que se hieren y se matan inocentes de la población civil. El que tengamos un ministro con intereses económicos en la industria armamentista, es algo más que un escándalo. Es repugnante y nos hace a todos cómplices en el homicidio legal de la guerra. Ya es hora de someter a referendum la participación de nuestro país y de nuestro ejército en guerras y venta de armas a quienes las preparan. Ya sería hora, si es que aceptamos que somos civilizados, de que se declarara un delito las guerras y como terrorismo toda declaración, maniobra gubernamental o decisión que las apoye o favorezca. Que se considere cualquier guerra, declaración de guerra o amenaza militar como un delito a castigar como Delito contra la Humanidad. Espero que más pronto que tarde un Gobierno realmente democrático y civilizado vuelva a someter a referendum nuestra odiosa pertenencia a la OTAN y se atreva a declarar ilegal cualquier guerra y cualquier motivo para apoyarla fuera de lo que sería una defensa propia inmediata. Es hora, si es que estamos civilizados, de proponer seriamente un desarme global e inmediato que apunte a reconvertir los ejércitos en organizaciones de ayuda humanitaria y en último caso de labores exclusivamente policiales. Las guerras se organizan desde corporaciones y organizaciones antidemocráticas que son utilizados por el capital y los mercados de acuerdo a sus espurios intereses de apertura o cierre de mercados o de competitividad salvaje de áreas de influencia, cuando no como instrumentos puros y duros de atemorizamiento de la población a nivel planetario. No hay nada mas antidemocrático, más fascista y totalitario que invertir dinero público en armas y juegos de guerra.
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