El periódico digital ÚltimoCero desvela las maniobras de la dirección de esta empresa de 1.100 trabajadores para evitar que sectores "radicales"ganen las elecciones sindicales.
El periódico digital ÚltimoCero, editado en Valladolid, ha sacado a la luz que la dirección de la empresa Michelín está maniobrando para interferir en las elecciones sindicales al comité de empresa de la factoría vallisoletana que se están celebrando esta semana, en las que los aproximadamente 1.100 trabajadores de la planta elegirán a sus representantes.
El citado periódico digital reproduce un comunicado elaborado por el responsable del departamento de Relaciones Laborales de la planta de Michelín en Valladolid, Luis Antonio Fernández Calleja, al parecer dirigido a los mandos intermedios de la empresa, en el que se indica textualmente lo siguiente: “Es preciso que en vuestro ámbito de responsabilidad, como hemos hecho siempre, animemos a nuestro personal a ejercerse derecho de voto, por lo que solicito de nuevo vuestra ayuda para que a través de vuestros colaboradores, y de la manera que sabemos hacerlo, consigamos una alta participación que nos permita minimizar el impacto que pudiéramos tener por el alto grado de participación que se prevé en el voto radical. Cuento con vuestra ayuda y muchas gracias por vuestra implicación”.
Aparte de reconocimiento de que “se ha hecho siempre” y “como sabemos hacerlo” que refleja este comunicado, ÚltimoCero denuncia que cuando nuevos trabajadores se incorporan a la empresa los responsables de la gestión de personal de Michelín les “recomiendan” que aunque en la empresa hay cuatro sindicatos (el actual comité de empresa está formado por los sindicatos CSIF, UGT, CC OO y CGT), si se afilian a alguno lo hagan a CSIF, UGT o CC OO, y que incluso a los trabajadores en trance de prejubilación les amedrentan indicándoles que su futuro depende del resultado de estas elecciones sindicales.
Raúl Fraile, miembro del actual comité de empresa por el sindicato CGT, ha confirmado a Diagonal la veracidad de los hechos y ha manifestado que “toda ingerencia de la empresa en el ámbito de decisión de los trabajadores es criticable, y veremos a ver si no se le vuelve en su contra ya que con ello la empresa está demostrando que lo que le interesa es pactar con los sindicatos mayoritarios y eso pesa en la cabeza de la gente”.
Fraile explicó a Diagonal: “No nos extraña que la empresa esté actuando de esa manera, ya que en todas las anteriores elecciones sindicales hemos tenido muchos problemas y hemos sufrido muchas presiones. Intentaron echar abajo nuestra candidatura, en esta última convocatoria llevan varios meses haciendo entrevistas personales a la gente para apretar las tuercas indicando que interesa que ganen ciertos sindicatos”.
Respecto a los trabajadores que están prejubilados, Raúl Fraile manifiesta que “les han llamado a su casa para decirles que vayan a votar porque se va a firmar un nuevo convenio y la composición del comité de empresa les afecta a ellos también. Asimismo, apunta que a los trabajadores que están en vías de prejubilación les están diciendo que si la CGT gana las elecciones sindicales podría no haber un nuevo plan de jubilación y no podrían acogerse a la prejubilación”.
En otras factorías de Michelín, como las de Aranda de Duero o Vitoria, la dirección también está presionando para que CGT no pueda presentar candidatura, según asegura Fraile.
Respecto a los sindicatos favorecidos por la empresa, Fraile indica: “Son sindicatos de la cuerda de la empresa, a nosotros nos están poniendo continuamente zancadillas y están firmando acuerdos con la empresa en materias como calendarios de trabajo, convenios, etcétera a cambio de prebendas como poder meter gente, disponer de las horas sindicales que quieran, etcétera. En definitiva, tienen una estructura corrupta que va en contra de cualquier principio de carácter sindical normal”.
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