Huelga de educación
Decenas de manifestaciones cierran la primera huelga de la era Lomce

Miles de personas se manifestaron ayer jueves, 23 de octubre, con el objetivo de tumbar la Ley Orgánica de Mejora y Calidad de la Enseñanza (LOMCE) en el último de los tres días de huelga convocados por distintos actores de la comunidad educativa.

24/10/14 · 8:05

Los estudiantes han salido a la calle en decenas de ciudades españolas durante el tercer día de huelga estudiantil consecutivo para exigir la retirada de la LOMCE y denunciar de nuevo los recortes en el sistema educativo público. A las tradicionales reclamaciones que la comunidad educativa lleva haciendo, se ha unido la lucha contra “la privatización de la Universidad, el Bachillerato y la FP”. El Sindicato de Estudiantes ha convocado también protestas en ciudades como Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Jaén, Sevilla o Santander, todas ellas hacia las 18 horas de la tarde. Según dicha organización, “el seguimiento de la huelga por parte de los alumnos, tanto de los institutos como de las universidades ha sido del 90%” lo que les anima a continuar las movilizaciones con la propuesta de una huelga de 72 horas de toda la comunidad educativa para el mes de noviembre.

En Madrid, la manifestación del 23 de octubre comenzó cerca de las 19 horas en la plaza de Neptuno y ha continuado, pasando por la plaza de Cibeles, hasta la sede del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en la calle Alcalá. Cerca de 5.000 personas han apoyado la protesta, entre padres, profesores y alumnos.

Para Ana García, su secretaria general, la huelga puede calificarse de “rotundo éxito”. Según su opinión, “esto demuestra que los jóvenes se rebelan, que no aceptan retroceder décadas, a cuando solamente los ricos podían estudiar”. Esta organización está realizando contactos con otros sindicatos y organizaciones para llevar a cabo la próxima movilización de noviembre, que ya llevan más de un año planteando.

García ha afirmado que “las políticas elitistas y clasistas del PP han supuesto el despido de 32.000 profesores y la expulsión de la Universidad de 45.000 estudiantes”, además de “haber empezado el curso con alumnos hacinados en las aulas por el aumento de los ratios” y con cierres de aulas como el del colegio Arcipreste de Hita de Fuenlabrada que lleva desde finales del curso pasado con un encierro para reclamar un aula de infantil.

“No tenemos ni tan siquiera persianas y tenemos que tapar los cristales con papel", dice una estudiante de arte dramático

“La Marea Verde está más viva que nunca”, ha sentenciado. “Este clamor en las calles demuestra que hay que escuchar al profesorado, a los padres, a todos los profesores y colectivos de la comunidad educativa”, ya que “el PP está más solo que nunca en la defensa de su modelo”.

La participación en la manifestación de Madrid ha sido bastante inferior a las cifras del año pasado por estas mismas fechas, cuando la ley Wert todavía estaba en proceso de aprobación en el Parlamento. A pesar de todas las movilizaciones, la LOMCE ha entrado en vigor este año, para Primaria y la Formación Profesional Básica.

Una manifestación de educación da fin a tres días de huelga en València

La manifestación que ha cerrado los tres días de protesta en València contra la Ley Wert partió desde la Plaza de San Agustín y contó con el apoyo de la mayoría de la comunidad educativa a través de la plataforma en defensa de la enseñanza pública. Así pues, bajo el lema “L'escola pública, cosa de tots i de totes” (La escuela pública, cosa de todos y de todas), estudiantes, profesores y padres se unieron para cargar contra la LOMCE, el aumento de tasas, el apoyo a la educación privada en detrimento de la pública, la falta de recursos y profesorado (5.000 profesores menos que hace cuatro años) o la política lingüística. Igualmente, se exigió la dimisión del Ministro Wert y de la consellera de Educació Maria José Català.

Cientos de estudiantes de todas las edades se manifestaron de forma unitaria para poner fin a la destrucción de la Educación que el gobierno del Partido Popular está llevando a cabo. Un modelo de educación que se representa a través de barracones, subidas de tasas, disminución de becas de estudios o de comedor, masificación en las aulas, prácticas sin ningún tipo de remuneración, un material escolar cada vez más caro o que no se renueva, prioridad de la escuela privada/concertada frente a la pública, intromisión de la religión y una política lingüística no inclusiva.

Miguel, estudiante de comunicación audiovisual y miembro del Sindicato Estudiantil Unificat, explica a Diagonal València las razones para la huelga: “denunciar el proceso de privatización y deterioro brutal, ya ni se cortan en privatizar, recortar, o meter a las empresas en la universidad”. También, Nicolás, estudiante de tercero de la ESO, llama a “abolir esta ley de mejora que no tiene nada de mejora y sólo busca hundirnos”. O, Clara, estudiante de un grado superior, denuncia que la subida de tasas y los recortes le pondrán muy difícil estudiar.

Y es que estos recortes ya afectan a todos, como el caso de Vicent, estudiant de biotecnología y del Front Estudiantil Unificat. Él nos explica que no puede realizar las prácticas por falta de material en los laboratorios. Esto se une a las excesivas tasas que en caso de una carrera de ciencias ronda los 1.500 euros a los que hay que sumar de 3.000 a 5.000 euros en los masters. A este respecto, existe la posibilidad de que se implanten los grados de 3 años y másteres de 2 años (3+2) que multiplicaría por dos o por tres las tasas de los años de especialización.

Pero también hablan de sus dificultades económicas para poder estudiar, como Zaia, estudiante de ciencias políticas y sociología: “Las becas nos llegan en marzo cuando casi el curso ha terminado, un libro de la universidad cuesta mucho”, y es que el retraso en la entrega de las becas en su caso se traduce en que no tiene dinero para material o transporte.

Otros estudiantes relatan la precariedad de sus centros, como María, estudiantes de arte dramático, que nos explicaba que en su caso estudian algo “que no se considera una carrera” resultando en instalaciones pobres, pocos profesores, sin sustitutos, con instalaciones sostenidas por los propios alumnos “no tenemos ni tan siquiera persianas y tenemos que tapar los cristales con papel”.

Respecto a la lengua, se critica que la ley Wert obstaculice la presencia del valenciano como lengua vehicular en la enseñanza. En este sentido, Ana, estudiante de traducción e interpretación de alemán y activista de la plataforma pel dret a decidir nos resumía: “demandamos una educación pública, de calidad y en catalán”.

Padres, Profesores y Iaioflautas en lucha contra la ley Wert
Eva Grimaltos, de la federación de asociaciones de padres de alumnos, recordaba que uno de los principales motivos de la movilización son los recortes “es una agresión muy fuerte contra nuestros hijos, es muy indignante ver como están sin becas de comedor (…) estamos casi en diciembre y hay niños que ni tan siquiera tienen libros” además denunciaba como la LOMCE se promueve la segregación en “una escuela sexista y elitista”

Las madres y padres, junto a sus hijos, del colegio Ciutat de Cremona destacaban con sus camisetas naranjas. Este centro, convertido en símbolo de lucha, ha protagonizado una intensa campaña de protestas por la supresión de líneas de educación. Esther, madre de una niña de siete años, nos explicaba “van a destrozar toda la educación (…) nos han quitado la línea de tres años” exigiendo además “que nos construyan el colegio de una vez” en referencia a ocho años en barracones. Pero también salían a la calle en contra de la LOMCE: Paqui, también madre del Cremona, nos resumía “estamos aquí para decirle a Wert que estamos totalmente en contra de su ley retrograda y para pedir la dimisión de la consellera (…) ellos no luchan por la escuela pública y nosotros sí”.

Junto a los estudiantes los profesores también salieron a las calles. Pilar, de la plataforma en defensa de la educación pública de L’horta Sud, nos explicaba sus razones de lucha “Por amor a la escuela pública” demandando que “no sólo que se retire la ley Wert sino que no se vuelva a pensar la educación de esta manera, convertir la educación en una carrera entre bandos de competitividad para volver a una educación basada en la solidaridad en la cooperación en sacar lo mejor de cada persona”. En el mismo sentido, Rafa, profesor de un instituto, nos explicaba como los recortes han empeorado el ratio de profesor-alumno pasando en secundaria en algunas situaciones a 40 alumnos en bachillerato y 36 en secundaria obligatoria haciendo muy difícil su trabajo y empeorando considerablemente la educación pública.

Por su parte, decenas de iaioflautas marchaban en lucha por la educación Pública. Lola, iaiaflauta, nos hablaban de su lucha generacional: “Estamos aquí por nuestros nietos, que nuestros hijos ya son mayores y tienen estudios”.

La manifestación terminó llenando la plaza de la Virgen donde se leyó el manifiesto denunciando que la ley Wert es una ley sexista, elitista y excluyente, que pretende que los hijos de los trabajadores no puedan estudiar. Además, se recordó a los estudiantes de México que están en huelga por lo mismo, por la educación pública, reclamando que se devuelvan vivos a los 43 compañeros desaparecidos.

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