TRANSPARENCIA
Un fallo de Interior deja en un limbo electoral a diez municipios

Localidades de Valencia, Mallorca, Ciudad Real, Zamora, Salamanca y Navarra siguen sin conocer de manear oficial y pública sus resultados en las europeas.

19/11/14 · 8:00

Estas últimas elecciones europeas serán recordadas siempre en España por la aparición y el ascenso inaudito de Podemos, quizás el partido político que ha conseguido mayor repercusión mediática en menos tiempo en toda la historia de la democracia de este país, antes y después de la dictadura. Sin embargo, con los todos los ojos puestos en los cinco escaños de Podemos, casi nadie se fijó en un pequeño detalle que comporta una muestra más de la falta de transparencia del sistema democrático actual español: la ineficacia del Ministerio del Interior a la hora de publicar y actualizar los resultados electorales de cada uno de los municipios del Estado.

Medio año después de la última cita con las urnas, al menos diez localidades continúan con la información provisional del penúltimo recuento de votos, el que se lleva a cabo a las 18 horas de la misma jornada electoral. Esto se traduce en que diez municipios permanecen todavía sin conocer las cifras oficiales públicas a nivel estatal del escrutinio; con excepción de aquellos que, motu proprio, han decidido hacer públicos los datos en las páginas web de sus ayuntamientos, como Algímia d’Alfara (Valencia) y Ancín-Antzin (Navarra) y que, por tanto, se pueden consultar desde cualquier lugar.

La otra fuente de información pública a nivel estatal, el Boletín Oficial del Estado, publicó los resultados electorales por provincias 17 días después de la votación (según marca la Ley Orgánica 5/1985) tal y como llegan a la Junta Electoral Central, según han confirmado fuentes del Congreso de los Diputados, por lo que resulta imposible desglosar los resultados municipio a municipio.

El abstencionismo, la prensa y la trampa del dato fácil/erróneo

El día después de las elecciones, algunos medios de comunicación cayeron en la trampa del dato fácil. El 26 de mayo, Noticias Cuatro publicaba en su página web la siguiente noticia: “Quintanilla de Urz (Zamora) da la espalda a Europa y a los políticos”. A continuación se podía leer, acompañado incluso de un gráfico, un texto que rezaba lo siguiente: “El hastío con la actual situación política y con lo que muchos han venido a denominar la 'casta' política se ha vivido de forma singular este domingo en el municipio zamorano de Quintanilla de Urz. Allí, de los 107 vecinos censados con derecho a voto, sólo tres lo han ejercido y los tres han votado en blanco”. El resto de la noticia se extiende interpretando las cifras oficiales extraídas de la página web del Ministerio del Interior, sin comprobar la causa de estos resultados tan atípicos, ni contrastarlos con el municipio afectado. Pero no fue la única noticia similar. Otra de El Confidencial, publicada el día 27, explicaba el triunfo del bipartidismo en el ámbito local utilizando como argumento, entre otros, el ejemplo de Quintanilla de Urz. Y no sólo eso, sino que además añadía lo siguiente en el mismo párrafo: “Como curiosidad, ocho municipios no registraron ningún voto: Garaioa, Etayo, Arruazu y Ancín/Antzin (Navarra); La Alberca y Carrascal de Barregas (Salamanca), Guadalmez (Ciudad Real) y Algimia de Alfara (Valencia).” Asimismo, a la hora de difundir los resultados electorales por municipios, todos los periódicos sin excepción publicitaron el mismo error. Al menos diez localidades continúan con la información provisional del penúltimo recuento de votos
Únicamente algún medio local de las provincias afectadas se esmeró en explicar lo ocurrido, destacando La Opinión de Zamora y el Diario de Navarra. El primero se hizo eco de que las cifras obtenidas en Quintanilla de Urz habían sido fruto de un problema informático y lo publicó en una noticia breve del 28 de mayo. El segundo fue más amplio, aunque, al igual que La Opinión, informando simplemente en lo concerniente a su ámbito territorial. Así, el Diario de Navarra le dedicaba media página de su edición en papel el 27 de mayo, donde se explicaba además que había habido otros seis municipios afectados por el error del Ministerio, incluida la misma Pamplona. En el caso navarro dicho periódico atribuía la causa igualmente a un fallo informático, pues, según afirmaba, el sistema no fue capaz de reconocer las actas escritas a mano. A día de hoy, cuatro municipios de la comunidad foral siguen sin tener la información actualizada en la web del Ministerio, los mismos cuatro que El Confidencial mencionaba en su noticia como ejemplo de abstencionismo: Garaioa, Arruazu, Ancín-Antzin y Etayo.

Del Misterio de la increíble cifra menguante al fallo informático

La información electoral del municipio mallorquín de Costitx se dejó de actualizar en algún momento entre las 18 y las 20 horas. Es por ello que, mientras a las 6 de la tarde habían votado 285 personas, dos horas después esa cifra se había reducido a 58. Al final, el resultado de votos válidos son esos mismos 58 y los votos nulos cero. Asimismo, la abstención llega al 93,1% (782 personas), algo que no coincide con los escrutinios de las 14 y las 18 horas (un 20,95% y un 33,93% del censo, respectivamente). Las cifras de votantes no cuadran con las de la abstención. Lo mismo ocurre con el resto de los municipios afectados, con la diferencia tan solo de que en los otros casos no se recoge ningún voto válido a candidaturas, ni tampoco votos nulos, a excepción del mencionado municipio zamorano donde figuran exclusivamente tres votos nulos.

Sin embargo, más allá del posible (y reiterado) fallo, los tres votos nulos de Quintanilla de Urz tienen una explicación mucho más mundana: según fuentes del propio Ayuntamiento, este año se introdujeron smartphones como novedad en el recuento de votos y algunos de los representantes de la Subdelegación del Gobierno, los cuales se encargan de transmitirle telefónicamente los datos a ésta, simplemente se equivocaron al usarlos. A pesar de ello, insisten, “se trata de un sistema muy garantista”, ya que por ley se guardan siempre tres copias de las actas: una es enviada a la Subdelegación del Gobierno, otra a la Junta Electoral de la provincia y la tercera se la queda el ayuntamiento. Todo ello no le ahorra a Quintanilla el malestar de haber sido considerado como “el pueblo abstencionista” por los medios de comunicación.

Según el Ayuntamiento de Etayo, el día de las elecciones tan solo votaron 29 personas, “durante toda la jornada se fue facilitando telefónicamente información sobre la participación y el escrutinio” y las actas fueron enviadas “al organismo correspondiente”. Debido a falta de tiempo, todavía no han podido hacer nada por subsanar el error. En el caso de la también navarra localidad de Ancín-Antzin, el origen del fallo se debe a un problema con el censo. Según fuentes del mismo Ayuntamiento, “lo que ocurrió fue que al trasmitir los datos telefónicamente al Ministerio del Interior la noche de las elecciones, no los grabaron, ya que erróneamente tenían anotado un censo inferior al real, por lo que al computar los votos les figuraban más votantes que censo”. Así pues, los datos no se actualizaron esa noche, ni tampoco los días siguientes.

Desde el Consistorio de Acín-Antzin afirman que ellos intentaron todo lo posible para que el error fuera corregido en su día, pero que ante el desdén del Ministerio optaron por colgar la información en el tablón de noticias de su web. Misma solución por la que optaron en el municipio de Algímia d’Alfara, que también decidió publicar sus resultados en internet ante la ineficacia del sistema gubernamental. Como ejemplo, en el municipio valenciano, con el 100% de abstención según fuentes del Ministerio, en realidad se contabilizaron 541 votos sobre un total de 804 electores potenciales, de los cuales 26 se decidieron por los votos nulos y 18 por los blancos. El Ayuntamiento de Acín-Antzin, ante el desdén del Ministerio, optó por colgar la información en el tablón de noticias de su web
Desde la Junta Electoral Central alegan que los datos que ofrece la página del Ministerio del Interior corresponden a escrutinio que se realiza el mismo día de las elecciones y, por esta razón, pueden faltar datos de alguna mesa. La Junta Electoral Provincial es la única que conoce los datos desglosados a nivel municipal, ya que desde el Departamento de Prensa del Congreso de los Diputados –portavoces de la Junta Electoral Central–, comentan que al tratarse de una circunscripción única en el caso de las europeas, el único detalle que conocen y publican en el BOE es el provincial. No obstante, esta versión contradice en parte la ofrecida por el Ministerio, el cual confirmó a este periódico que los errores no eran informáticos, sino más bien manuscritos, y que ellos tenían un plazo de seis meses para corregir los datos de la página web, asegurando el portavoz del Ministerio que estaban a la espera de que la Junta Electoral Central les pasase los datos definitivos.

Al final, entre unos y otros, los plazos que se marcan por ley y los plazos internos de Interior se han cumplido, y nadie parece asumir la responsabilidad de actualizar y/o corregir los datos erróneos ofrecidos en la página web del Ministerio. Sin embargo, este descuido aparentemente minúsculo ha conllevado más repercusiones prácticas más allá de las ocasionadas a los municipios afectados.

En el ámbito de la investigación científica también es una fuente de problemas. Tal es el caso del profesor de Geografía de la Universidad de Keele (Reino Unido), el doctor Àlex Nobajas, quien estaba investigando maneras de visualizar cartografía electoral cuando se dio cuenta de que los datos no casaban, ya que al representar los mapas electorales le salían municipios con información en blanco, dejando la visualización incompleta. Nobajas denuncia que “no es aceptable que seis meses después de las elecciones los datos no estén correctos ni disponibles. Lo que consiguen estos errores es dificultar la investigación científica y, también, la docencia”. Ante tal tesitura, ha optado por utilizar datos de elecciones anteriores aunque estén desfasados. “Prefiero usar datos desactualizados, pero completos”, afirma.

La principal afectada de esta situación es la transparencia. Una vez más asistimos a cómo no se aborda el tema con rigurosidad, y a cómo esa transparencia se ve desdibujada por ciertos errores que parecen afectar tan sólo a poco más de 2.000 habitantes del territorio español pero que, sin embargo, van mucho más allá, pues suponen un pequeño descuido más que se suma a la serie de acontecimientos ante los cuáles nunca hay responsables.

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comentarios

1

  • |
    PILAR
    |
    20/11/2014 - 2:58am
    Spain, país bananero marca España
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