El jueves 27 de noviembre, Atenas vivía la segunda huelga general del año, convocada por los sindicatos en contra de las medidas de austeridad llevadas a cabo por el Gobierno. La marcha se convocó a las 11h en la plaza de Omonia, tal y como lo anunciaba PAME, un centro de coordinación de los sindicatos griegos, haciendo un recorrido que terminaba alrededor de la calle Stadiou.

La confederación de sindicatos del sector público (ADEDY) ha sido la más implicada en la protesta, seguida de otros colectivos, estudiantes y trabajadores. A la huelga se sumaron el transporte marítimo y el aéreo. La huelga general de 24 horas cerró los servicios de todo el país, implicando la cancelación de vuelos tanto a nivel nacional como internacional, el cierre de los colegios y el funcionamiento de hospitales sólo con personal de emergencia. El transporte público también se involucró en la huelga, sin operar durante algunas horas.

Para hacer frente a una crisis que ha provocado el desempleo del 26%, Grecia ha dependido de miles de millones de euros en préstamos de rescate de la Eurozona y el Fondo Monetario Internacional desde 2010. A cambio, Grecia llevado a cabo dolorosas medidas de austeridad, incluyendo recortes de pensiones y salarios. El progreso del país en las reformas ha sido seguido de cerca por los inspectores internacionales de la deuda del FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. La conclusión de la última ronda de negociaciones se ha retrasado en medio de desacuerdos sobre varias cuestiones, entre ellas si Grecia se enfrentará a una brecha fiscal el próximo año. Dos días de conversaciones en París entre el Gobierno y los inspectores de la deuda terminaron sin resultados el miércoles.